Arzobispo ortodoxo en Buenos Aires advierte sobre «exterminio silencioso y progresivo de cristianos»
El arzobispo metropolitano de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía aseveró que la persecución de cristianos que se encuentra "acompañada por el desinterés político, la hipocresía y el silencio cómplice" de la Comunidad Internacional.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.
RECORDÓ A LOS 2 ARZOBISPOS SECUESTRADOS EN ALEPO.
El titular del arzobispado ortodoxo de Buenos Aires y toda Argentina, Siluan Muci.
El arzobispo metropolitano de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía, Siluan Muci, advirtió sobre el "exterminio silencioso y progresivo" de la presencia cristiana en Medio Oriente, en el mensaje titulado 'Ofrendando y ofrendados por la fe', con motivo del centenario del genocidio armenio y a dos años del secuestro de dos arzobispos de Alepo, en Siria.
"Los cristianos de Oriente en general, y de Medio Oriente en especial, hacen memoria de atrocidades perpetradas contra sus propias comunidades, a fines del Imperio Otomano, a partir de 1915 y en adelante. Una política de exterminio metódico, sin precedente en la historia, se llevó a cabo por medio de manos turcas, la cual causó el martirio de unos cinco millones de cristianos, asirios, caldeos, sirianos, armenios y ortodoxos, entre hombres, mujeres y niños. Si bien nuestro Patriarcado no declaró un año centenario, aunque esto se justifica por los más de dos millones de ortodoxos mártires sirios, libaneses y griegos, nos encontramos unidos a todos los cristianos en esta expresión de fe y de memoria, ya que es el mismo escenario que se repite y se plantea hoy en día a los cristianos en Oriente", sostuvo Muci.
El titular del arzobispado ortodoxo de Buenos Aires y toda Argentina, con sede en el barrio porteño de Palermo, recordó a los dos arzobispos de Alepo, en Siria que fueron secuestrados. "Recordamos también a los dos arzobispos de Alepo, Ibrahim y Yazigi, secuestrados en Siria el 22 de abril de 2013. Bregamos para que dichas atrocidades nunca vuelvan a suceder, porque estamos seriamente preocupados por el exterminio silencioso y progresivo de la presencia cristiana en Medio Oriente, acción que se ve acompañada por el desinterés político, la hipocresía y el silencio cómplice internacional", aseveró.