Misionero chileno en Siria: «Los cristianos son discriminados por las agencias de ayuda internacional»

El sacerdote y misionero chileno en Siria, Rodrigo Miranda, aseveró que "los cristianos, intencional y sistemáticamente, son objetos de los más terribles crímenes en todo momento", dado que "sufren un verdadero genocidio, bien documentado y probado, aunque la comunidad internacional rechace lo evidente". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Actuall.

NO CUENTAN CON SUMINISTROS BÁSICOS PARA VIVIR.

El sacerdote y misionero chileno en Siria, Rodrigo Miranda, pidió que "tanto los organismos internacionales como la Iglesia deben seguir colaborando económicamente en los países donde tienen lugar los conflictos, es decir, en Siria e Irak", dado que "los grupos de cristianos de estos países son los que menos ayudas reciben, son evidentemente discriminados por las agencias de ayuda internacional". El presbítero, que tuvo que abandonar Alepo a finales de 2014, lamentó que la población cristiana pasó en los últimos cinco años del 10 al 2% en Siria. Desde 2011 el conflicto en el país está lleno de violencia, odio, destrucción y muerte.

"En nombre de una supuesta caridad en abstracto se termina ayudando siempre al vecino, mientras que los hijos continúan siendo abandonados y asesinados. Es obvio que hay que ayudar al que golpea la puerta. Nadie con buena intención y sentido común piensa en una dialéctica de la ayuda. Pero, pensar sólo en abstracto es precisamente lo que hiere al que sufre", aseveró. Asimismo, indicó que "los cristianos tienen que hacer frente a 24 horas de enfrentamientos, tiroteos, bombardeos, francotiradores, secuestros, etc". El misionero enfatizó que "la gente no cuenta con los suministros básicos para la vida como el agua, la electricidad, el combustible, la comida o las medicinas", y de esta forma "poco a poco la población va desapareciendo, mientras el silencio y la mentira de la opinión internacional sobre el asunto, agrava la crisis".

 Miranda aseveró que "los cristianos, intencional y sistemáticamente, son objetos de los más terribles crímenes en todo momento. Especialmente son atacados en las principales fiestas de nuestro calendario litúrgico". "Todas las navidades y pascuas perdemos las vidas de muchos de nuestros cristianos. Sufren un verdadero genocidio, bien documentado y probado, aunque la comunidad internacional rechace lo evidente. Los cristianos viven su fe con los ojos puestos en Dios. Todo lo esperan de Él. Continúan asistiendo asiduamente a la Iglesia. Algunos cristianos que caminan 45 minutos para ir a Misa diaria o a confesarse. Tratan de llevar adelante las actividades pastorales y humanitarias con gran esfuerzo, generosidad y caridad, aunque esto signifique arriesgar la vida. Si queremos ayudar de manera eficaz, deberíamos poner todos los medios disponibles para que las víctimas permanezcan en sus países. Esto significa detener los conflictos en su raíz", sostuvo.