La constancia salvará sus vidas

Lc 21, 5-19.

Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan. No se alarmen; es necesario que esto ocurra. Les sucederá para que puedan dar testimonio de Mí. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.

 

La constancia

Constancia, perseverancia, resilencia o fidelidad, no son virtudes propias de nuestra cultura posmoderna. Sin embargo, Jesucristo nos recuerda que es gracias a la constancia como salvaremos nuestras vidas. No se trata de la actitud voluntarista o pelagiana de quien cree que con su solo esfuerzo es capaz de llevar una vida buena, agradable a Dios y merecedora de la salvación. Se trata de colaborar, ejerciendo nuestra libertad y responsabilidad, con la gracia de Dios. La salvación nos viene en última instancia de Aquél que subraya: Yo mismo les daré elocuencia y sabiduría.

El término griego con el que el evangelista san Lucas habla de constancia es ὑπομονὴ. Es el mismo que utiliza Jesús en la explicación de la Parábola del Sembrador:  Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a sus constancia (Lc 8, 15). No se refiere a la paciencia que se tiene con las personas, sino a la constancia y perseverancia a pesar de las dificultades.

 

Los obstáculos

Jesús no es de esos líderes que embaucan a sus seguidores prometiendo salvaciones fáciles y escondiendo dificultades. Por el contrario, Él advierte sobre estos falsos líderes: Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan. Por eso, el cristiano nunca deposita irreflexivamente su confianza en nadie, sea político, intelectual o periodista.

Jesús, por contra, presenta a las claras los obstáculos que conlleva la fidelidad a su propuesta, a su Persona, a su Nombre. Él es nuestro único Guía porque nos dice la verdad, porque es la Verdad, y nos advierte de las dificultades. Por eso, hoy más que nunca es necesario educar y educarse en la constancia, tanto a nivel humano como espiritual. Constancia a pesar de los obstáculos, que nunca faltarán. Constancia en las responsabilidades cotidianas, en los compromisos adquiridos, en la vida laboral, en la amistad, en el compañerismo, en la fidelidad matrimonial, en el cuidado de los hijos… Constancia en nuestra fe católica, en la lucha contra el pecado, en la vida sacramental, en la fidelidad apostólica, sacerdotal, consagrada…

 

Serán odiados

Es impactante constatar cómo Jesús profetiza lo que le sucederá a sus seguidores 20 siglos después, y podemos leer en las noticias a diario: los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.

Las palabras de Jesús y el testimonio de los cristianos perseguidos son el mejor antídoto contra el veneno de una concepción buenista de la fe, que identifica la caridad con el caer bien a todo el mundo, ser simpático para todos, no decir nunca nada que pueda contrariar a nadie, no hacer nada que vaya contra el establishment social, político y mediático. Eso no es ni bondadoso, ni caritativo, ni cristiano. Es simple y llanamente avergonzarse de Cristo, de su Cruz y de su Evangelio.

 

Salvarán sus vidas

La meta del seguimiento de Cristo es siempre feliz. Y como los cristianos son hombres y mujeres de esperanza, el día a día también es sereno y alegre debido a la confianza depositada en la palabra de Jesús: No se alarmen. Esto les sucederá para que puedan dar testimonio de Mí. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.

 

Señor Jesús, concédeme el don de la constancia hasta el final, como se lo concediste a tus santos mártires, para que yo también pueda dar testimonio de Ti sin desfallecer ni avergonzarme frente a las persecuciones, odios e incomprensiones que suscita tu Evangelio.

 

@fraytuk