Los cuerpos de los Mártires de Libia, cuya memoria se celebra el 15 de febrero, fueron encontrados con las manos atadas a la espalda y vestidos con los mismos trajes de color naranja que se veían en el vídeo difundido por los yihadistas. Además, se encontraron sus cabezas junto a sus restos, en una zona costera en las afueras de la ciudad de Sirte.
Algunas personas que lograron escapar de las atrocidades del Estado Islámico denunciaron que los yihadistas imponen desde agosto un rígido código islámico. "Cualquier persona si no se adecuaba, normalmente después de la oración del viernes, era azotado o crucificado en la plaza", indicó un fugitivo.
Los extremistas reivindicaron su responsabilidad en el rapto de los 3 cristianos, de nacionalidad nigeriana, ghanesa y egipcia, a través de las redes sociales con la publicación de fotos de los documentos de identidad de los secuestrados, y no dieron más detalles.
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, advirtió que el avance del Estado Islámico en Libia exige "intervenir pronto, pero cualquier intervención de tipo armado” debe ser “bajo el paraguas de la ONU”.
Autoridades italianas anunciaron este domingo el cierre temporal de su embajada en la capital libia, Trípoli, debido al deterioro de las condiciones de seguridad en ese país que enfrenta un conflicto interno desde hace años.
Aviones de combate bombardearon posiciones de los yihadistas, sus campos de entrenamiento y depósitos de armas para "buscar venganza contra los asesinos". Habría 50 milicianos muertos.