Cardenal Zen: «El acuerdo del Vaticano significa la aniquilación de la Iglesia verdadera en China»

El obispo emérito Hong Kong, Joseph Zen, pidió a "los obispos y sacerdotes clandestinos de China" que "por favor, no comiencen una revolución", frente al acuerdo provisorio establecido entre la Santa Sede y el Gobierno de Xi Jinping, en un artículo publicado en el New York Times. ¿Ellos -las autoridades- toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias. Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno", indicó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

PIDIÓ A LOS FIELES VOLVER "A LAS CATACUMBAS".

El cardenal y obispo emérito Hong Kong, Joseph Zen, afirmó que "el acuerdo del Vaticano, que buscaba la unificación de la Iglesia en China, significa la aniquilación de la Iglesia verdadera en China", en un artículo publicado en el New York Times, el miércoles 24 de octubre. Beijing y la Santa Sede rompieron relaciones diplomáticas en 1951, por decisión de uno de los mayores genocidas de la historia Mao Tse Tung. El líder comunista asesinó entre 49.000.000 y 78.000.000 de personas durante su mandato, sea por ejecución, encarcelamiento o de hambre.

Zen pidió a los católicos "volver a las catacumbas". "A los obispos y sacerdotes clandestinos de China sólo puedo decirles esto: por favor, no comiencen una revolución. ¿Ellos -las autoridades- toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias. Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno. La Santa Sede y Beijing rompieron lazos en la década de 1950. Los católicos y otros creyentes eran arrestados y enviados a campos de trabajo. Yo volví a China en 1974, y la situación era terrible, peor de lo que puedan imaginar. Era una nación bajo la esclavitud y olvidamos estas cosas fácilmente", denunció. 

"Olvidamos que nunca se puede tener realmente un buen acuerdo con un régimen totalitario. El Papa, un argentino, no parece entender a los comunistas. Es muy pastoral y proviene de América del Sur. Francisco puede tener una simpatía natural por los comunistas porque para él, ellos son los 'perseguidos'. Él no los conoce como los perseguidores en que se convierten una vez en el poder, como los comunistas de China", precisó el prelado, al indicar que debido a las restricciones actuales del Gobierno chino contra la Iglesia, "los sacerdotes clandestinos en el continente me dicen que están desalentando a los fieles a ir a Misa para evitar que los arresten".