Arzobispo Padrón: «El peligro está en que nuestro pueblo se acostumbre a que lo maltraten»

Desde el Arzobispado de Cumaná, en el estado Sucre, el arzobispo Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, aboga y reza por la reconciliación y les pide a los venezolanos que no se acostumbren "a sufrir, a los maltratos y a hacer colas".

Autor: VenL. / Fuente: LA VERDAD.

PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE VENEZUELA

Estas son algunas de las preguntas y respuestas del arzobispo Padrón al diario 'La Verdad':

Le acusan de representar a la Iglesia burguesa. ¿Qué opina al respecto?

"Eso es una descalificación, es como si yo tratara a alguien de ladrón o cualquier otra cosa. No hay ninguna razón para que la Conferencia Episcopal Venezolana represente a la burguesía. En todo caso, la burguesía venezolana hoy es la burguesía del Gobierno, no hay otra. El Gobierno les ha quitado los medios de producción a los privados, de manera que quien tiene el control absoluto, que es lo que al fin y al cabo constituye una característica social de la burguesía, es el mismo Gobierno. Quienes hoy están en el Ejecutivo son los que están identificados con esa élite".

Hay quienes lo señalan de utilizar “la sotana para hacer política”. ¿Qué les responde?

"No tenemos que ser militantes de un partido para tener derecho a la participación. La crítica es parte de ese derecho de opinar. Decir que la Conferencia Episcopal es un partido es un error, además de que es una estrategia comunicacional para descalificar. Nosotros, como venezolanos y ciudadanos, tenemos la obligación de participar en la dinámica social, por eso tenemos la capacidad y el derecho de criticar al Gobierno o a cualquier otra institución, como también nosotros somos objeto de críticas. Lo peor que puede sucederles a los venezolanos y a las instituciones del Estado es la pérdida del espíritu de crítica. El peligro está es en que nuestro pueblo se acostumbre, se acostumbre a sufrir, a que lo maltraten, a hacer colas y sobrellevar realidades que van en contra de su dignidad. El pueblo no tiene por qué hacer cola para conseguir la comida. El pueblo pasa penurias por la escasez y el fracaso del modelo socialista marxista".

¿Por qué cree que cayó mal en los voceros del Gobierno que les llamaran totalitarios? 

"No hablamos del Gobierno. Nosotros dijimos que el sistema es el equivocado, fracasado como tal, eso es histórico y nadie lo puede negar. El mismo Fidel [Castro] lo admitió el año pasado, que para ellos, los cubanos, no dio resultado el sistema comunista. Si eso lo dice Fidel, ¿qué más vamos a esperar? Esto está muy claro. En segundo lugar, nosotros no señalamos a Fulano o Zutano, dijimos que es el sistema, porque pueden poner en el Gobierno a cualquiera, pueden poner a Mandraque y no funcionará, eso esta comprobado. Aquí se evidencia en las colas que hace la gente en las farmacias y en las calles. Lo más terrible es que las madres tengan que salir con niños a las 5.00 de la mañana para comprar un pañal; eso es una cosa que, además de ridícula, es una evidencia del fracaso que alertamos".

¿Qué hay que cambiar en el diálogo para que no se repita el fracaso del año pasado?

"El diálogo tiene que ser de altura, donde no exista una simple conversación, ni tampoco mostrarse en televisión. Supone un camino largo que lleva etapas diversas, que a lo mejor se adelanta, pero también se atrasa. Sobre todo, el diálogo supone una agenda con objetivos y metas concretas para buscar unos resultados, porque tenemos que saber qué es lo que queremos y tenemos que cambiar; si apuntamos sin tener un objetivo preciso se pierde el punto de interés".