El Pontífice abordó cuestiones de actualidad internacional "con especial referencia en Venezuela, Siria y Ucrania" con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mientras que el mandatario conversó con el obispo de Roma "cuestiones relevantes para la vida de la Iglesia Católica en Rusia", entre otras.
El misionero claretiano español en San Petersburgo, José María Vegas, indicó que asistió "cuatro casos de posesión". "Un caso fue en Moscú, una mujer que durante muchos años estuvo vinculada a la adivinación y su marido a la astrología y magia. Cuando se convirtieron al catolicismo ella empezó a tener problemas, no podía entrar en la iglesia. En los exorcismos había reacciones bastante fuertes", reveló Vegas, único exorcista en el país desde hace 8 años.
El miembro de la Signatura Apostólica, Raymond Burke, argumentó que "como lo pone de manifiesto el mensaje de Fátima, los pastores de la Iglesia que cooperan de alguna manera con la apostasía, también por su silencio, tienen una pesada carga de responsabilidad". "Este suicidio espiritual es después del odio de Dios, el más grave de los pecados", sostuvo, en la Abadía de Buckfast, en Inglaterra.
El secretario del Estado Vaticano, Pietro Parolin, asistió a la reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con una delegación del máximo nivel proveniente de Roma. Putin exhortó a que "la relación de confianza con el Vaticano, y la prosecución de un diálogo constructivo, permita realizar acuerdos como aquellos alcanzados en los contactos precedentes con el Papa Francisco".
El cardenal y secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, se reunió con el Patriarca de Moscú, Kirill, en la residencia patriarcal del monasterio de San Daniel. Kirill indicó que "las relaciones recíprocas entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica en lo que hace a asegurar ayudas humanitarias en el Oriente Medio, sería un importante factor de unificación".
Igor Kovalevsky consideró que "no hay necesidad de anticipar los eventos", frente al viaje del cardenal Pietro Parolin a Moscú, donde se reunirá con el presidente Vladimir Putin y con el Patriarca ortodoxo Kirill. "Tal vez podría darse otro encuentro en un tercer país, pero hablar de una visita del patriarca al Vaticano o del Papa a Rusia todavía es prematuro", aseguró.
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Kurt Koch, indicó que la veneración de las reliquias del santo "fue un gran acontecimiento ecuménico". El oficial de la delegación del órgano vaticano, Hyacinthe Destivelle, indicó que "la extraordinaria afluencia de fieles en Moscú y San Petersburgo no sorprende", dado que "san Nicolás está muy ligado a la historia rusa".
El obispo de San Clemente en Saratov, Clemens Pickel, que presidió la Misa en Fátima, indicó que durante el régimen soviético "había muchas personas en Rusia que rezaban". "Ellos sabían de Fátima, pero era peligroso hablar de eso, si hablasen de Fátima, de los Pastorcitos, por ejemplo, podrían ser condenados a 10 años en Siberia, en los campos de trabajo", aseveró.
En marzo todas las parroquias de la Iglesia Católica en Crimea deberán adaptarse a la legislación rusa sobre las organizaciones religiosas.