Todas estas cosas malas


Cada sábado publicaré en esta sección un comentario a la lectura del Evangelio correspondiente a la celebración litúrgica del domingo siguiente. Espero sea de algún provecho.

Mc 7, 1-8.14-15.21-23.

Todas estas cosas malas, dice Jesús. ¿Cuáles son las cosas malas para Jesús? Doce:

– Fornicaciones. La palabra usada en el evangelio de Marcos es porneia (πορνεῖαι) de la que viene 'pornografía'. Con esta palabra se designa tanto las relaciones prematrimoniales como la prostitución. Cierta sensibilidad moral (o inmoral) de nuestros días ha perdido la capacidad de percibir como cosa mala la fornicación, la prostitución, la pornografía. Es la esquizofrenia que denuncia el cardenal Barbarin: "Esta sociedad excita los deseos sexuales y luego llena las prisiones por crímenes sexuales".

Robos. Desde el motochorro que trata de afanar a punta de pistola al "amicou" y queda impune, hasta la corrupción de políticos y empresarios, pasando por el grupo de pibes que roban porque no les gusta trabajar, y en dos horas "laburando" de ladrones ganan tanto como en 20 partiéndose el lomo. Y qué decir de los peores, los que dentro de la vida de la Iglesia meten la mano en la lata. Robos todos. Cosas malas.

Homicidios. Desde el homicidio de barrio, donde la vida no vale un peso y ni es noticia el que aparece tirado en la zanja, hasta el homicidio del alto funcionario de la justicia, pasando por el homicidio del niño antes de nacer, a veces con venta de sus órganos incluida.

Adulterios. Es cosa mala la infidelidad matrimonial, esté "de moda" o no esté "de moda".

Avaricias. Hay que vivir para ver hermanos peleando por la herencia, u obras sociales mezquinando un servicio sanitario básico a un abuelito. Qué cosa mala es la avaricia. Antes de romper el saco, rompe la convivencia y convierte a nuestros semejantes en objetos de menor valor que un puñado de dólares.

Maldades. Algunos no respetan ni lo sagrado.

– Engaños. A veces se habla de mentira piadosa. Otras veces el engaño se convierte en forma de vida en el ámbito familiar, laboral, social. En definitiva, cosas malas.

Deshonestidades. El término griego que aparece en san Marcos es asélgeia (ἀσέλγεια): desenfreno, libertinaje. De las cosas más desagradables, sobre todo por la falta de respeto a los menores, es la erotización de la vía pública, y de la radio y la televisión, en conversaciones y en imágenes, sin respetar el horario de protección del menor. Cosa mala una sociedad que alimenta las pasiones más bajas de los adultos olvidando la existencia de los niños.

Envidias. Literalmente, "ojo maligno" (ὀφθαλμὸς πονηρός). Realmente es maligno el ojo del que se entristece de que el vecino se compre un cero kilómetros, y disfruta de que ese compañero de trabajo al que todo le parecía ir bien, tenga una crisis matrimonial. Peor si estos ojos son idiosincráticos.

Difamación. Traduce "blasfemia" (βλασφημία). Porque no sólo es cosa mala hablar mal de Dios, sino también hablar mal del prójimo.

Orgullo. Y qué mayor orgullo que el de quien cree que no necesita de Dios, que puede vivir sin tener relación con Él, sin oración.

Desatino. Un ejemplo de desatino: el racismo. Debe ser compatible amar mucho a tu país y no discriminar a los de otras nacionalidades. Despreciar a las personas por su color de piel es un grave desatino, es cosa mala.

 

Comparto algunas reflexiones dirigidas a todos aquellos que creen de verdad que Jesús es el Hijo de Dios, el Maestro:

Jesús no predica un amor de Dios sin compromisos, un evangelio sin moral, una ética formal sin poner nombre y apellido a virtudes y vicios, una misericordia que justifique y excuse el mal bajo el pretexto "somos humanos" o "Diosito sabe…", una 'buendad' divina que sea coartada del delincuente, del injusto, del lujurioso…

– Aunque socialmente alguna de estas doce cosas no estén vistas socialmente como malas, un cristiano que lo sea debe estar convencido de que son malas, si no por reflexión propia ni por experiencia, al menos por confianza en la enseñanza de Jesús.

– Estas cosas no son malas porque a Jesús se le ocurra que lo sean, o porque van contra mandamientos que al Creador se le haya antojado prescribir, sino porque manchan al hombre, como el mismo Jesús explica. Lo dañan, lo hacen peor persona, manchan la convivencia en familia, en sociedad, estropean las relaciones laborales… y por eso ofenden a Dios.

– Jesús menciona 3 desordenes en el campo de la sexualidad (fornicaciones, adulterios y deshonestidades), 3 que tienen que ver con el dinero, con el 'tener' (robos, avaricias, envidias), 2 relacionadas más directamente con la palabra (engaños, difamación)… No sólo existen el 6º y el 9º mandamiento, ni sólo el 5º y el 7º. Hay 10 mandamientos ayer, hoy y siempre.

– Si los bautizados dejamos de llamar pan al pan y vino al vino, si dejamos de llamar cosas malas a las cosas malas por vergüenza, por no chocar, por no ser despreciado, por no ser tachado de retrógrado, entonces el mal campará a sus anchas sin ser desenmascarado, como una enfermedad sin síntomas ni diagnóstico, que mata lentamente. Una Iglesia que no recordase que las relaciones prematrimoniales son inmorales, que las personas valen más que el dinero, que la pornografía embrutece, que el aborto es un homicidio… estaría impidiendo hablar a Jesús, porque Él habla claro y concreto. El Cuerpo de Cristo no pude silenciar la boca de su Cabeza.

– Los padres, los verdaderos amigos, los catequistas, los sacerdotes que iluminan las conciencias con la verdad de la malicia de estos doce vicios que Jesús deplora, están prestando un servicio de primer orden a la sociedad.

@fraytuk

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