«Extremistas están tratando de ocupar un territorio para hacer de él un bastión desde el cual difundir el islam radical en África oriental»
Así lo aseguró el vicario de la diócesis de Mumbasa y presidente de un organismo local para el diálogo interreligioso, tras analizar ataques terroristas en Kenia. "La Iglesia católica vive la situación con mucha preocupación. Ya ahora, la Misa dominical es protegida por la policía, aunque su presencia no sea una garantía absoluta", sostuvo.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.
GRUPOS DERIVADOS DE AL SHABAB PRETENDEN ISLAMIZAR LA REGIÓN.
El vicario de la diócesis de Mumbasa y presidente de Coast Inter-Faith Council of Clerics, un organismo local para el diálogo interreligioso, Wilybard Lagho, aseguró que "extremistas están tratando de ocupar un territorio para hacer de él un bastión desde el cual difundir el islam radical en África oriental", tras analizar la serie de ataques terroristas en la costa de Kenia.
"Ha aumentado y se ha difundido la percepción de que los cristianos son el objetivo de los ataques terroristas. Pero no se trata de una guerra de religión. La cuestión es mucho más compleja. Estamos frente a extremistas que están tratando de ocupar un territorio para hacer de él un bastión desde el cual difundir el islam radical en el África oriental. Los cristianos, que se sienten bajo ataque, están vendiendo sus propiedades y se están yendo. Con una población principalmente musulmana, será más fácil imponer una visión del islam radical y trabajar, incluso con la ayuda de los grupos separatistas históricamente arraigados en la zona, para arrancar a la región del resto del país", sostuvo Lagho.
Aseguró que la costa de Kenia es desde hace tiempo objetivo de ataques extremistas y terreno fértil para el reclutamiento del islam radical, que en la región deriva del grupo somalí Al-Shabab, responsable de la terrible masacre en la Universidad de Garissa; y que afirmó que no se trata sólo de una batalla religiosa, sino más bien de una lucha por el poder. Asimismo, aseveró que "la Iglesia católica vive la situación con mucha preocupación". "Ya ahora, la Misa dominical es protegida por la policía, aunque su presencia no sea una garantía absoluta. Pero, ¿cómo es posible participar en una función religiosa con la policía que te cuida las espaldas? La otra preocupación se relaciona con el número de los cristianos que está disminuyendo rápidamente en esta zona del país, mientras está aumentando el número de los musulmanes", alertó.