Boko Haram

Hace unas semanas, el líder de Boko Haram anunció que se une al Estado Islámico y juró lealtad a su califa, Abu Bakr al-Bagdadi, en un video difundido en las redes sociales donde prometió que lo va a "escuchar y a obedecer tanto en tiempos de prosperidad como en tiempos de dificultad".

Boko Haram es una organización terrorista de carácter fundamentalista islámica, que opera en el noroeste de África, cuyo nombre significa ‘la educación occidental está prohíbida’. Este grupo tiene como objetivo aplicar la “sharía”, es decir la ley islámica. Predican un islam riguroso y radical. La ideología del movimiento está inspirada en los talibanes de Afganistán. El grupo terrorista no sólo amenaza a Nigeria, sino que ya cometió atentados en Níger, Chad y Camerún. Nigeria, con una población de 175 millones es la nación más poblada y considerada una potencia política y económica en el continente. El socio clave de Estados Unidos es rico en petróleo, es un importante socio comercial de China, y es el centro del negocio global en la región. Hay una línea en la nación nigeriana que separa el norte, en su mayoría musulmán y el sur, cristiano y animista. En el norte, feudo histórico del movimiento, la ley islámica se aplica en numerosos estados y Boko Haram, a pesar de lo que dice el Gobierno, está bien establecido.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, aseguró la semana pasada que militantes de Boko Haram están viajando a los campos de entrenamiento de Estado Islámico. "Juramos lealtad al califa de los musulmanes, Abu Bakr al-Bagdadi, y lo vamos a escuchar y a obedecer tanto en tiempos de prosperidad como en tiempos de dificultad. Llamamos a los musulmanes de todo el mundo a demostrar también su lealtad al califa porque es la única cura para las diferencias que dividen a laumma (comunidad)”, sostuvo su líder, Abubakar Shekau. Shekau nació en la villa Shekau, en la frontera con Níger. Estudió con un clérigo y asistió a la Universidad de Estudios Islámicos y Legales de Borno. Por eso también es conocido como ‘Darul Tawheed’, experto en monoteísmo o la identidad de Allah. El actual líder de Boko Haran tomó el control del grupo e intensificó los ataques a niveles completamente nuevos. Asesinó y secuestró a occidentales, y comenzó una campaña de ataques que tenía como objetivo iglesias, mezquitas y edificios gubernamentales. Mohammed Yusuf fue asesinado en un operativo de seguridad en 2009, junto a 700 de sus seguidores. Este hecho posicionó a Shekau al mando de dicha grupo terrorista. Shekau prometió vengarse, asesinando trabajadores de gobierno, oficiales de policía, periodistas, civiles, estudiantes y feligreses. 

El Ejército nigeriano anunció la muerte de Shekau varias veces, pero luego tuvo que retractarse porque este aparecía en videos de propaganda burlándose. Casi lo atrapan en septiembre de 2012, cuando allanaron su casa, a donde había ido para la ceremonia de nombramiento de su hijo recién nacido, según el grupo International Crisis. Se las arregló para escapar con una herida de bala en la pierna; su esposa y tres niños fueron detenidos por el Ejército. El líder de esta organización pera en las sombras y deja que sus subordinados realicen sus órdenes repulsivas. Reaparece de vez en cuando en mensajes videograbados para burlarse de la impotencia del Ejército nigeriano, y utiliza su fe para reclutar a su ‘causa’ a crédulos y marginados. El grupo existió bajo varios nombres desde finales de los años noventa. El actual Boko Haram surgió en 2002. Con una mezcla de magia negra y oscurantismo, su objetivo inicial era derrocar al Gobierno de Nigeria, al que consideran corrupto e infiel. Su fundador fue Mohamed Yusuf, conocido por sus plegarias fanáticas y su rechazo a cualquier forma de occidentalización, así como al islam moderado. A partir de 2009 intensifican los ataques, sembrando el terror en el país. Ese año Yusuf es arrestado y fusilado. Desde entonces, el grupo realiza matanzas en serie contra todo tipo de objetivos. De junio de 2013 a abril de 2014, 43 atentados. Entre las víctimas, más de 200 niños y adolescentes. Su castigo por haber querido ir al colegio. La educación de las niñas es una importante arma contra el extremismo religioso.

El 14 de abril de 2014, Boko Haram tomó repercusión mundial con el ‘secuestro de Chibok’. El rapto de más de doscientas niñas de una escuela en Jibik fue parte de una campaña política en contra de la educación occidental de los estados de Borno, Yobe y Adamawa. Todas las escuelas en el estado de Borno fueron cerradas. “Yo tengo a las niñas, las niñas deben casarse. Estamos en contra de la educación occidental. Yo digo, paren la educación occidental, señoritas, vayan y cásense. Repito, yo me llevé a las niñas y voy a venderlas. Apoyamos todos los ataques en escuelas de educación occidental. Hemos prometido quemar los colegios porque no pertenecen a Alá y los profetas. Se han creado para luchar contra el Islam”, sostenía en un vídeo el líder de la organización terrorista nigeriana, Abubakar Shekau. El 5 de mayo, el líder del grupo reivindicó el secuestro a través de un video donde afirma que las venderá en el mercado y que la educación occidental debe cesar. “Pensamos que eran soldados. Nos pidieron que subiéramos a un vehículo. Pero mis amigas y yo saltamos de él y corrimos hacia casa, porque nos dimos cuenta de que no nos miraban de forma inocente”, sostuvo Armina, una de las 53 niñas que pudieron escapar. Otra de las niñas raptadas en un secuestro anterior, y que pudo escapar, cuenta que las cautivas eran violadas varias veces por día y forzadas a convertirse al islam, y que les cortaban la garganta si no lo hacían.

A principios de marzo de este año, el presidente de Nigeria aseguró que las 200 niñas secuestradas por Boko Haram están vivas. "La buena noticia es que no las han matado, porque cuando los terroristas matan muestran los cuerpos para intimidar a la gente. Así, esas niñas están vivas, y por eso conseguiremos rescatarlas. Por suerte, estamos reduciendo las áreas que controlan los insurgentes, así que lo lograremos", afirmó en el diario nigeriano The Punch y reprodujo la agencia de noticias Europa Press. Sin embargo, el mandatario no presentó prueba alguna para tal aseveración sobre las 200 niñas que fueron secuestradas hace ya casi once meses en la localidad de Chibok. Fue la primera vez que llevaron a cabo un secuestro de tal magnitud con una escuela como escenario, pero no el único. En septiembre de 2013, entre 40 y 50 estudiantes fueron secuestrados en un colegio de Gujba y posteriormente asesinados. En febrero de 2014, en Buni Yadi, 59 niños y adolescentes de entre 8 y 18 años fueron asesinados, también en su escuela. En noviembre de 2014, el grupo secuestró a docenas de mujeres cristianas, la mayoría de quienes más adelante fueron rescatadas por los militares. Algunas estaban embarazadas o tenían niños mientras, otras fueron forzadas a convertirse al Islam y a casarse con sus secuestradores. En 2011, un ataque suicida de Boko Haram en el edificio de las Naciones Unidas en Abuja mató al menos a 25 personas.

La Unidad de Inteligencia Financiera de Nigeria sostiene que la financiación del grupo terrorista se realiza mediante organizaciones musulmanas de caridad. El azaque, prescrito en el Corán, es una proporción fija de la riqueza personal que debe tributarse para ayudar a los pobres y necesitados, pero que representa uno de los principales medios de financiación de Boko Haram. ‘Human Rights Watch’, una de las organizaciones no gubernamentales en el mundo dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos, estima que en los últimos cinco años, más de 3.000 personas fueron asesinadas por Boko Haram. Y por el momento, las más de 200 niñas secuestradas por recibir educación siguen desaparecidas, en manos del grupo terrorista nigeriano. 

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