Cardenal de República Democrática del Congo: «Ni siquiera tuvimos el tiempo de metabolizar la buena noticia de la liberación gradual del ébola»

El arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, recordó que el ébola "atormentaba el país desde el verano de 2018, causando miles de víctimas" e indicó que "aterra la posible propagación del COVID-19", dado que no tienen "los medios ni las soluciones logísticas para hacerle frente y sería un desastre". "En las noticias observamos lo que está sucediendo en Italia, España, América y no nos atrevemos a imaginar lo que ocurriría aquí si solo una pequeña parte de lo que sucede allí nos sucediera a nosotros", advirtió. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Fides.

AHORA ENFRENTAN LOS NUEVOS CONTAGIOS DEL CORONAVIRUS.

Vatican News.

El cardenal y arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, precisó que está preocupado por la propagación de la pandemia en República Democrática del Congo, y que ahora tienen que lidiar con los primeros contagios del coronavirus, dado que "ni siquiera tuvieron el tiempo de metabolizar la buena noticia de la liberación gradual de la pesadilla del ébola, que atormentaba el país desde el verano de 2018, causando miles de víctimas". Reiteró las condiciones de pobreza y falta de preparación a las que se enfrentan. 

"Nos aterra la posible propagación del COVID-19 aquí en el Congo; no tenemos los medios ni las soluciones logísticas para hacerle frente y sería un desastre", sostuvo, al asegurar que "existe un gran temor porque el número de personas infectadas aumenta día a día". "Mi diócesis es la más afectada, la mayoría de los casos se concentran en la capital donde viven 12.000.000 de personas, pero tememos que también se extienda a otras áreas del país. En las noticias observamos lo que está sucediendo en Italia, España, América y no nos atrevemos a imaginar lo que ocurriría aquí si solo una pequeña parte de lo que sucede allí nos sucediera a nosotros", advirtió. 

Indicó que "el gobierno pidió limitar la circulación, lavarse las manos, quedarse en casa todo lo que sea posible, pero aquí, el lema 'yo me quedo en casa' en muchos casos no tendría sentido, porque las casas son precarias, en una habitación pequeña viven entre 10 y 15 personas, la gran mayoría de nuestra población vive en la calle todo el día". "Como Iglesia, estamos dialogando con el Presidente para encontrar soluciones, porque tememos que la indicación de quedarse en casa no funcione en la mayoría de las situaciones. También existe el riesgo de saqueo en el caso de epidemias masivas y hospitalizaciones, especialmente por parte de militares y policías", alertó Ambongo.