Descarte

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Salud, Alberto Bochatey, precisó que "si hacemos esfuerzos inmensos, galácticos, para no enfermarnos y para que no se pierda ni una sola vida, para cuidarnos, que los chicos no salgan a la calle, ¿cómo podemos seguir con un proyecto de ley de aborto o de eutanasia?". Explicó que hace ese cuestionamiento debido a que "vemos que se están haciendo protocolos de emergencia para determinar cómo acceder a algunos recursos sanitarios y esperemos que no tengan la idea de mantenerlos para una futura ley de eutanasia". 

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, reiteró que "a nadie le está permitido matar a nadie, ni siquiera por la compasión de suprimir el dolor". Aseguró que la atención al enfermo "debe de estar inspirada por el amor a la persona, por el respeto a su dignidad humana, por el amor a la vida en toda circunstancia, y especialmente cuando esa vida es débil y vulnerable" y que "más que una ley de eutanasia hay que poner en marcha una línea de investigación y un objetivo de llegar a todos los que necesiten tales cuidados paliativos". 

La Conferencia Episcopal de Portugal, presidida por el cardenal Manuel Clemente, reiteró su rechazo "en profunda sintonía con el Papa Francisco, quien hizo un llamado a los profesionales de la salud en el mensaje por el Día Mundial de los Enfermos, a tener en constante consideración la dignidad de la vida de la persona, sin ceder ante actos como la eutanasia, el suicidio asistido o la supresión de la vida, incluso si el estado de la enfermedad es irreversible". 

El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, Elkin Fernando Álvarez, reiteró que "el aborto es una falta gravísima que clama al Cielo; por eso, estamos invitados todos los bautizados a defender de manera especial la vida naciente", en el final del video que difundieron los obispos en redes sociales, donde médicos, comunicadores, líderes provida y un abogado explicaron distintos puntos sobre la despenalización del aborto en el país, vigente desde 2006, y que supuestamente sólo es permitido en 3 casos. El magistrado Alejandro Linares propuso a la Corte Constitucional que las mujeres tengan "aborto libre" antes de las 16 semanas de gestación. 

La Conferencia Episcopal de Colombia, presidida por el prelado Óscar Urbina, convocó a rezar para que en el pais "se detenga todo atentado contra el derecho fundamental a la vida". "Además del dolor de saber que Juan Sebastián ya había superado los 7 meses de gestación y que gozaba de perfecta salud, vimos perplejos cómo las instituciones de este país no garantizaron los derechos del padre  que, con persistencia y tenacidad, luchó por la vida de su hijo", lamentó, luego de la batalla jurídica de Juan Pablo Medina, el padre del niño. 

El obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, precisó a través de Twitter que "hay muchas incertidumbres políticas, sociales y económicas en Argentina", pero "de lo que no se puede dudar es de la decisión de que sí o sí haya aborto legal, libre y gratuito... y rápido", al referirse a la insistencia y rapidez con la que el gobierno de Alberto Fernández, que asumió en diciembre de 2019, pretende legalizar el asesinato de seres humanos por nacer.

El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, aseveró que hay medios de comunicación que "intentan despertar las emociones, presentando casos límite, para suscitar la compasión y reivindicar como derecho fundamental una 'muerte digna'". "Dentro de esa lógica engañosa la persona concreta corre el riesgo de ser considerada como una carga o como un objeto del que se puede prescindir", lamentó Herráez, quien citó las palabras de Francisco al reiterar que "la eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos". 

El arzobispo de Durban, Wilfrid Fox Napier, alertó que el impulso para legalizar el aborto gana terreno en África. "En los siguientes 22 países, el aborto está prohibido o solo se permite salvar la vida de la madre: Angola, República Centroafricana, Congo-Brazzaville, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Djibouti, Gabón, Gambia, Guinea-Bissau, Lesotho, Libia, Madagascar, Malawi, Mauritania, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda", indicó. 

Los prelados de Irlanda del Norte afirmaron que "cualquier ley humana que elimine el derecho a la vida es una ley injusta y debe ser resistida por cada persona, cada votante, cada representante político". "Es deber de los ciudadanos responsabilizar a sus representantes por las decisiones que tomaron", aseveraron. Además, alertaron sobre la entrada en vigor de la redefinición del matrimonio civil. Las polémicas normas denunciadas por los obispos fueron aprobadas por el Parlamento Británico.

El tetrapléjico francés Vincent Lambert, de 42 años, falleció el jueves 11 de julio a las 8.24 de la mañana, en el hospital de Reims, tras pasar 9 días sin alimentación e hidratación por decisión de la Corte de Casación, el órgano jurisdiccional de más alto rango en Francia. "Vincent ha muerto, asesinado por razón de Estado y por un médico que renunció a su juramento hipocrático. Lambert fue condenado por estar discapacitado. Hoy se ha ido un poco nuestra humanidad", indicaron sus padres, quienes lucharon durante años por defender la vida de su hijo. 

El arzobispo de París, Michel Aupetit, afirmó que "ahora es el momento de la contemplación, la compasión y la oración por Vincent Lambert", el francés inmóvil desde 2008 después de un accidente, que el 2 de julio pasado fue condenado a muerte por inanición. "Hoy o mañana, sugiero que celebren la Misa por él confiándole al Señor, Dios de misericordia. Esta intención puede extenderse a todos sus familiares", precisó Aupetit a los sacerdotes.  

El sacerdote Roberto Colombo indicó que ese acto "tiene por objeto la supresión intencional y directa de la vida de un paciente". "Lambert está vivo, como uno de nosotros. No respira mecánicamente y su corazón late espontáneamente. No es un paciente en la fase terminal de su enfermedad, pero está estabilizado. No está agonizante. Sólo necesita cuidados fisiológicos esenciales, los que se dan a cada paciente en el hospital o en casa", precisó. 

El Pontífice aseguró que "la respuesta que hemos de dar es no abandonar nunca a quien sufre, no rendirnos, sino cuidar y amar a las personas para devolverles la esperanza". La Pontificia Academia para la Vida aseguró que "tenemos que reafirmar siempre las razones positivas para la vida". Noa Pothoven, que padecía anorexia y otras enfermedades mentales, falleció el domingo 2 de junio al no ser asistida después de permanecer 10 días sin recibir líquidos y alimentos, con el aval de sus padres. 

El obispo de Tyler, Joseph Strickland, alertó sobre "aquellos que ignoran la santidad de la vida pues cosechan el torbellino del infierno", y exhortó a oponerse a "este holocausto en todas las formas que puedan". El obispo auxiliar de Los Ángeles, Robert Barron, indicó que esta normativa permite que un niño "momentos antes de su nacimiento, mientras descansa plácidamente en el vientre de su madre, puede ser hecho pedazos con un fórceps con total impunidad".

El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, indicó que "somos la generación que calló desde hace décadas", puesto que "quien mata a una criatura, a qué no se atreve, si hizo lo peor". "De la nada Dios me da la vida, de esa nada Dios me da su divinidad, y ¿cómo es posible que sus criaturas maten mediante el aborto? ¿Cómo es posible?", cuestionó el prelado. 

El jefe de la Delegación de la Santa Sede ante la ONU, Paul Gallagher, aseveró que el actual enfoque "busca crear una jerarquía de derechos humanos, relativizando la dignidad humana". Precisó que esta ideología en el organismo está "ignnorando a los niños que se encuentran en el útero y tratando las vidas de las personas mayores y con discapacidades como una carga para la sociedad". 

El Partido Laborista, que es proaborto, indicó que las comunidades asiáticas asentadas en Reino Unido utilizan la técnica de cribado prenatal para deshacerse de sus hijas, por lo que pidió al Sistema Nacional de Salud que no transmita la información sobre el sexo. Sin embargo, ellos apoyan que se difundan datos sobre enfermedades o anomalías cromosómicas del bebé para abortarlos. 

El obispo auxiliar de Westminster, John Sherrington, indicó que "la libertad de asamblea y de expresar la preocupación tanto por el bien de la madre como de la persona no nacida es un aspecto de la búsqueda del bien común que involucra el cuidado por el no nacido, de quien creemos debe ser protegido de cualquier daño".

La activista provida y presidente de Culture of Life Africa, Obianuju Ekeocha, aseveró que "las comunidades negras están siendo atacadas por la industria del aborto". La militante provida Abby Johnson afirmó que "la guerra contra las mujeres negras para que aborten es muy real". 

El Papa afirmó que él no permite "nunca que se comience a discutir, donde sea, el problema del aborto, con el hecho religioso". "Nosotros no estamos contra el aborto por la religión. El problema del aborto es estudiado por la antropología", sostuvo el obispo de Roma, tras los debates que se dieron sobre el asesinato de no nacidos en Argentina e Irlanda. 

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, no precisó el contenido del texto que presentarán el 21 de agosto próximo, en su afán para permitir el asesinato de no nacidos a través de una 'legalización encubierta'. Además, descartó que vayan impulsar una referéndum sobre este tema. 

El obispo auxiliar de Westminster, John Wilson, afirmó que dejar que pacientes en estado vegetativo o que son mínimamente conscientes queden desnutridos o deshidratados "no es un acto de compasión". "Nuestro cuidado para aquellos en tales situaciones es la prueba de nuestra humanidad común y nuestra solidaridad con algunos de nuestros hermanos más frágiles", aseguró Wilson. 

La referente de Frente Joven, Guadalupe Batallán, de 20 años, indicó que el proyecto "no sólo tiene fallos técnicos y de implementación incorregibles, y se funda en premisas falsas, sino que además destruye los principios éticos más importantes de la humanidad". Aseguró que "la legalización del aborto no va a dar trabajo, vivienda, salud, ni educación" a la mujer sino que implica "admitir el fracaso de la política". 

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo,  precisó que "la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada e inmoralmente inaceptable de una persona humana" y que eso "no podemos cambiarlo". 

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Vincenzo Paglia, indicó que "tenemos que reflexionar muy atentamente sobre todo el desarrollo de la vida, por lo tanto el inicio y el final pueden ser lo más delicado". ¿De dónde viene, de hecho, el trabajo sucio de la muerte? Viene del pecado", precisó Paglia.

El Pontífice lamentó "la moda" del aborto, por el cual "para resolver una vida tranquila se tira un inocente". "Cuando en el embarazo se ve que quizás el niño no está bien o viene con cualquier cosa: la primera oferta es ¿lo tiramos?", cuestionó, al exhortar a que "los hijos se reciban como vienen, como Dios los manda, como Dios permite". 

El arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, aseguró que "además de esperar que en el Senado sea revisado este proyecto conforme a la verdad y al bien, este hecho nos lleva en primer lugar a tener mayor conciencia de cual es la raíz a la que pertenecemos y que nos da la identidad: pertenecemos a Cristo y a la Iglesia".

El misionero en Medio Oriente, Luis Montes, lamentó que se busque por "todos los medios que el niño no nacido no sea considerado persona, ni siquiera ser humano". 

El capellán de la Universidad  Católica Argentina, Fabrizio Maranzana, explicó que "el dolor" de una mujer que asesinó a su hijo no nacido "es profundo y no sana fácilmente". "Soy uno de los tantos curas que está al lado de la gente, algunos dicen que somos psicólogos gratuitos. 'Aborté a mi hijo, Padre', comienza la historia de las mujeres que abortaron. Nadie viene diciendo aborté a un conjunto de células", afirmó. 

El patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, indicó que la decisión de la Asamblea de la República de Portugal muestra que es "en el sentido de la vida" que es necesario avanzar, formando una "sociedad realmente solidaria, donde nadie se quede afuera". 

El presidente de la Pontificia Academia por la Vida, Vincenzo Paglia, consideró que esta decisión se debe al "hiperindividualismo" que empuja a "olvidar los derechos de todos, incluyendo el de quien debería nacer".

La Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, presidida por el obispo Mario Iceta, aseveró que "son precisamente estos cuidados los que son demandados ampliamente por la sociedad y por los profesionales sanitarios en particular". 

El arzobispo de Canberra-Goulburn, Christopher Prowse, aseguró que esta práctica deshumanizadora es una "política solitaria", y que despenalizarla implicaría un "error fundamental". 

El coordinador nacional de las capellanías hospitalarias en Portugal, Fernando Sampaio, aseguró que "es exactamente cuando la vida más está en peligro que más respeto debe existir por ella". Aseguró que la legalización de la eutanasia reforzará que ésta "no resuelve el sufrimiento", sino que "destruye la vida".

Un vocero de Google indicó bloquearan el contenido en sus resultados de búsqueda y en YouTube por temor a que organizaciones del extranjero "aprovechen las lagunas en las leyes de financiamiento de campaña para persuadir a los votantes antes del día de la votación". Facebook afirmó que sólo van a limitar la publicidad que provienen del exterior, pero no de organizaciones irlandesas.

El obispo de Honolulu, Larry Silva, denunció que las disposiciones de la normativa permiten alterar la causa de muerte en el certificado oficial, la cual será anotada como causa natural. 

El referente de la Pastoral en las Villas de Emergencia, José María 'Pepe' Di Paola, desmintió que sean las mujeres más humildes las que abortan, postulado que repiten los abortistas para que se despenalice el asesinato de no nacidos. Afirmó que lo que necesitan "las mujeres de los barrios pobres" es atención especial que tiene que ver con "enfermedades que se dan, a veces por el agua, o la tuberculosis".

Philippe Barbarin, Jean-Pierre Ricard, André Vingt-Trois, junto a los prelados, indicaron que "si el Estado confiara a la medicina ejecutar estas peticiones de suicidio y eutanasia, los agentes de salud serían conducidos a pesar de sí mismos a creer que una vida podría no ser valiosa". Aseguraron su "plena compasión por nuestros hermanos en el 'final de la vida' como la Iglesia siempre trató de hacer".

El sacerdote José María 'Pepe' Di Paola aseveró que en muchas ocasiones "se utilizan algunos temas para distraer respecto de otros", al reiterar el documento difundido por presbíteros y obispos auxiliares de villas de emergencia porteñas y del Gran Buenos Aires. El presbítero exhortó a defender "la vida tanto de la madre como del niño por nacer".

Los obispos de Colombia indicaron que el borrador de la resolución "es una manifestación más del debilitamiento espiritual y moral de nuestra sociedad con respecto a la dignidad de la persona enferma", y denunciaron que resulta "todavía más grave atentar contra la vida de los menores de edad, dada su especial condición de indefensión y vulnerabilidad".