Obispo de Uganda prohíbe en su diócesis que se administre la Eucaristía en las manos

El arzobispo de Kampala, Cyprian Lwanga, estableció en su diócesis que se prohíbe a los sacerdotes administrar la Eucaristía en las manos y  celebrar misas fuera de los templos, a menos que exista una causa grave que lo amerite. "La Madre Iglesia nos ordena que celebremos la Santísima Eucaristía con el más alto honor. Debido a muchos casos reportados de deshonra de la Eucaristía que se asociaron con la recepción de la Eucaristía en las manos, es apropiado volver al método más reverente de recibir la Eucaristía sobre la lengua", indicó.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

PARA EVITAR ABUSOS LITÚRGICOS Y GARANTIZAR UNA APROPIADA CELEBRACIÓN.

Uganda Episcopal Conference.

El arzobispo de Kampala, Cyprian Lwanga, estableció en su diócesis que se prohíbe a los sacerdotes administrar la Eucaristía en las manos y  celebrar misas fuera de los templos, a menos de que exista una causa grave que lo amerite, para garantizar "la apropiada celebración de la Eucaristía" y evitar "los abusos en la vida litúrgica de la Iglesia", a través de un decreto con 5 directivas, el 1 de febrero pasado, tras una reunión con el clero y los comités ejecutivos de las parroquias. 

"En adelante, está prohibido distribuir o recibir la Comunión en las manos. La Madre Iglesia nos ordena que celebremos la Santísima Eucaristía con el más alto honor. Debido a muchos casos reportados de deshonra de la Eucaristía que se asociaron con la recepción de la Eucaristía en las manos, es apropiado volver al método más reverente de recibir la Eucaristía sobre la lengua", indicó el prelado, quien precisó que "a la luz de esta norma, está prohibido que un miembro de los fieles que no haya sido designado como ministro extraordinario de la Comunión por parte de la autoridad eclesiástica competente distribuya la Sagrada Comunión". 

Lwanga precisó en el decreto que debe reafirmarse la disciplina de no admitir en la Comunión a quienes persisten en un pecado grave manifiesto, como es el caso de las parejas que viven en una "cohabitación marital ilícita". "Está estrictamente prohibido admitir como concelebrante a cualquier sacerdote que no esté adecuadamente vestido con los ornamentos litúrgicos prescritos. Un sacerdote tal no debe concelebrar ni asistir en la distribución de la Sagrada Comunión. Tampoco debería sentarse en el presbiterio, sino tomar su asiento entre los fieles en la congregación", aseguró, en la última directiva.