África Central

El arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, recordó que el ébola "atormentaba el país desde el verano de 2018, causando miles de víctimas" e indicó que "aterra la posible propagación del COVID-19", dado que no tienen "los medios ni las soluciones logísticas para hacerle frente y sería un desastre". "En las noticias observamos lo que está sucediendo en Italia, España, América y no nos atrevemos a imaginar lo que ocurriría aquí si solo una pequeña parte de lo que sucede allí nos sucediera a nosotros", advirtió. 

El obispo de Maroua-Mokolo, Bruno Ateba, aseveró que "en el momento en que se creía que la bestia del Boko Haram había sido decapitaba por completo, el horror resurgió en el norte de Camerún". "En mi diócesis hubo 13 ataques en las últimas 4 semanas. Una iglesia fue quemada el día de Reyes, estamos investigando quien fue pero todo señala a que fue un acto terrorista", denunció el prelado. 

Los bomberos precisaron que el incendio en la histórica catedral en Malabo comenzó en dos puntos distintos y opuestos. "De lo que nos extrañamos como bomberos es que, en la torre de la entrada principal de la iglesia había fuego y al mismo tiempo que en la segunda torre donde se encuentra el altar. Normalmente, el fuego tiene que empezar por una dirección y dirigirse a la otra, pero que el fuego empiece en dos puntos diferentes, es lo que nos extraña como profesionales", aseguró el jefe del cuerpo de bomberos, Evaristo Abaga Ondo. 

La catedral de Santa Isabel en Malabo en Guinea Ecuatorial, cuya construcción comenzó en 1897 y finalizó en 1916, sufrió un grave incendio que arrasó con la nave central y provocó la caída del techo, entre otros desperfectos. El templo, emblema de la arquitectura colonial española, fue levantado con donaciones de fieles, compañías comerciales y del gobierno de España. Las autoridades precisaron que "desde hace 10 días" se realizaban tareas de restauración. 

Caritas Zambia exhortó a la caridad cristiana en apoyo de los menos favorecidos, frente a esta situación. "Como seguidores de Cristo, Jesús nos dijo que la marca de ser verdaderamente su discípulo es responder a las necesidades de nuestros hermanos que sufren", recordó Musamba Mubanga, especialista en programas de la entidad. 

Los prelados de Burundi recordaron que la tarea de los primeros misioneros "no fue fácil", dado que "dejaron a sus familias sin saber a dónde iban". "Muchos se enfermaron y murieron, otros fueron devorados por animales, algunos se ahogaron en las aguas de los ríos y mares que cruzaron en precarias embarcaciones y varios de ellos fueron asesinados", recordaron. "La Iglesia necesita un nuevo ímpetu, una nueva voluntad y una nueva esperanza en la pastoral misionera. No sean espectadores, sean misioneros junto con la Virgen María", exhortaron.   

El obispo de Mongu y director de Caritas Zambia, Evans Chinyemba, precisó que "esto comprometerá la nutrición y el estado de salud de la mayoría de las personas, especialmente de los niños, y si no se hace nada con urgencia, es posible que comencemos a sufrir muertes por hambre". "Ya hay informes de Gwembe de que las personas están compartiendo el agua con los animales", alertó Chinyemba. 

Desconocidos decapitaron a la religiosa española de las Hijas de Jesús Inés Nieves Sancho, de 77 años, en el lugar donde daba clases de costura a jóvenes sin recursos en la aldea de Nola, en República Centroafricana. Aseguró que, a pesar de su edad, quiso continuar en esta misión "hasta que las fuerzas la acompañen". "Nos vimos en Pascua y ella no quería irse. Me dijo: ¡No estoy sola! ¡Están las muchachas!", afirmó la monja Elvira Tutolo, de las Hermanas de la Caridad de Santa Giovanna Antida Thouret. 

El presidente de la Conferencia Episcopal de Zambia, George Cosmas Zumaire Lungu, lanzó la colecta extraordinaria para las víctimas del ciclón Idai, que afectó a Mozambique, Zimbabwe y Malawi. Lungu solicitó donaciones financieras y materiales para las víctimas del ciclón, las cuales deben enviarse al Secreteriado Católico antes de Semana Santa. 

El obispo de Gikongoro, Celestin Hakizimana, precisó que están "organizando un comité que examinará los estándares de todos los artículos a la venta", puesto que por ejemplo "hay algunas estatuas que retratan a un Jesús indio". "Los objetos sagrados tendrán la marca de Kibeho, para que cualquier cristiano pueda reconocer a los que no están falsificados", indicó Hakizimana. 

La Conferencia Episcopal del Congo en Brazzaville denunció que los jóvenes "están desorientados por las ideologías difundidas por ciertos movimientos religiosos y esotéricos que los manipulan, engañan y fanatizan para perseguir intereses ocultos". Los obispos le pidieron a los presbíteros que actuen "de forma modélica en la vida cotidiana y los jóvenes seguirán su ejemplo".

El secretario general de los claretianos, Joseba Kamiruaga Mieza, afirmó que los sacerdotes Jude Thaddeus Langeh Basebang y Placide Muntong, junto al estudiante Abel Fondem Ndia encuentran en libertad. Precisó que "se encuentran recibiendo atención médica y esperamos que los próximos días su estado físico y emocional se estabilice". 

Hombres armados raptaron a los sacerdotes Jude Thaddeus Langeh Basebang y Placide Muntong, junto a Abel Fondem Ndia, un estudiante de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María camino a Muyenge, en la región anglófona del suroeste de Camerún. 

Unidad para la Paz en el Centro de África, antiguos miembros de las milicias musulmanas de Seleka, son sospechados de perpetrar un ataque contra la catedral del Sagrado Corazón de Alindao, donde murieron 42 católicos entre los que se encuentra el vicario general de la diócesis, Abad Blaise Mada y presbítero Celestine Ngoumbango. 

El arzobispo de Bamenda, Cornelius Fontem Esua, precisó que el seminarista Gérard Anjiangwe, de 19 años, fue masacrado frente a la iglesia de Santa Teresa de la localidad de Bamessing. 

El obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, indicó "la Iglesia es la voz que se alzó contra esta situación" y es por eso que es perseguida. "Vimos escenas alucinantes de niños que tuvimos que recoger con un agujero en el pecho para llevarlos a una fosa común. Vimos sacerdotes a los que mataron. Nos destruyeron misiones. Yo recibo SMS en mi teléfono amenazándome de muerte", aseveró. 

Los fieles alertaron sobre un juramento religioso que tienen que tomar los funcionarios. "El juramento religioso es exclusivo y  reductivo en su visión del Estado y parece ser otra forma de restringir a los cristianos en las responsabilidades públicas", aseveraron. Actualmente, los medios de comunicación estatales realizan una campaña de ataque en contra de los católicos por denunciar la crisis social. 

El teólogo de las Sociedades Misioneras Africanas, Donald Zagore, precisó que se redujo los lugares de culto cristianos y musulmanes, tras la aprobación de una ley que prevé la clausura de los establecimientos que no reúnan determinadas condiciones. "¿Cerrar las iglesias y establecer criterios para convertirse en ministros es, realmente, una solución adecuada al problema de la religión en África?", cuestionó. 

Los prelados de República Centroafricana aseveraron que "la lucha contra el flagelo de la brujería pasa por el desarrollo de una justicia sólida que garantice los derechos de las víctimas; para los creyentes, también pasa por la profundización de la fe, la oración, el amor y el perdón".

El vicario general de la Arquidiócesis de Bambari, Firmin Gbagoua, fue masacrado de un disparo en el abdomen,  cuando estaba a la mesa para cenar, en compañía de otros sacerdotes, en la región central de la República Centroafricana.

Los prelados católicos indicaron que los ciudadanos "deben estar alerta para evitar cualquier manipulación". Los líderes musulmanes afirmaron que "los actos de violencia que se suceden desde hace tiempo en República Centroafricana tienen como objetivo convertir la crisis política en una crisis confesional".

El arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, recordó "a todos los creyentes que en el momento de la prueba debemos confiar en Dios, quien nos ha dado la paz de Cristo", luego del ataque en el hubo 24 víctimas fatales y más de 100 heridos. "Le pido a Cristo, Príncipe de la Paz, que toque los corazones de unos y otros para que se conviertan, depongan las armas y se miren a los ojos", indicó el prelado. 

El portavoz de la Arquidiócesis de Bangui, Walter Brad Mazangue, afirmó que el cadáver del presbítero Albert Toungoumale Baba fue transportado por cientos de manifestantes hasta el palacio presidencial, tras ser masacrado al celebrar una Misa en la iglesia Nuestra Señora de Fátima en Bangui. "Los criminales acorralaron la iglesia y comenzaron a disparar con armas y granadas", precisó un testigo.

El párroco de la iglesia dedicada al Beato Isidoro Bakanja, Pierre Mavinga, afirmó que lo golpearon a él -está hospitalizado con el brazo izquierdo dislocado tras un golpe de martillo infligido por los agresores- y a su vicario, y además les robaron. "Arrestos arbitrarios, secuestros o asesinatos. Este fue el destino de muchos sacerdotes y consagrados en los últimos tiempos", lamentaron fuentes eclesiásticas. 

El párroco de Kitchanga, Étienne Sengiyumva, fue masacrado un disparo en la cabeza que lo mató en el acto. "Étienne es el tercer sacerdote asesinado en la zona. Las investigaciones sobre los perpetradores de estas muertes nunca conducen a nada", lamentó el obispo de Goma, Théophile Kaboy. En esa diócesis, fue secuestrado en Domingo de Pascua el párroco de Karambi, Célestin Ngango, liberado días después. 

El arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, lamentó junto al imán Kobine Layama el asesinato del párroco de Séko, Joseph Désiré Angbabata. Fuentes locales de la Iglesia indicaron que testigos y sobrevivientes afirmaron que fueron "elementos de la 'Unidad para la Paz en Centroáfrica' quienes comenzaron a cometer actos violentos desde el pueblo de Goubali hasta la parroquia de Séko" y allí "mataron fríamente al Padre Angbabata y a una docena de cristianos". 

El secretario general de la Conferencia Episcopal del Congo, Armand Ibombo, indicó que temen que "se puedan infiltrar en el país algunos extremistas" provenientes de la República Centroafricana o Camerún, donde se encuentran los Seleka o Boko Haram. "Hubo un pequeño aumento de chicos congoleños que se convertieron en musulmanes y que dan testimonio de su nueva fe usando ropa islámica", precisó.

El funcionario del departamento gubernamental Junta de Desarrollo de Ruanda, Justus Kangwagye, indicó que "ir a Misa debería hacerse de una manera ordenada y reuniendo los estándares mínimos". Indicó que reabrirá aquellos templos religiosos que mejoren sus servicios. 

La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo denunciaron "la instrumentalización de los jóvenes por parte de algunos partidos políticos, con el fin de arruinar la marcha pacífica de los cristianos introduciendo la violencia, así como la ocupación de la Catedral de Notre Dame du Congo, el 24 de febrero, por parte de delincuentes". 

El prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Fernando Filoni, explicó que "Kinshasa posee una complejidad vinculada a la heterogeneidad étnica, con más de 70 grandes grupos étnicos presentes en el país".

El vicario general de la diócesis de Butembo-Beni, en Kivu del Norte, Laurent Sondirya, afirmó que el sacerdote Robert Masinda fue "liberado y está de viaje para llegar al Obispado", tras pasar 3 días en manos de sus captores. "No lo pude ver todavía pero llegará dentro de poco, junto con otra persona que estaba secuestrada con él", indicó Sondirya. 

El vicario general de la diócesis de Butembo-Beni, en Kivu del Norte al este de la República Democrática del Congo, Laurent Sondirya, aseguró que esperan que el presbítero Robert Masinda raptado junto a 5 colaboradores "sea liberado pronto". 

El arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo Pasinya, condenó el uso de granadas aturdidoras y fuego real de las fuerzas de seguridad de República Democrática del Congo durante las protestas de laicos que piden la dimisión del presidente Joseph Kabila, cuyo mandato expiró hace más de un año, al denunciar que "había policías y militares más armados que si estuvieran en un campo de batalla". 

El presidente de la Asociación Congolaise pour l'Accès à la Justice, Georges Kapiamba, indicó que tienen "constancia del arresto de diez sacerdotes, entre ellos el Padre Dieudonné Mukinayi, de la parroquia de Saint-Christophe de Binza Ozono". La iglesia en el país de África Central precisó que "las muertes confirmadas son al menos 5, pero podrían ser más tal vez 7". 

El arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo Pasinya, precisó que la represión de las manifestaciones pacíficas contra el presidente Joseph Kabila, que no convocó a elecciones como debía en 2017, es una "instrumentalización de la libertad religiosa para ocultar intereses como por ejemplo el acaparamiento de recursos, riquezas, el mantenimiento en el poder por métodos anticonstitucionales".

Un feligrés del templo de San Miguel en Kinshasa explicó que mientras rezaban "los soldados y policías entraron a la iglesia disparando gases lacrimógenos" para evitar que participaran en protestas pacíficas contra el gobierno, que no convocó a elecciones como debía en 2017. Una mujer identificada como Chantal precisó que "mucha gente se cayó al piso, los paramédicos trataban de reanimar a señoras mayores que se desmayaron, pero el sacerdote no paró la Misa". 

El obispo de Byumba, Servilien Nzakamwita, aseveró que el plan gubernamental representa "una licencia para que los chicos forniquen", y aseguró que la medida del Ministerio de Salud será responsable del incremento de embarazos precoces. En país africano hay 2.600.000 de chicas de entre 10 y 19 años y la tasa de madres adolescentes alcanza el 45 %.

El arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, aseguró que "es importante que el ser humano se dé cuenta del mal que ha cometido contra su hermano". Consideró que "de este ciclo no se sale", por lo que afirmó que "es necesario poner límites y no tiene que estar nada por encima de la ley", al explicar los crímenes y sufrimientos que padece la República Centroafricana.

El obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, aseveró que los jóvenes islamistas sólo "quieren pelear y se sientan justo delante de la catedral, para que nadie pase". "Lo que pasó en Gambo es muy grave. Llegaron los antibalaka y echaron a los Selekas, quienes volvieron y cortaron una decena de gargantas", indicó, al precisó que por este conflicto "la mitad de la población de Bangassou ha tenido que huir". 

El presidente de la Conferencia Episcopal del Camerún, Samuel Kleda, afirmó que realizaron la denuncia por el asesinato del obispo de Bafia, Jean Marie Benoit Bala, presentándose como parte civil, para que "se establezca la verdad", tras aseverar que los obispos "no están satisfechos" con las investigaciones realizadas hasta ahora sobre la muerte del prelado.