El director de Comunicación Social en la Diócesis de Sokoto, Chris Omotosho, precisó que los sospechosos de secuestrar y asesinar al seminarista nigeriano de 18 años, Michael Nnadi, fueron capturados por policías en Nigeria. El joven Nnadi fue asesinado, tras ser secuestrado junto a otros 3 seminaristas del Seminario Good Shepherd en Kaduna por hombres armados camuflados.
El arzobispo emérito de Lagos, Anthony Olubunmi Okogie, denunció que "cuando el liderazgo de bajo nivel se combina con la tendencia aparentemente irresistible de robar y malgastar dinero de Nigeria, te encuentras en un país cuyos hospitales se reducen a simples salas de consulta". "El dinero debería usarse para establecer un régimen de prestación de servicios médicos de alta calidad", pidió.
La religiosa y presidente del Bethlehem Girls College, en la zona de Abule Ado, en Lagos, Henrietta Alokha, rescató a estudiantes que tenía a cargo durante un incendio, pero al abandonar las instalaciones se vio envuelta en llamas y quedo atrapada por el colapso del edificio. El arzobispo de Lagos, Alfred Adewale Martins, indicó que la hermana Henrietta, que ayudó de inmediato a las estudiantes a ponerse a salvo, "pagó el precio supremo de su vida para garantizar la seguridad de más de 300 estudiantes bajo su responsabilidad".
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, Augustine Akubueze, aseveró que están cansados de escuchar del gobierno de Nigeria que "Boko Haram fue 'técnicamente derrotado', incluso cuando todavía atacan con impunidad", al encabezar la marcha en Abuja. "Las lágrimas y dolores de los desvalidos cristianos perseguidos en Nigeria deberían ser bien informados en Occidente. Si los medios de comunicación occidentales brindan una cobertura integral y firme a las atrocidades que ocurren en Nigeria, descubrirán que las personas mueren diariamente en Nigeria de manos de Boko Haram de la misma manera que las personas mueren en Siria", imploró.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, Augustine Obiora Akubeze, indicó que "el presidente de Nigeria declaró que está conmocionado por los incesantes asesinatos de nigerianos, en su mayoría, cristianos". "Muchos nigerianos se preguntan si el presidente vive en un universo paralelo: ¿Cómo puede sorprenderse ahora después de que algunos de nosotros hayamos asistido a entierros masivos de cristianos asesinados por Boko Haram?", cuestionó. "Son demasiados los sacerdotes y religiosos que recientemente fueron secuestrados. Los seminaristas que fueron liberados, según supe están actualmente en tratamiento", lamentó Akubeze, quien recordó al seminarista Michael Nnadi, de 18 años, que fue asesinado.
La Diócesis de Yola, a cargo del obispo Stephen Dami Mamza, sentó las bases para la construcción de una residencia que albergará a quienes dejaron sus hogares tras ser forzados por Boko Haram en Maiduguri. "Es la primera vez que reubicamos personas debido a los desastres causados por otros seres humanos. Y definitivamente es la primera vez que los trasladamos a lugares permanentes a lo que pueden llamar hogar, lejos del terror en sus hogares anteriores", aseguró el director de Comunicaciones de la Diócesis de Yola, Moses Ma'aji.
El obispo de Sokoto, Matthew Hassan Kukah, confirmó que el último de los cuatro seminarista que permanecía en cautiverio, Michael Nnadi, de 18 años, fue asesinado por sus captores, y que su cadáver ya fue identificado. Los otros 3 seminaristas fueron liberados, uno el domingo 19 de enero, mientras que los otros dos el viernes 31. "Con el corazón roto, deseo informarles que nuestro querido hijo, Michael, fue asesinado por los delincuentes en una fecha que no podemos confirmar", precisó el prelado.
Boko Haram asesinó representante de la Asociación Cristiana de Nigeria en Michika del estado de Adamawa, Lawan Andimi, el lunes 20 de enero, que estaba secuestrado desde el 3 de enero, informó 'Ayuda a la Iglesia Necesitada' en Italia. "El reverendo Andimi, secuestrado por Boko Haram fue ejecutado ayer. Andimi era un líder de la iglesia, un padre para sus hijos y la comunidad a la que servía. Mis condolencias van a su familia", indicó el periodista Ahmed Salkida, precisó 'Daily Post'. En un reciente tuit, Salkida aseveró que Andimi "fue decapitado".
La fundación pontificia 'Ayuda a la Iglesia Necesitada' confirmó que uno de los seminaristas secuestrados fue liberado el sábado 18 de enero por sus captores, tras ser arrojado en la carretera Kaduna-Abuja. "Uno de los seminaristas fue liberado. Ayer por la tarde fue encontrado en la carretera. Ya estaba gravemente enfermo antes de ser secuestrado. Por esta razón, los secuestradores lo dejaron y podía ser recogido antes de morir. Ahora está recibiendo tratamiento en un hospital y está reaccionando bien. ¡Dios los bendiga y gracias por sus oraciones!", indicó.
El sacerdote nigeriano Joseph Bature Fidelis aseveró que los cristianos en el país son "realmente perseguidos". "Vivimos en Maiduguri como prisioneros. Es muy difícil salir y hacer una actividad. Estamos en riesgo de exterminación. Esto avanza en silencio. Nuestra gente sufre mucho. Por favor ayúdennos y no se queden quietos ante este exterminio que está ocurriendo en silencio", precisó el presbítero, al clamar ayuda internacional para que el país africano "haga algo" para defenderlos.
Desconocidos armados ingresaron al seminario mayor "Buen Pastor de Kakau" a lo largo de la carretera Kaduna-Abuja, en el centro de Nigeria, y secuestraron a 4 seminaristas, durante la noche del miércoles 8 de enero. Un portavoz de la policía precisó "tuvieron acceso al dormitorio de la escuela, que alberga a 268 estudiantes".
El obispo de Sokoto, Matthew Kukah, indicó que "están utilizando las palancas del poder para asegurar la supremacía del islam, lo que luego da más peso a la idea de que se puede lograr mediante la violencia". Reclamó por los pactos del gobierno con sectores extremistas que podrían interpretarse como una aprobación al discurso que justifica la acción de islamistas como Boko Haram. "Si las personas en el poder no hacen lo suficiente para integrar a los cristianos, entonces le dan oxígeno al islamismo", alertó.
El obispo de Sokoto, Matthew Kukah, exhortó a la comunidad internacional a "presionar a Nigeria para que proteja vidas", tras el video publicado por el Estado Islámico en África Occidental, en el que se ve el asesinato en Navidad de 10 rehenes cristianos -los decapitó- y uno musulmán -aparentemente murió de un disparo-, según indicó 'Ayuda a la Iglesia Necesitada. "¿Dónde está la repulsión moral ante esta tragedia?", cuestionó el prelado.
El Estado Islámico en África Occidental, la facción del grupo islamista que opera en la cuenca del lago Chad, asesinó a una decena de rehenes, en su mayoría cristianos, en Navidad, según informó el periodista nigeriano Ahmad Salkida. "Les hemos matado como venganza por las muertes de nuestros líderes, incluido Abu Bakr al Baghdadi", aseveraron los yihadistas. "El video fue filmado en un área exterior no identificada. Un cautivo en el medio es asesinado a tiros mientras que los otros 10 son empujados al suelo y decapitados", afirmó 'BBC'.
Los sacerdotes de la Diócesis de Awka Joseph Nweke y Felix Efobi fueron liberados, tras ser raptados por desconocidos armados cuando estaban en la carretera Benin-Owo como parte de una caravana de invitados a una boda. Los presbíteros fueron acorralados, luego que los asaltantes bloquearon solamente sus vehículos y se los llevaron. Según los testigos, los captores "simplemente secuestraron a los sacerdotes y dejaron a los demás", puesto que ni se interesaron por los automovilistas, ni siquiera se llevaron sus celulares.
La Diócesis de Enugu precisó que el párroco de San Patricio Ihuonyia, Amansi-Odo, Theophilus Ndulue, fue liberado. "El padre Theophilus Ndulue, que fue secuestrado cuando regresaba de la reunión del Consejo Pastoral Diocesano -presidida por el obispo local, Callistus Onaga- celebrada en la Catedral del Espíritu Santo, fue rescatado entre Eke y Egede", indicó la jurisdicción eclesiástica.
Los obispos de Nigeria precisaron que siguen "los enfrentamientos entre pastores y comunidades locales". "Que la Santísima Virgen María, nuestra madre, Reina de la Paz y patrona de Nigeria, interceda por nosotros", imploraron los prelados.
El arzobispo de Abuja, John Onaiyekan, solicitó al gobierno una acción incisiva para garantizar la seguridad, dado que hubo 75 víctimas y unas decenas de heridos en el último atentado en la localidad de Nganzai, en el estado de Borno, perpetrado por Boko Haram. "Se dice que quieren crear una zona en Nigeria donde la ley islámica sea la única, pero no se puede seguir matando. El hecho de que mataran a gente que regresaba de un funeral es la forma en que actúan. ¡Siempre atacaron a gente inocente!", sostuvo Onaiyekan.
El director diocesano de las Obras Misionales Pontificia de Maiduguri, Patrick Solomon Zaku, precisó que "solo en los últimos 10 años en la diócesis, Boko Haram provocó un daño incalculable a la Iglesia: más de 100 iglesias, parroquias y misiones fueron incendiadas y destruidas, así como numerosas escuelas y hospitales, sin contar los sacerdotes, catequistas y fieles asesinados". Destacó que "los sacerdotes de la parroquia continuaron administrando los sacramentos y asistiendo regularmente a la iglesia con los fieles para celebrar la Misa".
La Asociación de Directores de Comunicación Diocesanos de Nigeria solicitó a la Conferencia Episcopal que "busque las causas de los secuestros y asesinatos de sacerdotes y religiosos y trabaje con el gobierno para poner fin a estos actos sacrílegos". "Prescindir de sacerdotes y religiosos implica la desaparición de la Iglesia y de lo que esta representa", aseveró.
El sacerdote nigeriano que desarrolla su ministerio en la Diócesis española de Cartagena, Kenneth Chukwuka Iloabuchi, indicó "los cristianos que celebran las Misas los domingos, entran en una iglesia pero no saben si volverán a salir", y que pese a la persecución que padecen de Boko Haram quienes "quieren borrar en este mundo las huellas del cristianismo", ellos se mantienen firmes "alabando a Dios, rezando".
Los agentes policiales lograron liberar a los presbíteros Emmanuel Obadjere, Victor Adigboluja, Anthony Otegbola y Joseph Ediae que estaban en cautiverio en el estado de Edo.
Desconocidos armados secuestraron a 5 religiosas de las Misioneras de Marta y María, una congregación religiosa de la diócesis de Issele-Uku. Los captores dispararon para detener el vehículo de las monjas que regresaban de un funeral cerca de Agbor. Algunas balas alcanzaron al menos a 2 de ellas en las piernas.
Los obispos solicitaron a las autoridades que garanticen la liberación segura y sin condiciones de la joven cristiana aún raptada por negarse a convertirse al Islam hace 7 meses, las niñas de Chibok restantes y de las demás personas en cautiverio, como lo prometieron. Boko Haram indicó que se puso en contacto con el Gobierno de Buhari, pero no obtuvieron ninguna respuesta.
El párroco de la Iglesia Católica Emmanuel en el estado de Delta, Christopher Ogaga, fue raptado mientras viajaba de Okpe a Warri, donde iba a celebrar una Misa. "En sus esfuerzos por extraer grandes sumas de dinero, someten a sus víctimas a una violencia indescriptible que dura semanas o incluso meses", aseveraron los obispos del país, que antes prohibieron que se pague el dinero que solicitan los captores.
El diario nigeriano The Cable difundió un audio de 35 segundos como prueba de vida y una fotografía en la que se ve a Leah Sharibu, la joven cristiana de 15 años, vestida con un hijab. "Les ruego que me traten con compasión, hago un llamamiento al Gobierno, especialmente al presidente para que se apiade de mi y me saque de esta grave situación", sostuvo Leah.
El obispo de Gboko, William Avenya, denunció que sus "fieles están siendo asesinados o forzados a vivir como refugiados como resultado de la violencia". "En una época estos pastores Fulani estaban armados solamente con palos, pero ahora están armados con rifles AK-47, armas costosas que no podrían adquirir", aseveró.
MasLibres.org y CitizenGO piden al presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que logre la liberación de la Leah Sharibu, de 14 años, que es la única que aún permanece en cautiverio de las más de 100 estudiantes de la escuela en Dapchi en febrero pasado. Los extremistas asesinaron a 5 de ellas y liberaron al resto de las jóvenes, pero no a Sharibu.
El sacerdote Cornelius Kola indicó que durante el ataque en el Seminario Menor del Sagrado Corazón en la ciudad de Jalingo uno de los agresores "dijo 'mírenlo, mátenlo', pero otro se opuso". "Es lamentable que como Iglesia nosotros solo moldeemos a los niños para que sean buenos ciudadanos del país y que ahora seamos víctimas de ataques no provocados", aseveró el obispo local, Charles Hammawa.
El director de Comunicaciones de la Diócesis de Makurdi, Moses Iorapuu, confirmó el fallecimiento de los sacerdotes Joseph Gor y Felix Tyolaha y al menos 16 fieles, en la parroquia de San Ignacio de Ukpor-Mbalom. Algunos medios locales afirmaron que, después del ataque en el templo, los desconocidos asaltaron y quemaron más de 60 casas y campos de cultivo.
Los yihadistas dejaron en libertad a al menos 91 de las 110 niñas secuestradas de una escuela de Dapchi. "No vuelvan a llevar nunca a sus hijas a la escuela", aseveraron los yihadistas, al regresar a las menores al grito de "Alá es grande". "Una sigue con ellos porque es cristiana", indicó una de las liberadas, Khadija Grema, al referirse a Liah Sharibu, la única niña cristiana raptada en febrero.
La Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria, presidida por el arzobispo Augustine Akubeze, recordó "todo lo sagrado y la inviolabilidad de la vida humana", frente a los ataques contra la dignidad humana que padece el país, como la ola de asesinatos políticos y con fines rituales.
El director del Departamento para las Comunicaciones Sociales de la Arquidiócesis de Abuja, Patrick Alumuku, indicó la catedral en Llorin, en el Estado de Kwara, nordeste del país, fue atacada. "En Llorin conviven hasta ahora pacíficamente una mayoría musulmana con una fuerte presencia católica. Es la primera vez que sucede algo del género", sostuvo.
El obispo de Auchi, Gabriel Dunia, aseveró que el párroco de la Iglesia de San Benito de Okpella en el Estado de Edo, Lawrence Adorolo, fue secuestrado por hombres armados. Recordó que "la Iglesia no paga rescates", dado que los captores ya pidieron uno. "La diócesis implora la liberación incondicional del sacerdote", indicó el prelado.
La joven cristiana Rebeca Bitrus, de 24 años, afirmó que perdonó a los yihadistas. Por los golpes que recibió durante su cautiverio, perdió al bebé que gestaba. Además, asesinaron a su hijo Jonatán, de un año, que se ahogó, tras ser arrojado a un lago. Recordó que los captores "las hacían rezar cinco veces al día las plegarias musulmanas".
Las autoridades precisaron que la muerte del presbítero Cyriacus Onunkwo, que realizaba su servicio pastoral en Orlu, "es un claro caso de secuestro y homicidio", en el Estado de Imo, al sur del país.
El arzobispo de Kaduna, Matthew Ndagoso, indicó que el gobierno "aún no ha resarcido a las víctimas" de los ataques perpetrados por el grupo islamista. "El año pasado algunos jóvenes atacaron la iglesia católica de Saint Philips, Bakin Iku, cerca de Suleja, causando daños por varios millones. Nadie se ha puesto en nuestro lugar", aseveró el prelado.
El arzobispo de Abuja, John Onaiyekan, indicó que para que los católicos logren cristianizar el país deben "defender la verdad, predicar el Evangelio, cargar la Cruz y seguir al Señor Jesús".
Los agentes policiales de Nigeria lograron liberar al sacerdote Charles Nwachukwu, que pertenece a la diócesis de Okigwe, en el Estado de Imo, en el sureste del país. Las autoridades rescataron al Padre Nwachukwu, sin que se pagara un rescate, y además lograron la recuperación del coche del sacerdote, de algunas armas y municiones diferentes e incluso un cráneo.
El cardenal y arzobispo de Abuja, John Onaiyekan, lamentó que el gobierno haya esperado para actuar y aseveró que "tres años de angustia que podrían haberse evitado". Las autoridades negociaron la liberación de 82 menores a cambio de la excarcelación de algunos yihadistas. "No sabemos lo que han sufrido estas niñas, pero era suficiente ver sus caras en la televisión para entender que han pasado un periodo largo y terrible. Entre ellas hay una con una pierna amputada. ¿Quién puede medir el daño psicológico que sufrieron?", denunció.