Los islamistas masacraron a ocho cristianos cuando se disponían a ingresar a una iglesia en la localidad de Kwamjilari, en el estado de Borno, una de las regiones más castigadas por el grupo yihadista que pretende imponer un Estado Islámico en Nigeria.
La asociación Enraizados, presidida por José Castro, reclamó la liberación del obispo coadjutor de Wenzhou, Pietro Shao Zhumin, quien debía suceder en la diócesis al obispo local Zhu Weifang, que falleció en agosto. "Occidente no puede mirar para otro lado mientras en China no se respetan los derechos humanos y se vigila e incluso se hace desaparecer a los sacerdotes y obispos", afirmó Castro.
El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, afirmó que los fieles "todavía preguntan si hay Misa, si se puede acudir, si hay algún riesgo". "Pero ahora hay más gente que viene a Misa y esto me hace pensar en las palabras de Jesús que Juan Pablo II ha repetido a menudo: 'No tengan miedo'. Diría que a nivel psicológico hay miedo, pero a nivel profundo hay más coraje", destacó el prelado.
El Papa aseveró que "los cristianos que hoy sufren, en la cárcel o con torturas o con la muerte, por no renegar a Jesucristo, hacen ver la crueldad de esta persecución". "El Padre Jacques, en medio de esta tragedia que él veía venir no ha perdido la lucidez de acusar y decir claramente el nombre del asesino: '¡Vete, Satanás!', destacó el Pontífice.
El presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Ouellet, aseveró que "entre más cercano y misericordioso se revela el Señor, más rebelde se revela el hombre que se encierra en la incredulidad, el ateísmo, la indiferencia e incluso la persecución", y es por ello que "en tiempos apocalípticos como los nuestros es preciso levantar los ojos hacia el Señor".
El jefe de la policía de Medan, Mardiaz Kusin Dwihananto, indicó que el extremista de 17 años, se lanzó armado con un cuchillo y un hacha contra el sacerdote Albert Pandiangan, que celebraba una Misa. El presbítero logró esquivar el golpe y sólo recibió heridas leves en el brazo izquierdo, dado que los fieles pudieron bloquear al terrorista y lo entregaron a las autoridades.
El sacerdote de la Arquidiócesis de la Plata Christian Viña, que descubrió el hecho mientras recorría el barrio donde se ubica el templo con jóvenes universitarios para misionar, indicó que rezaron por conversión de los autores del ataque, y pidieron a Dios para que "tomemos conciencia de cómo avanza el poder de las tinieblas en nuestra sociedad descristianizada y hasta anticristiana".
La diplomacia de Estados Unidos aseveró que "los actores no estatales como Daesh y Boko Haram continúan siendo los más monstruosos autores de abusos contra la libertad religiosa en el mundo".
En la parroquia de San José de Gondang, en Kalten, dañaron las imágenes de Jesús y de María. La estatua de María fue sacada del edificio principal de la iglesia y fue encontrada luego a orillas del río Webi. Por otro lado, en el santuario mariano de Sendang Sriningsih, los atacantes destruyeron las estructuras del Vía Crucis y dañaron una imagen de la Virgen, en la cabeza, quizás a golpes de martillo.
El párroco de la iglesia de San Zulian en Venecia, Massimiliano D'Antiga, denunció la profanación realizada por cuatro musulmanas que entraron con el rostro oculto tras un velo, se acercaron al crucifijo y escupieron sobre él. Además, relató que dos jóvenes árabes se acercaron al altar para recibir la Eucaristía y cuando el sacerdote les dio la Sagrada Forma, la escupieron y huyeron.
Extremistas mapuches incendiaron con combustible acelerante la capilla San Andrés, que pertenece a la Parroquia San Luis Gonzaga, ubicada en el sector rural de La Batalla, en la región chilena de La Araucanía, quedó destruida por completo. Tras el incendio, se encontraron en el lugar escritos alusivos al conflicto mapuche.
El sacerdote y misionero chileno en Siria, Rodrigo Miranda, aseveró que "los cristianos, intencional y sistemáticamente, son objetos de los más terribles crímenes en todo momento", dado que "sufren un verdadero genocidio, bien documentado y probado, aunque la comunidad internacional rechace lo evidente".
Durante la madrugada del 4 de agosto, extremistas mapuches quemaron una iglesia, en Pidima, en la región de La Araucanía. Horas más tarde, antes de iniciarse una marcha estudiantil en la capital del país, ocho sujetos arrojaron bombas molotov a la emblemática Iglesia de la Gratitud Nacional, que ya fue profanada por una turba de encapuchados, en junio pasado.
El presidente del Consejo Global de Cristianos Indios, Sajan George, destacó que el veredicto de una compensación adicional para las familias cristianas, que se consiguió tras la denuncia del arzobispo Raphael Cheenath, es "un paso adelante en la justicia para con las víctimas de Kandhamal".
El misionero del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, Sebastiano D'Ambra, exhortó a "líderes musulmanes residentes en la isla a encontrar soluciones adecuadas y aislar a aquellos que cometen crímenes en nombre del Islam". "En Jolo, ahora muchos viven con miedo, tienen miedo a hablar, de ir a la iglesia, incluso aunque hay militares vigilando frente a la catedral", aseveró el sacerdote .
Un hombre de origen marroquí intentó atacar al misionero franciscano Fray Job de Jesús, quien pudo esquivar un golpe de puño de su atacante y trozos de vidrio con los que intentó cortarlo. Insultó y amenazó de muerte al religioso. El hecho ocurrió en España.
El obispo de Melipilla, Cristián Contreras, lamentó el ataque contra la catedral local que "lesiona la devoción de innumerables personas", y afirmó que seguirán "todas las acciones legales para asegurar la libertad de culto y la protección de todos los fieles que acuden al templo".
El arzobispo de París, Andre Vingt-Trois, pidió a los franceses que no pierdan el sentido de su fe, dado que "no nos podemos dejar llevar por el juego político del Estado Islámico que quiere enfrentarnos a unos con otros". Asistieron el presidente François Hollande, sus ministros, ex presidentes, y toda la clase política del país, junto a más de 1.500 fieles que consiguieron atravesar los severos controles de seguridad.
La hermana Danielle indicó que los extremistas que asesinaron al sacerdote anciano Jacques Hamel "se grabaron en video". "Hicieron una especie de 'sermón' en torno al altar en árabe. Fue horroroso", relató. La Conferencia Episcopal de Francia convocó a un día de oración y ayuno para el 29 de julio próximo.
Extremistas hindúes, pertenecientes a Bajrang Dal, secuestraron al pastor pentecostal Ramlal Kori y su amigo Nandalal, a quienes arrastraron hasta un bosque en Madhya Pradesh, donde fueron atados a un árbol y golpeados brutalmente. La policía, en lugar de castigar a los agresores, detuvo a los cristianos acusándolos de ofender "sentimientos religiosos".
Dos miembros del Estado Islámico, que gritaron "Alá es grande" durante el ataque, asesinaron al sacerdote Jacques Hamel, de 85 años, y tomaron varios rehenes, entre ellos dos religiosas, durante la celebración de una Misa, en la iglesia católica de Saint-Etienne-du-Rouvray, en el norte de Francia. "Los padres tienen el derecho de retirarse a partir de los 75 años pero él se sentía todavía fuerte. Hamel decía que no hay sacerdotes y por eso podía estar al servicio. Prefirió quedarse en este lugar y seguir trabajando", relató un religioso.
El Vicario Apostólico de Arabia del Sur, Paul Hinder, afirmó que la publicación en la cuenta de Facebook del sacerdote salesiano indio Tom Uzhunnalil donde se ve a un hombre con mal aspecto, pelo largo, barba y manos sobre el pecho -que sería el presbítero- "podría ser auténtica y hay quienes ven en ello la prueba de que el padre Tom aún está vivo, y también creo que está vivo".
El pastor Sanjay Kumar Ravi denunció que dado que los cristianos del estado indio de Jharkhand "no dejarán de rezar a Cristo incluso luego de haberles pegado por ello, los radicales nos matarán". "Un cristiano fue rodeado por radicales. Le dijeron que los seguidores de Cristo serían castigados de manera ejemplar si no dejaban de practicar su fe", indicó.
El cristiano Tanveer Masih fue masacrado a balazos por musulmanes que secuestraron su hija Mehwish. El hombre denunció el rapto y recibió amenazas. La policía registró el homicidio, pero no detuvo a nadie. "Quiero a mi hija de vuelta, y que los culpables sean arrestados. No tengo dinero, ni para comprar qué comer ni para continuar la batalla legal. Pido ayuda al pueblo de Dios", afirmó la viuda de Masih.
El cristiano James Nadeem fue denunciado por su amigo Yasir Bashir de enviar por WhatsApp una poesía ofensiva contra figuras sagradas islámicas. El sacerdote de la diócesis de Faisalabad Emmanuel Parvez afirmó que "el guión siempre es el mismo: un creyente acusado de algo por demostrar, pero luego toda la comunidad interna corre el riesgo de un castigo colectivo".
La policía de Nepal detuvo a siete cristianos protestantes y el pastor Shakti Pakhrin acusados de "haber distribuido Biblias con la intención de 'convertir' a los estudiantes". "La distribución del texto sagrado en cuestión fue sólo a los estudiantes cristianos, que habían hecho la petición con anterioridad", indicaron los acusados.
La Arquidiócesis de Bolonia afirmó que es una provocación que hayan utilizado el pedestal de la estatua de San Patronio para "ofender a los demás" al escribir en ella la inscripción 'Alá es grande'. "Pedimos a las autoridades competentes que identifiquen a los responsables", exhortó.
Los musulmanes destruyeron el edificio en construcción, atacaron a la familia propietaria y extendieron la violencia a las viviendas cristianas de la zona. Lanzaron rocas, saquearon e incendiaron otras casas. Pese a que la Policía llegó al lugar, fue incapaz de detenerlos.
Extremistas mapuches quemaron la capilla de San José y las instalaciones de la sede donde se reunía la comunidad, en la localidad de Collipulli, en el sur de Chile. El ministro del Interior, Mario Fernández, aseguró que, frente a estos "actos de terrorismo", el gobierno elabora un plan para combatir la violencia en la Araucanía, durante los próximos días.
El Arzobispado de Madrid aseveró que no "se puede permitir que la universidad, lugar por excelencia de búsqueda de la verdad y de encuentro con la sabiduría, deje de defender la libertad; cuya expresión más auténtica y grande se da y manifiesta en la libertad religiosa, como se reconoce en los Derechos Humanos y defiende la Iglesia".
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, afirmó que "podrán querer destruir, con toda la crueldad que son capaces, imágenes materiales, sin embargo, no sólo la fe, sino también la historia dan testimonio que Jesús sigue vivo y presente en la historia personal y comunitaria".
Los encapuchados rompieron una puerta lateral del histórico templo de la Gratitud Nacional, saquearon un velatorio y robaron la imagen de Cristo crucificado, que después llevaron hasta la calle y destrozaron. El cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, aseveró que "lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes" este tipo de ataques contra iglesias, lo que evidencian una "crisis de la conciencia nacional".
El obispo auxiliar de Jerusalén, William Shomali, aseguró que "es triste que gente en oración, en su mayoría trabajadoras de hogares judíos en Rehovot, hayan sido víctimas de esta lluvia de piedras" lanzada por adolescentes de 14 años, y pidió que "los adultos y los maestros eduquen bien a las nuevas generaciones para que respeten las tradiciones de los demás".
El obispo de Handan, Stefano Yang Xiangtai, fue obligado a cancelar la novena de oración y penitencia con adoración eucarística para manifestar el alto honor del sacramento, por ser considerado "ilegal" por la Oficina de Asuntos Religiosos. "La neurosis de la Policía siempre se traducen en una afrenta a la libertad religiosa", lamentó un católico local.
La Municipalidad de Naustdal acordó regresar a Marius Bodnariu, un rumano y su esposa noruega, Ruth, la custodia de sus 5 hijos después de medio año. "Damos gracias a todos por su apoyo, oraciones y participación activa en la reunificación de esta familia. Que Dios les devuelva todo lo que hicieron para reunir de nuevo a esta familia", indicó el pastor pentescotal y portavoz del matrimonio, Cristian Inoescu.
La hermana Sally, sobreviviente de la masacre de Yemen, explicó que cuando el sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil "vio a los terroristas, lo primero que hizo fue consumir la Comunión que estaba en el tabernáculo para impedir que los agresores la tomaran". "Aunque residentes y voluntarios les rogaron no hacer daño a los sacerdotes y religiosas, hicieron caso omiso al pedido y les dispararon uno a uno", relató la misionera.
El obispo de Kafanchan, Joseph Bagobiri, indicó que "11.500 cristianos fueron asesinados y 13.000 iglesias fueron destruidas o abandonadas", y pidió a la comunidad internacional que presione a las autoridades de Nigeria para que resuelvan la emergencia humanitaria de la población desplazada y que garanticen la libertad de culto a los cristianos y otras minorías en el norte del país.
El sacerdote Benoît Delabre, agredido en la puerta de la iglesia, aseveró que "la fe católica, sus símbolos y los que la profesan merecen respeto como toda forma de expresión religiosa que no perturba el orden público". Los católicos padecieron dos incendios provocados en templos, la profanación de un sagrario y el hackeo de más de 100 sitios de iglesias y congregaciones francesas realizados por presuntos ciberyihadistas tunecinos.
El Seminario Mayor San Fidel de Padre Las Casas, en La Araucanía, fue incendiado por extremistas mapuches. El lugar de formación para sacerdotes del sur de Chile no estaba habitado y permanecía con custodia policial desde que la comunidad mapuche Trapilhue fue desalojada en marzo, luego de ocupar el edificio durante un año y ocho meses, tras tomarlo por la fuerza en 2014.
El obispo de Villarrica, Francisco Stegmeier, manifestó su "solidaridad con las comunidades afectadas que como en otras ocasiones son comunidades mapuches pobres que con esfuerzo han levantado sus capillas y de un minuto a otro se vuelven cenizas", tras el atentado contra los templos San Antonio y Juan Pablo II, que se encuentran en su diócesis.