Obispo de Nigeria: «Comunidades enteras han sido destruidas y la ira en el país es palpable»

El Arzobispo de Kaduna, Mathew Man'Oso Ndagoso, durante la homilía por el centenario de la Diócesis de Shendam, hizo un fuerte llamado a la acción en contra del terrorismo y propuso la alteración del sistema de ganadería tradicional que ha permitido el reclutamiento de pastores nómadas para las organizaciones anticristianas.

Autor: VenL. / Fuente: Gaudium Press.

TERRORISMO CRISTIANÓFOBO DE LOS PASTORES FULANI.

"Instamos a todas las partes interesadas a tomar medidas para fomentar la creación de un entorno propicio para el establecimiento progresivo de ranchos por parte de los gobiernos, las comunidades y los individuos, para ayudar a detener la violencia que amenaza la vida social de nuestro país", invitó el prelado.

La participación de los pastores Fulani en la violencia del país justo tras el repliegue de las fuerzas del grupo terrorista Boko Haram ha puesto en evidencia la instrumentalización del modo de vida de estos grupos para perpetrar ataques contra los creyentes. Los Fulani atacan selectivamente a los agricultores cristianos y han generado una nueva emergencia en el país.

Ndagoso insistió en la necesidad de introducir cambios para preservar la paz y la armonía de la nación. "Debemos abandonar la vieja práctica de pastores que se mueven en masa por todo el país, especialmente a la luz de la violencia desatada entre nuestro pueblo. Hoy, comunidades enteras han sido destruidas y la ira en el país es palpable", explicó.

"Estamos convencidos de que el único camino a seguir por parte del gobierno es detener el movimiento de los pastores y de sus animales, para la cual una opción es la creación de ranchos en lugar de explorar reservas de pastoreo. Creemos que la creación de ranchos tiene sentido en términos económicos y humanos".

Un balance de las acciones terroristas de los grupos Fulani desde septiembre de 2016, realizado por el Obispo de Kafanchan, incluye el incendio de 53 pueblos, 808 asesinatos, 57 heridos, 16 templos destruidos y 1.422 hogares arrasados.