El arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, sostuvo que "la ternura de María, la cercanía de María, se hacen presentes en el corazón de aquellos hermanos que viven en situación de calle ante cada uno de nuestros gestos de cercanía, de ternura, de compasión, de consuelo". "¿Queremos transformar la Argentina? Nosotros, los hijos de Dios, los que creemos en Jesucristo, los hijos de María, los devotos de María vamos a transformarla, transformando nuestro corazón y siendo cada uno de nosotros generadores de esa transformación de nuestra sociedad", sostuvo. 

El Pontífice aseguró su presencia "como peregrino espiritual y 'virtual'", al acercarse la festividad de Nuestra Señora de Luján, patrona de los argentinos, en una carta manuscrita enviada al arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig. "La miraré una vez más y, también una vez más, me dejaré mirar por Ella. Esa mirada de madre que te renueva, te cuida, te da fuerzas. Y no estaré solo sino junto al santo pueblo fiel de Dios que la quiere tanto, pueblo fiel y pecador como yo", reflexionó.

El obispo castrense de Argentina, Santiago Olivera, reflexionó que "en este tiempo de pandemia y difícil prueba, en esta tormenta inesperada y furiosa -en palabras de Francisco- tenemos que aprovechar para sacar lo mejor de nosotros mismos, para no dejarnos confundir y obrar con prudencia y serenidad", al comenzar la novena en honor de la Patrona de Argentina, en el contexto del Año Mariano Nacional. "Los cristianos tenemos que saber que, pese a esta difícil prueba, todo sirve para bien de los que Dios ama", aseguró. 

La Comisión Episcopal de Ministerios de la Conferencia Episcopal Argentina indicaron a los presbíteros que es "consolador verlos arriesgando su propia vida junto a los que más sufren, a los más pobres e intentar visibilizarlos para que como sociedad estemos cerca". "En nombre del Pueblo de Dios, queridos hermanos sacerdotes: ¡Gracias! El testimonio que nos están dejando nos ayuda a que todos seamos 'con María, servidores de la Esperanza'", destacaron los prelados. 

El obispo de Catamarca, Luis Urbanc, presidió una histórica procesión atípica con la imagen de la Virgen del Valle, al concluir el septenario en honor de Nuestra Señora, que recorrió las calles vacías de la cuidad sin presencia de fieles. La manifestación de fe, en la que algunos vecinos se asomaron a sus portales para saludar a la Madre de Dios, se realizó en el contexto del Año Mariano Nacional por el Jubileo por los 400 años de la presencia de la imagen de Nuestra Señora del Valle. Urbanc se comprometió "a seguir profundizando el misterio de la Virgen Madre a lo largo de los meses venideros, para internalizar y agradecer tantas bendiciones recibidas por su intercesión".