Siria

El nuncio en Damasco, Mario Zenari, destacó la ayuda y la solidaridad de las Iglesia y los católicos del mundo para "mantener viva la atención sobre Siria y no dejarla caer el silencio". "La Iglesia es pequeña en número, pero muy ocupada. Estamos en la primera línea para responder a las necesidades básicas, para proporcionar medicamentos, saliendo a pesar del frío", ratificó Zenari. 

El arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, precisó que "asegurar el pan de cada día y un poco de comida sobre la mesa ya se volvió la pesadilla recurrente de cada jornada". "Esta situación del todo nueva empobreció a la Iglesia misma, un 'muro de los lamentos' donde cada quien llora sus lágrimas, clama por ayuda y busca, sin ostentarlo, un poco de alivio y consuelo", indicó el prelado. 

El arzobispo armenio católico de Aleppo, Boutros Marayati, sostuvo que el sacerdote Hovsep Bedoyan, que fue asesinado junto a su padre Abraham por el Estado Islámico, "es un mártir de Siria", al precisar que el ataque no fue "un acto casual, sino que estaba totalmente estudiado". "Además su coche llevaba en el capó, en letras grandes, la inscripción 'Iglesia Armenio-Católica'", precisó Marayati. 

Los yihadistas asesinaron a tiros al sacerdote católico de rito armenio Hovsep Petoyan y su padre Abraham, en el noreste de Siria, cuando iban a ver las obras de restauración de una iglesia. Los islamistas perpetraron una emboscada contra el sacerdote y su padre cuando se encontraban en la carretera que une la localidad de Hasakeh y Deir ez-Zora. Ambos iban acompañados del diácono Fati Sano, que quedó herido.

El obispo caldeo de Alepo, Antoine Audo, consideró que este período pretende hacerlos "más activos en el bien", lo que conlleva ser "no notarios de la fe ni guardianes de la gracia, sino misioneros", y que "por más que las guerras den miedo es necesario ser testigos del amor universal de la Iglesia". "Como cristianos de Oriente y Occidente, no debemos tener miedo de llamar a la fe a los que están en una búsqueda de Dios", exhortó Audo.

El arzobispo siro católico emérito de Hassaké-Nisibi, Jacques Behnan Hindo, indicó que "como siempre cada uno tiene sus propios intereses, pero seremos los cristianos los que paguen las consecuencias". Precisó que "desde el inicio de la guerra en Siria, el 25% de los católicos de Qamishli y el 50% de los fieles de Hassaké han dejado el país junto al 50% de los ortodoxos", por lo que aseveró que teme "un éxodo similar, si no mayor". 

El nuevo arzobispo de Damasco, John Jihad Battah, indicó la presencia cristiana "es vital" para mantiener el equilibrio y la armonía de toda la sociedad, en diálogo con Catholic News Service. "Los cristianos son la luz del mundo; la luz debe permanecer en Medio Oriente. Quiero ayudar a la gente, darle esperanza para quedarse en su país", precisó. 

El párroco de Alepo, Ibrahim Alsabagh, alertó que islamistas "no tienen la fuerza de decidir sino de aumentar el terror y todos los efectos de la guerra". "No sabemos cuál será el futuro de la comunidad cristiana. Alentamos a quienes quieren quedarse a que se queden", sostuvo el presbítero. 

Más de 10 personas quedaron heridas tras un atentado con un coche bomba que detonó en la puerta de la iglesia ortodoxa de la Virgen María, en la ciudad de Qamishli, cuando varias personas salían del templo. Las sospechas recaen sobre grupos yihadistas como el Estado Islámico, que aún siguen activos en la zona. "El atentado desató una atmósfera de ansiedad y desorden. Los cristianos deben permanecer en su tierra y no deben dejarse atemorizar", afirmó el patriarca siro-ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente, Mar Ignatius Efrem. 

El arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, alertó que "el pequeño rebaño de los cristianos sirios parece hacerse aún más frágil por los procesos alarmantes de envejecimiento y emigración". "Si en 2009 representaron el 4,7% de la población, ¿cuántos son hoy? ¿Cuál es el futuro del pequeño rebaño?", cuestionó. 

El arzobispo de Damasco, Samir Nassar, precisó que por "razones burocráticas, costos demasiados elevados y la difundida pobreza, fruto de más de 7 años de guerra" no hubo una delegación siria en la Jornada Mundial de la Juventud 2019. "Todos los consulados dejaron el país en 2012. A la Iglesia misma le cuesta organizar partidas de grupo, también porque existe el riesgo que alguno aproveche para escaparse", indicó. 

Las denominadas 'Milicias de Autogestión Kurda' amenazaron con disparos a padres de familia que se concentraron por esta medida frente a un templo en la provincia siria de Hassaké.

El patriarca de Moscú, Kirill, afirmó que los ortodoxos pretenden continuar el diálogo con el Vaticano para "detener el derramamiento de sangre en Siria". 

El director de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria, Mahmud Hamud, sostuvo que la zona arqueológica de Barad destruida incluye los restos de muchas iglesias y monasterios bizantinos y tumbas que datan de los primeros siglos del cristianismo, como el sepulcro de san Marón y la iglesia de san Giuliano.

El arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, aseveró que "sorpresivos bombardeos matan a inocentes". "Las actividades benéficas de las Iglesias también son insuficientes, debido a la falta de estructuras y de asistentes sociales cualificados. La situación empeora día a día y provoca en muchos una sensación opresiva de angustia, difícil de soportar", lamentó Nassar. 

El cardenal Mario Zenari exhortó a "escuchar el grito de la pobre gente, de los niños" y poner esto "delante de nuestra conciencia", al realizar un llamamiento por la paz en el país e implorar el cese de la violencia. El prelado afirmó que no pierde la "esperanza en que se pueda pedir el camino de la tregua". 

Un proyectil de mortero causó grandes daños en varias iglesias del barrio de Bab Tuma, donde se encuentra la parroquia católica latina de la Conversión de San Pablo, confiada a los frailes franciscanos, que padeció daños laterales y en el techo, sus ventanas se rompieron y el sistema de calefacción se dañó. 

El Parlamento de Siria eligió como su nuevo presidente a Hammoudeh Sabbagh, de 59 años, quien se convierte en el primer cristiano designado en el cargo desde los años cuarenta de siglo pasado, con 193 votos de los 252 parlamentarios. 

El obispo greco-ortodoxo de Saydnaya, Luka El-Khoury, y el obispo greco-ortodoxo de Daraya, Moussa El-Khoury, presidieron la Misa en el templo, ubicado en la ciudad siria de Zabadani, que se encuentra destruida al 80% debido a los combates producto de la Guerra Civil en el país.

El cardenal Mario Zenari consideró que las imágenes de la lucha de los sirios por respirar en medio de los gases, le recordó el momento en el que Jesús exhala su último aliento en la Cruz. "El pueblo sirio está cansado de creer en la Comunidad Internacional. Hay que pasar de las palabras a los hechos, a garantizar que los civiles, los más indefensos, los niños, sean protegidos", exhortó el prelado. 

El responsable de Comunicaciones de Caritas Siria, Sandra Awad, denunció que en los últimos días el problema mayor está constituido por la falta de agua potable, un verdadera y propia "emergencia hídrica", que afecta a más de 5.000.000 de personas en Damasco. 

El presidente de Siria, Bashar al-Assad y su esposa Asma fueron recibidos por las religiosas que atienden el Monasterio ortodoxo de Nuestra Señora de Saydnaya, uno de los más antiguos de la región. 

El párroco de la iglesia latina de Alepo, Alsabagh Ibrahim, consideró que "el fin de los combates son el fruto de las oraciones de los niños por la paz". "A días del nacimiento del Rey de la paz, el fin de la guerra en Alepo es el mejor regalo para toda la población. Toda la gente está celebrando. Este es el mejor regalo que jamás imaginamos. Sólo Dios podía hacer que suceda", sostuvo. 

El jefe francés de la misión de SOS Chrétiens d'Orient en Siria, Alexandre Goodarzy, aseguró que los cristianos de Alepo "están muy felices porque para ellos es el símbolo de la venida de Jesús, de la paz, para ellos es el Señor de la paz el que está regresando a sus vidas". "Los cristianos están felices de ver el símbolo de la Navidad e incluso los musulmanes están contentos con este gran árbol", indicó. 

El vicario apostólico de Alepo para los latinos, Georges Abou Khazen, aseguró que "la carta del Papa -entregada por el cardenal Mario Zenari- fue apreciada por los altos funcionarios del Estado, por el presidente Bashar al Assad, y esto podía ser percibido por su expresión en las imágenes oficiales del encuentro". En el texto, el Papa condenó "todo extremismo y terrorismo". 

El Papa indicó que su "llamado es a la conciencia de los responsables de los bombardeos". "Al expresar profundo dolor y preocupación por cuanto sucede en esta ciudad donde mueren niños, ancianos, enfermos, jóvenes renuevo a todos el llamado a comprometerse con todas las fuerzas en la protección de los civiles, lo que es una obligación imperativa y urgente", aseguró.

El sacerdote responsable del oratorio de la parroquia latina de San Francisco en Alepo, Firas Lutfi, afirmó que la iniciativa, que incluye a menores de entre 3 y 15 años de confesiones cristianas como católicos, ortodoxos, armenios, melquitas, es "una luz para una ciudad mártir de la guerra civil siria". 

El obispo caldeo de Alepo, Antoine Audo, afirmó que "el niño es la persona más débil de la sociedad", al denunciar que ve a los menores "por las calles de Alepo, mientras caminan sin zapatos, sin pan, sin posibilidad de tener una dignidad", y que muchos "los usan para humillar, para hacer dinero".

El sacerdote sirio y prior del monasterio de Mar Elian, Jacques Mourad, confirmó que "las reliquias de Mar Elian, esparcidas alrededor de la tumba del santo, no se perdieron", y que "podrán recogerse y alrededor de ellas volverá a reunirse de nuevo la vida y la devoción de los cristianos de la región". 

El arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, calificó de "un verdadero regalo de Navidad" la construcción de una nueva iglesia maronita, que recibirá el nombre en honor de los Beatos Hermanos Massabki, mártires de Damasco, asesinados en 1860. "Nuestro fieles valientes han optado por permanecer en la ciudad, ir contra corriente y poner su confianza en Jesucristo, en esta noche oscura", afirmó.

Así lo aseguró el patriarca de Antioquía y de todo Oriente de los Sirios, Ignatius Joseph III Younan. "Hoy estamos atrapados en una situación terrible: suníes y chiíes, problemas sectarios y étnicos, el Estado Islámico y otros grupos terroristas. Ahora sólo el 1% de los ciudadanos irakíes ahora es cristiano. Si escapan ellos, nuestra presencia se desvanecerá; no necesitamos palabras, sino hechos", aseveró.

El techo de la iglesia latina dedicada a San Francisco en Alepo, en el distrito sirio de Aziziyeh, fue alcanzado por una granada, procedente de las zonas bajo el control de los rebeldes anti-Assad, cuando en el templo celebraban la liturgia dominical. El vicario apostólico de Alepo para los católicos de rito latino, Georges Abou Khazen, afirmó que podría haber sido una masacre, dado que "eran como las seis menos diez de la tarde, en la iglesia había cerca de cuatrocientas personas, y la liturgia había llegado al momento de la comunión" cuando el proyectil alcanzó el templo.

50 cristianos, raptados en la zona de Qaryatayn, por el Estado islámico fueron liberados y regresaron a las aldeas de Zaydal y Fairuzeh, en Siria. La puesta en libertad de los fieles ocurrió horas después de que el sacerdote sirio y prior del Monasterio de Mar Elián, Jacques Mourad lograra escapar de sus secuestradores. 

El domingo 23 de agosto una lluvia de proyectiles de mortero provenientes de las áreas en manos de las milicias anti-Assad se ha precipitado sobre la ciudad de Damasco, afectando a dos templos católicos, uno de rito maronita y otro de rito latino.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que el Estado Islámico liberó a 22 cristianos asirios en la provincia noreste de Al Hasaka, de entre los más de 200 que fueron raptados a principio de este año. Entre las personas liberadas, que son atendidos la Iglesia asiria del Este, hay 14 mujeres ancianas que provienen de los pueblos de Tal Shamiram y Tal Jazira. 

"Los milicianos del Estado Islámico han bombardeado en la noche entre el miércoles y el jueves todas las zonas de la ciudad. Luego, en la madrugada del jueves 25, ha comenzado el éxodo masivo, entre ellos cientos de familias cristianas", sostuvo el obispo caldeo de Alepo. 

La antigua ciudad de Maaloula, con 4.000 habitantes en su mayoría cristianos, es conocida por los monasterios e iglesias que resaltan los primeros siglos del cristianismo y es un pueblo donde todavía se habla en arameo, la lengua usada en los tiempos de Jesucristo. 

El ministro de Awqaf, Mohammad Abdul-Sattar al-Sayyed, indicó que es la primera vez que una mezquita lleva el nombre de la Virgen María, Madre de Jesucristo, quien además aprovechó para manifestar su rechazo a la demolición de los lugares de culto en manos de extremistas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos precisó que los yihadistas dominan 95.000 kilómetros cuadrados de 9 provincias. 

Lo aseguró el ex director de Caritas Siria, quien sostuvo que la prioridad para la mayoría de los sirios es seguir con vida.