Jerarquía

El Papa reflexionó que "son 3 las etapas para saber quién es Jesús: conocer, confesar y aceptar el camino que Dios eligió para Él, hasta la humillación" e indicó que "si no aceptamos el camino de Jesús, el camino de la humillación que Él eligió para la redención, no solo no somos cristianos: mereceremos lo que Jesús le dijo a Pedro: '¡Aléjate de mí, Satanás!'". "Confesar a Jesús es aceptar el camino de la humildad y de la humillación. Y cuando la Iglesia no va por este camino, se equivoca, se vuelve mundana", alertó el obispo de Roma. 

El Pontífice indicó que "Satanás aparece en las primeras páginas de la Biblia porque es una realidad, que todos tenemos como experiencia", tras reiterar que "todos nosotros tenemos en el corazón la experiencia de la lucha entre el bien y el mal", en la primera edición del programa 'Yo creo' en 'TV2000'. "Siempre impresionó que Jesús, en la última cena, cuando reza, pide al Padre la gracia de salvarlos de la mundanidad. La mundanidad es la atmósfera de Satanás, se mueve en la mundanidad. Está el espíritu del mundo, en Satanás es así", afirmó.  

El Pontífice sostuvo que el peligro está en "dejarse deslizar lentamente porque es una caída con anestesia, no te das cuenta, pero lentamente se resbala, se relativizan las cosas y se pierde la fidelidad a Dios", por lo cual exhortó a prestar atención a la mundanidad, al reiterar que no se puede estar bien con Dios y con el diablo. El Papa alentó a pedir al Señor "la gracia de detenernos cuando entendemos que el corazón comienza a resbalar". 

El Papa indicó que "es importante determinar qué es lo más específico del sacerdote, aquello que no puede ser delegado", en su exhortación apostólica postsinodal 'Querida Amazonia', publicada el miércoles 12 de febrero, tras descartar luego de meses de especulaciones la posible ordenación de 'viri probati'. Pidió a los obispos, en especial a los de Hispanoamérica, no sólo "promover la oración por las vocaciones sacerdotales, sino también a ser más generosos, orientando a los que muestran vocación misionera para que opten por la Amazonía".

El Pontífice reiteró que "Jesucristo ofrece su misericordia a quien vive con angustia su propia situación de fragilidad, dolor y debilidad" y que "él invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar su ternura". El 3 de enero pasado, aseguró en su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el martes 11 de febrero, que "Jesús dirige una invitación a los enfermos y a los oprimidos, a los pobres que sabe que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de la prueba, necesitan ser curados". 

El Papa rezó a la Virgen María para que "nos ayude a ser sal y luz en medio a la gente, llevando a todos, con la vida y la palabra, la Buena Noticia del amor de Dios", al reflexionar sobre el Evangelio de San Mateo en el cual Jesús invita a sus discípulos a ser "sal de la tierra" y "luz del mundo". 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede indicó que la exhortación apostólica postsinodal de Francisco 'Querida Amazonia' se presentará el 12 de febrero. Precisó que en el lanzamiento del texto intervendrán el cardenal y secretario general del Sínodo de los Obispos, Lorenzo Baldisseri; y el cardenal y secretario especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, Michael Czerny. 

El Pontífice se reunió con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la biblioteca del Palacio Apostólico, el viernes 31 de enero. La reunión se prolongó por 44 minutos. Posteriormente, se reunió con el cardenal y secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. La Oficina de Prensa de la Santa Sede indicó que en las conversaciones "se examinó la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la crisis económico-financiera, la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico, la promoción social y la protección de la vida desde la concepción". Frente a la prensa, Fernández en primer lugar negó que haya hablado con el obispo de Roma o con Parolin sobre el aborto, pero tras el comunicado del la Santa Sede tuvo que admitir que trató el tema con el cardenal.

El Papa precisó que "las Bienaventuranzas iluminan las acciones de la vida cristiana y revelan que la presencia de Dios en nosotros nos hace verdaderamente felices", en la audiencia general. "En ocasiones, Dios elige caminos difíciles de entender -a veces, no entendemos porqué nos pasan ciertas cosas-, pero es allí donde manifiesta la fuerza de su salvación y nos concede la verdadera alegría", aseguró. 

El obispo de Roma nombró al sacerdote uruguayo Gonzalo Aemilius, de 40 años como su nuevo secretario personal, quien acompañará en el cargo al actual secretario particular Yoannis Lahzi Gaid. Bergoglio conoce a Aemilius desde 2006 cuando siendo arzobispo de Buenos Aires, lo llamó porque había oído hablar de su trabajo con los niños de la calle.   

El Pontífice indicó que "lo esencial es la salud, en su conjunto: la del cuerpo y la del alma" y exhortó a acercarnos "a ese Médico que puede curarnos, que puede perdonar los pecados", dado que "Jesús vino para ello y dio la vida por ello", durante la Misa que celebró en la Casa Santa Marta. 

El Papa exhortó a que "como san Pablo, vivamos la alegría del Evangelio", durante el saludo a los peregrinos de lengua española en la audiencia general. "Los Hechos de los Apóstoles no se cierran con el martirio de Pablo, sino con la siembra abundante de la Palabra de Dios. La casa romana del Apóstol, abierta a todos los que buscaban y querían recibir el anuncio y conocer a Jesús, es imagen de la Iglesia, que no obstante perseguida, incomprendida, pecadora y encadenada, no se cansa de acoger con corazón de madre a todo hombre y mujer, para anunciarles el amor del Padre que se hizo visible en Jesús", explicó. 

El Pontífice sostuvo que tras el Bautismo el Espíritu Santo "lo defenderá, lo ayudará durante toda la vida". "Bautizar a un hijo es un acto de justicia para ustedes. Traen a sus hijos hoy con el Espíritu Santo", sostuvo el Papa, quien recomendó a los padres y padrinos que "cuiden que crezcan con la luz, con la fuerza del Espíritu Santo", aseguró. 

El Papa exhortó a preguntarse "cómo va la paz en casa". "Nuestra forma de actuar en la familia, en el vecindario es una forma de actuar de guerra: destruir al otro, ensuciar al otro. Y esto nos sucede a cada uno de nosotros, a cada uno. Inmediatamente viene la reacción de condenar al otro. Sea un laico, una laica, un sacerdote, una religiosa, un obispo, un Papa, todos, todos. Es la tentación del diablo hacer la guerra", precisó.

El Pontífice lamentó que muchos ignoran que el Espíritu Santo "es el que te hace permanecer en el Señor, que es la garantía, la fuerza para permanecer en el Señor". "El pecado no te aleja de Dios si te arrepientes y pides perdón. Pero el espíritu del mundo te hace olvidar qué es el pecado", alertó el Papa, quien solicitó a los fieles que para permanecer en Dios "debemos pedir este don del Espíritu Santo".