Talibanes, los autores del atentado en Pakistán

El grupo extremista Jamaat ul-Ahrar, una división del Movimiento de Talibanes en Pakistán, fueron los que estuvieron detrás de la masacre de Lahore contra mujeres y niños cristianos, donde más de 70 personas murieron y 350 quedaron heridas, en domingo de Pascua.

Los islamistas pertececientes a Jamaat-ul-Ahrar perpetraron un atentado contra mujeres y niños que se encontraban en el parque Gulshan-e-Iqbal de Lahore, que estaba lleno, en el que la comunidad cristiana celebraba el domingo de Pascua. El vocero de Jamaat-ul-Ahrar, Ehansullah Ehsan, atribuyó la responsabilidad del atentado a la facción islamista que tienen como objetivo establecer la yihad en Pakistán. "Queríamos atacar a los cristianos que estaban celebrando la Pascua", declaró Ehsan.

Jamaat-ul-Ahrar, vinculado a Al Qaeda, es el segundo grupo que se separó este año del Movimiento de los talibanes en Pakistán (TTP), la organización principal que agrupa a más de 30 facciones islamistas  armadas, establecidos originalmente en el sur de la región pakistaní de Waziristán, fronteriza con Afganistán, que pretenden establecer un Estado Islámico en el país asiático. El TTP  fue formado en 2007. Se estima que en 2008 contaba con aproximadamente de 30 a 35.000 miembros, en alianza con Al Qaeda y los talibanes afganos.

"Desde finales de 2007 los talibán de Pakistán han operado como un potente factor de desestabilización interna y también en alguna medida para su país vecino, Afganistán. Además, su fuerza principal y más beligerante, Tehreek-e-Talibán Pakistán (TTP), ha demostrado cierta disposición adicional a proyectar terrorismo sobre otras partes del mundo y contribuir a la continuidad de la yihad global alentada por Al Qaeda, organización con la que ha mantenido contacto desde su fundación", indicó Luis de la Corte Ibáñez del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad de la Universidad Autónoma de Madrid.

Influidos por los guerreros extremistas llegados de Afganistán, desde 2003 varias milicias insurgentes comenzaron a aplicarse el nombre de 'Talibán' (estudiantes). La común adhesión a esa denominación seguramente ayudó a que la mayoría de las aludidas milicias aceptaran crear una amplia coalición que a finales de 2007 adoptó el nombre de Tehreek-eTalibán Pakistán (TTP), es decir, Movimiento de los Estudiantes de Pakistán. Cabe destacar la influencia de las madrasas en la conformación de este grupo, dado que las escuelas islámicas, tal como denunciaron algunas autoridades pakistaníes, serían utilizadas como medios de difusión de las ideas radicalizadas​. Por ello, comenzaron a cerrar madrasas sospechadas de tener vínculos directos con terroristas, en una campaña contra el islamismo, como parte de una estrategia nacional para frenar el extremismo.

El TTP fue fundado mediante una reunión consultiva que se realizó en diciembre de 2007. Los asistentes fueron varias decenas de líderes del noroeste y un grupo de jefes de las tribus de 24 distritos, 7 agencias tribales (FATA) y varias de las regiones que formaba parte de la Provincia de la Frontera Noroeste o KP. El pacto establecido por los asistentes incluyó el reconocimiento de un comando central al que todos deberían obediencia, con Baitullah Messud como su emir, un conocido militante radical que ya en 2005 había jurado fidelidad al mulá Omar, líder de los talibán de Afganistán. La creación del TTP y su posterior participación en ataques al ejército, alternados con treguas y sucesivos acuerdos de paz, permitió a sus líderes o comandantes ir ampliando su esfera de influencia dentro de las FATA y KP, siendo capaces en algunos lugares y momentos de imponerse su autoridad sobre la de los jefes tribales.

La ideología de los TTP tiene su raíz en la interpretación rigurosa del Islam suní procedente de la escuela Deobandí. También han recibido algún influjo de las ideas radicales y pansilamistas de Al Qaeda aunque éstas influyeron por igual a todas las facciones talibán. Jamaat-ul-Ahrar, la facción extremista de los TTP, opera desde 2014 y realizó varios ataques letales en el país asiático de mayoría musulmana. En concreto, Jamaat-ul-Ahrar, autores de la masacre en un parque de Lahore, se compone de facciones talibanes de 4 de los 7 distritos tribales distribuido a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán.

Tras una crisis interna a mediados de 2015, el grupo terrorista está liderado por Omar Khalid Khorasani, un pseudónimo que alude al antiguo territorio de Khorasan. La facción principal, que opera en Mohmand, un distrito tribal de 600.000 habitantes cerca de la ciudad de Peshawar, fue considerada desde el comienzo como una de las peligrosas del Talibán en Pakistán. Inclusive, en un vídeo difundido en 2014 sostuvieron que los talibanes se convirtieron en "seres indisciplinados y víctimas de su lucha interna". A comienzo de marzo, Jamaat-ul-Ahrar también se adjudicó un ataque suicida contra un tribunal de Peshawar, en represalia por la ejecución de Qadri, condenado por el asesinato del gobernador de Punjab, Salman Taseer, quien como autoridad buscaba cambiar las leyes contra la blasfemia y había defendido a la católica Asia Bibi. En 2015, el grupo terrorista reivindicó un atentado contra una iglesia católica de Lahore, que dejó 15 muertos y 70 heridos

Recientemente, los talibanes paquistaníes reivindicaron el sangriento atentado suicida que el 27 de marzo dejó decenas de muertos en un parque muy frecuentado de Lahore y confirmaron que fue un ataque deliberado contra cristianos. "Fue nuestra gente que atacó a los cristianos en Lahore, durante la celebración de Pascua. Es nuestro mensaje al gobierno que vamos a llevar a cabo este tipo de ataques de nuevo hasta que la sharia -ley islámica- se imponga en el país", sostuvo el portavoz del grupo, Ehsanullah Ehsan, en comunicación telefónica con la agencia de noticias AFP.

Frente a ello, las autoridades pakistaníes arrestaron a 5.200 personas y mantienen detenidas a más de 200, y el ministro de Justicia de la provincia del Punjab, Rana Sanaullah, afirmó que las fuerzas de seguridad "lanzaron una operación antiterrorista" en la región de la que participan la Policía, las fuerzas especiales y el Departamento Antiterrorista. Algunos sobrevivientes víctimas del terrible atentado en capital de Punjab, testimoniaron el último ataque de Jamaat-ul-Ahrar, como lo hizo Zaeeshan Taj, de 24 años, que tiene quemaduras en todo el brazo izquierdo y ambas piernas fracturadas. "Aquella tarde estábamos a punto de irnos, cuando la bomba explotó. Durante cinco segundos, vi como todos los presentes se prendían fuego. Traté de ponerme de pie luego del fogonazo, pero mis piernas no me respondían. Di mi teléfono celular a un peatón, que llamó a mi padre. Pero luego se fue sin devolverme el teléfono. Estaba sin ayuda y sin esperanza", recordó Taj, quien vivió en carne propia el extremismo islamista de los talibanes. 

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