Encapuchados roban y destruyen la imagen de Cristo crucificado de la iglesia de la Gratitud Nacional en Chile

Los encapuchados rompieron una puerta lateral del histórico templo de la Gratitud Nacional, saquearon un velatorio y robaron la imagen de Cristo crucificado, que después llevaron hasta la calle y destrozaron. El cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, aseveró que "lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes" este tipo de ataques contra iglesias, lo que evidencian una "crisis de la conciencia nacional".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Conferencia Episcopal de Chile y Publimetro.

TRAS MOVILIZACIÓN ESTUDIANTIL.

Un grupo de encapuchados rompió una puerta lateral de la histórica iglesia de la Gratitud Nacional, saqueó un velatorio y robó una imagen de Cristo crucificado, la que llevaron hasta la calle y destrozaron, el 9 de junio, al finalizar la marcha del movimiento estudiantil por las calles principales de la capital del país trasandino, convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile​ (Confech). El cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, aseveró que "lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes" este tipo de ataques contra templos católicos, lo que evidencian una "crisis de la conciencia nacional".

El vicario de la zona centro del Arzobispado de Santiago, Marek Burzawa, afirmó que "no es primera vez que atacan una iglesia en el centro de Santiago". "La violencia no conduce a ninguna parte, nos duele muchísimo que ataquen los símbolos de nuestra creencia, los símbolos de nuestra fe. Como Iglesia estamos de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, pero la violencia no es el camino adecuado", sostuvo Burzawa. El sacerdote y director de Salesianos Alameda, Galvarino Jofré, denunció que existe poca protección de la iglesia frente a este tipo de ataques contra símbolos religiosos.

"Esperamos que haya mayor resguardo y ojalá que estas manifestaciones no tengan el mismo punto de llegada. Estamos estudiando acciones legales", indicó el presbítero. El ministro del Interior, Mario Fernandez, fue al templo dañado para manifestar su solidaridad con la Iglesia y afirmó que la Intendia interpondrá una querella. Por su parte, el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, indicó que "nuestras Iglesias están abiertas, son lugares de culto para venir a alabar a Dios y no queremos encerrarnos, para que aquellos que quieren con la violencia atemorizar a los chilenos, tengan un éxito que no merecen".