Venezuela

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, pidió al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que resuelva los problemas del país, en lugar de empeorarlos. "No tienen que tirar lacrimógenos a quemarropa a la gente, ni por supuesto disparar, ni permitir que haya gente que dispare, porque están actuando también grupos paramilitares, todo el mundo ha visto los vídeos, eso debe cesar inmediatamente", advirtió.

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, aseveró que "la represión es en el fondo una señal de debilidad y desconfianza en los métodos democráticos, negación del humanismo del derecho intento de socavar la convivencia humana y confesión de impotencia para gobernar". 

El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, afirmó que "se necesita muy buena voluntad de parte de todos, comenzando por el gobierno -presidido por Nicolás Maduro-, que debe dar señales de que quiere solucionar y tomar en cuenta el clamor del pueblo y buscar soluciones". 

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, alertó que "hay posibilidad de una opresión de la población de Venezuela, de gravísimos conflictos, incluso violentos", tras la decisión del chavismo de convocar a una Asamblea Constituyente. 

El arzobispo emérito de Coro, Roberto Lückert, aseveró que lo que pretenden imponer en Venezuela es "una dictadura con un barniz de democracia". "No van a poder, el pueblo está cansado. Tenemos 18 largos años en los cuales el pueblo cada día está peor y angustiado", precisó el prelado. 

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, indicó que rezarán por los problemas que afectan al país, como el hambre, desabastecimiento, violencia, saqueos y falta de medicamentos. El prelado lamentó que en las marchas ciudadanas haya exceso de efectivos de seguridad, mientras que esa situación no ocurre cuando se producen actos vandálicos. 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, aseveró que la decisión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de convocar a una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna "es sencillamente querer borrar de un plumazo lo que ha sido la decisión de buena parte de la población". 

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, precisó que frente a la crisis y escasez en el país "es más difícil enfrentar la falta de medicamentos". "Las grandes necesidades que tenemos ahora es precisamente de medicamentos, que hacen que muchas personas incluso pierdan la vida por no tenerlas a tiempo", lamentó. 

Más de 200.000 fieles colmaron las calles de Maracaibo en la procesión de la Divina Misericordia. El director de la Fundación María Camino a Jesús, que organizó el evento, José Matheus, consideró que este fue "de gran impulso para Venezuela". "Fue como si se hubiese abierto un paréntesis en medio de todas las dificultades y de todo el ambiente tan tenso que estamos viviendo. Nos ayudó mucho el saber que no estamos solos, que Jesús está con nosotros", afirmó. 

El prelado indicó que la semana pasada el secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, lo llamó por teléfono para transmitirle la cercanía del Papa. "Su saludo al Cardenal Urosa es un espaldarazo a todos los obispos, y llega justo en este momento de mucha tensión y desencuentros en el país", aseguró una fuente cercana a la Conferencia Episcopal de Venezuela. 

La Conferencia Episcopal de Venezuela aseveró que "la democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos". "Cuando el Gobierno los irrespeta, deja de ser un Estado democrático, pierde legitimidad en su desempeño; su función es la defensa de todos los ciudadanos independientemente de su ideología política", afirmó, tras las marchas convocadas por la crisis en el país. 

Los fanáticos chavistas pintaron con tinta roja frases ofensivas en las paredes de la Basílica Inmaculada Concepción -construida en 1803- y en la sede del Rectorado de la Universidad de Los Andes, en contra del cardenal Baltazar Porras y el rector Mario Bonucci, y a favor del gobierno de Nicolás Maduro.

La Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela lamentó que al presidente Maduro no le importe "el precio ni las consecuencias de desoír la voz del pueblo que clama por atención, comida, medicinas, seguridad, educación y una sana convivencia en paz". Pidió al Gobierno que corrija "las arbitrariedades que los llevan a una situación de inminente dictadura". 

El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, aseveró que "la incapacidad para dar solución a la escasez y carestía de los alimentos y medicinas, la creciente violencia, la incitación al odio y el desconocimiento de las normas elementales para una convivencia en paz, son las causas que nos tienen sumidos en un marasmo que entorpece el entendimiento y el progreso". 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, denunció que el presidente Nicolás Maduro "lo que ha hecho es aumentar la pobreza, disminuir la calidad de vida de los venezolanos por falta de alimentos, de medicamentos, y por una creciente violencia amparada en buena parte en la impunidad". "Tenemos que tener en cuenta que estamos en un régimen, en el que las libertades están muy coartadas", lamentó. 

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, aseveró que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dice que "quiere ir adelante con el diálogo pero luego toma una serie de medidas que van en contra", dado que en vez de resolver los problemas, lo que hace es agravarlos. "La voz de la Iglesia es una sola: creemos en un diálogo pero para resolver", ratificó el prelado. 

El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, aseveró que el "amedrentamiento a la Iglesia Católica", se debe a que siempre tuvieron "una posición muy clara frente al Gobierno, señalando las dificultades, los problemas y la crisis que vive el país". 

El Dean del Capítulo Metropolitano de la Catedral de Caracas, Adán Ramírez, explicó que "como a las tres y media de la madrugada, empezaron a agredir la residencia con piedras y objetos contundentes desde la calle". "Sólo quedaron algunos escombros, vidrios rotos, el temor natural y la angustia del momento", indicó. 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, denunció que el gobierno de Nicolás Maduro tiene la responsabilidad de cumplir con los acuerdos y no excusarse en "supuestas guerras y conspiraciones" en su contra. Porras lamentó que "las condiciones en las que se ha desarrollado la mesa de diálogo indican que no se ha llegado a ninguna parte". 

El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, aseveró que el presidente Nicolás Maduro arrastró al país a "una real tragedia de consecuencias históricas". "Hubo más de 29.000 muertes violentas, hambre y falta de comida que sólo producen agonía y desnutrición, desabastecimiento de medicinas; más de 120 presos políticos injusta e ilegalmente privados de libertad", lamentó. 

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, ratificó las palabras del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, que afirmó en una carta enviada al gobierno de Nicolás Maduro que "la Iglesia no renuncia al diálogo y está en su espíritu seguir por este camino", y que "se tienen que cumplir los acuerdos firmados en noviembre". 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, pidió que Venezuela este unida. "Hagamos las cosas de manera noble y sigamos preparándonos permanentemente para enfrentarnos a las situaciones de la vida. No nos dejemos llevar por cualquier mensaje o cantos de sirena. Y desde la fe debemos recordar que hemos sido edificados de piedra y no de arena, para así poder servir a los más pobres", aseguró. 

La directora de Caritas Venezuela, Yaneth Márquez, aseveró que el gobierno de Nicolás Maduro aún no dio respuesta sobre la ayuda humanitaria que contenía medicamentos enviados desde Chile al país, en agosto pasado, para ayudar a los casos de emergencia de la población . "La Iglesia está muy preocupada porque se agudiza la situación y se multiplica la demanda", indicó Márquez. 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, lamentó que exista un doble discurso, es decir, "uno en la mesa, otro ante las cámaras". "Sin gestos concretos que admitan la gravedad de la situación y la búsqueda de respuestas eficaces, el camino al diálogo se hace imposible. Allí entran los temas de los presos políticos, de la libertad de expresión e información, del acoso a quienes disienten", denunció. 

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, indicó que "el diálogo puede coexistir con el referéndum porque es un derecho político". Afirmó que el enviado papal a Venezuela y nuncio apostólico en Argentina, Emil Paul Tscherrig, tiene su propio programa de acción y decidirá cuando crea cumplió su misión en el país. 

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón, aseveró que "quien ha anunciado y aplicado la violencia ha sido el gobierno, con las diversas persecuciones que ha realizado a los diversos dirigentes de la oposición". "El gobierno ha cometido un error muy grave al oponerse a la voluntad de la mayoría del pueblo. La voz del pueblo es la voz de Dios", sostuvo el arzobispo de Cumaná. 

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, aseveró que "no quedan razones jurídicas, políticas, morales o éticas para no pronunciarse y condenar a un gobierno que se ha descalificado a sí mismo". "El Gobierno de Nicolás Maduro tiene presos políticos y los tortura, desconoce la separación de poderes, sufre una profunda crisis humanitaria y ética", indicó el político uruguayo. 

Los obispos de Venezuela indicaron que los ladrones se llevaron comprensores de los aires acondicionados, una cocina, un microondas, computadoras, inmobiliario, utensilios de oficina y materiales de trabajo de los estudiantes la sede del Instituto Venezolano de Capacitación Profesional de la Iglesia, que depende la Conferencia Episcopal. 

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, afirmó que es "imprescindible" el diálogo con claridad de objetivos para solucionar los problemas del país. "Esta conversación requiere elementos fundamentales tales como el reconocimiento y una base común, en este caso la Constitución", sostuvo Urosa.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón Sánchez, aseveró que "un gobierno que no ha podido derrotar 'la guerra económica' y dar alimentos y medicinas al pueblo, aún más, negado a permitir que instituciones religiosas o sociales presten su concurso para aliviar las penurias, carece de autoridad moral para llamar al diálogo y a la paz". 

El rector del Seminario Menor San Buenaventura de Mérida, Alexander Rivera, que presidió la Misa en el exterior del lugar, agradeció el masivo apoyo de los fieles. El párroco de la iglesia Santiago de la Punta, Cándido Contreras, exhortó a los fieles a pedir a Dios "la fuerza para perseverar en el bien, a pesar de mi rabia, de mi indignación, dame el coraje de hacer el bien". 

El arzobispo de Mérida, Baltazar Porras Cardozo, aseveró que "antisociales", seguidores del gobierno de Maduro que golpearon y humillaron a los cuatro jóvenes estudiantes del Seminario Menor local, "actúan con total impunidad, pues no hay policía ni Guardia Nacional que impida estos atropellos". 

El prior regional del Vicariato de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario, Angelo Villasmil, aseguró que saben que "una salida constitucional es cada vez más difícil, tomando en cuenta que el gobierno está bloqueando todos los canales por los que se podría lograr una solución pacífica". 

El obispo de Maracay, Rafael Conde, destacó tras el pedido del equipo médico del Hospital Central local que hay venezolanos "en diversas partes del mundo dispuestos a iniciar una campaña de recojo de medicamentos para enviarlos a su país natal", pero que "el problema se resolvería pronto si el gobierno venezolano permitiera el ingreso de esos fármacos al país".

El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, denunció que "la OEA ha tenido muy poco liderazgo en poder solicitar una actitud diferente en Venezuela". Actualmente, continúa la emergencia económica, alimenticia y política dentro de este país de Hispanoamérica.

El enlace entre el partido Voluntad Popular y Caritas Venezuela, Edsel Moreno, alcanzó a reafirmar a ABC, en una llamada teléfonica que se cortó de repente y no hubo posibilidad de retomar el contacto, que "Maduro no permite a la organización religiosa que brinde ayuda humanitaria con la distribución de medicamentos porque pondría en evidencia la cantidad de muertes que se producen en los hospitales y clínicas privadas por falta de material sanitario y medicinas". 

Los obispos de Venezuela advirtieron que "todos los que se aprovechan de la situación de escasez y carestía por la que atravesamos los venezolanos" tienen un accionar "moralmente inaceptable y hace evidente la falta de valores éticos en sus vidas", dado que "aprovecharse de la necesidad ajena para lucrarse es un crimen y un pecado mortal". 

El arzobispo de Caracas, Jorge Savino, pidió a las autoridades de los poderes Ejecutivo y Judicial "reflexionar" en Semana Santa, para ver "la luz" que está expresada en la Constitución del país y respetar al Poder Legislativo, elegido por la voluntad del pueblo, que se encuentra bajo control opositor. 

El arzobispo de Coro,  Roberto Lückert, afirmó que "el pueblo democráticamente expresó que quería un cambio", y que "la Asamblea Nacional es la fuerza del pueblo de Venezuela y tanto el Presidente de la República como el Tribunal Supremo de Justicia tienen que reconocerla y dejarla legislar". 

El arzobispo de Caracas, exhortó al gobierno de Nicolás Maduro "superar la confrontación entre hermanos, respetar la voluntad del pueblo, y entablar el diálogo institucional necesario e imprescindible entre los diversos órganos del poder público". "Los venezolanos queremos paz; queremos convivencia social, queremos vivir como hermanos. No queremos confrontaciones, conflictos ni violencia", afirmó el prelado.