Se realizará encuentro de Obispos Eméritos de Hispanoamérica y El Caribe

"La Iglesia busca ofrecer una atención especial a aquellos obispos de toda América Latina y El Caribe que después de años de trabajo pastoral y de conducción de las diócesis se encuentran en retiro de labores”, sostuvo CELAM.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

DEL 23 AL 27 DE MARZO.

Se realizará el ‘Primer Encuentro de Obispos Eméritos de América Latina y El Caribe’ organizado por el Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo en el área de Conferencias Episcopales e Iglesias particulares del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), del 23 al 27 de marzo, en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en Bogotá, Colombia.

"La Iglesia busca ofrecer una atención especial a aquellos obispos de toda América Latina y El Caribe que después de años de trabajo pastoral y de conducción de las diócesis se encuentran en retiro de labores. El propósito del evento es promover un espacio de encuentro y diálogo fraterno para profundizar sobre el Episcopado en medio de nuestros pastores Eméritos, en lo formativo, y compartir su realidad pastoral a la cual son llamados durante toda su vida", sostuvo el CELAM.

El Obispo Emérito continúa siendo miembro del Colegio episcopal con el derecho de continuar ayudando al Papa y de colaborar con él para el bien de toda la Iglesia. De acuerdo con el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos ‘Apostolorum Successores' de la Congregación para los Obispos, todo Obispos diocesano, Obispo Coadjutor y Obispo Auxiliar al cumplir 75 años de edad, está invitado a presentar al Santo Padre la renuncia de su oficio. Una vez se publica la aceptación de la renuncia por parte del Papa el Obispo diocesano asume el título de Obispo Emérito de la diócesis, mientras que el Obispo Auxiliar conserva el título con el apelativo de "ex Obispo Auxiliar". En relación con la Iglesia Universal, el Obispo Emérito continúa siendo miembro del Colegio episcopal en virtud de la consagración sacramental, con el derecho de continuar ayudando al Romano Pontífice y de colaborar con él para el bien de toda la Iglesia. En este sentido, hasta la edad de 80 años, puede ser nombrado miembro y ser consultor de los dicasterios vaticanos.