¿Qué quieres ser de mayor?

¡Hola! Soy Aquiles, un intento de joven cristiano español. Cada dos semanas, os iré contando lo que me ha pasado, lo que he hecho y lo que creo que debería haber hecho.

Últimamente me estoy enfrentando a un problema que ya llevo arrastrando varios años pero que desde hace unas semanas me tiene bastante angustiado. Este es como diría un niño "qué quiero ser de mayor", y es que en mi corazón se está llevando a cabo una verdadera disputa, que me tiene casi en vilo las 24 horas del día.

Como ya he dicho alguna vez, estoy estudiando el último curso antes de la universidad, y cuando acabe este año tendré que decidirme, y no tengo ni idea de lo que quiero hacer. No obstante hay algo que me preocupa más todavía y es que no tengo ni idea de lo que Dios quiere que haga, cuáles son sus planes para mí.

Y aún hay más, y es que debido a mi temperamento, quiero ser yo el que decida mi futuro y controle todos los pasos que dé en mi vida, y no sé si estaría dispuesto a aceptar aquello que Dios me pidiera. Esto sé que no está bien, aunque también sé cuál es la solución: rezar. Rezar mucho y tener una confianza ciega en Dios, sabiendo que el plan que ha preparado para mí es el que más feliz me va a hacer y que más me va a ayudar a ir al cielo.

Y os voy a confesar una cosa, aunque realmente quiero saber cuáles son Sus planes para cumplirlos y ser feliz, me da mucho miedo. Miedo porque no me guste la respuesta, porque no se ajusten a mis planes y me suponga una renuncia a mi mismo, a mis intereses. Sé que es un comportamiento egoísta, pues todo lo que tengo y todo lo que soy me lo ha dado Dios, y no debo ser más que un instrumento en sus manos, pero me va a costar mucho superarlo.

Aunque sea difícil, y nos cueste mucho aceptarlo y llevarlo a cabo, este es mi consejo para todos los que os encontréis en situaciones parecidas, de incertidumbre ante la voluntad de Dios: humilidad, reconocer que todo lo que somos nos lo ha dado Dios y oración, pedir insistentemente que nos indique el camino.

Esto es todo por hoy, os pido que recéis por mí y espero que os haya ayudado el consejo de uno como vosotros, el consejo de un amigo.

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