Santa Teresa de Calcuta: Camino de sencillez en tiempos complejos
La canonización de la Madre Teresa de Calcuta, como su vida misma, ha sido un fenómeno mediático de primera magnitud. Pero ni ella ni su canonización buscaron alimentar la admiración de las masas, sino proponer a todos un camino de sencillez para una época compleja.
Teresa de Calcuta ya es santa. Esta frase puede quedar como una noticia más de las que engullimos a diario sin mucho aprovechamiento vital. Madre Teresa puede reducirse a un nombre más archivado en el rincón del cerebro que dedicamos al listado de varones y mujeres ilustres de nuestros días. Sin embargo, lo que la Iglesia Católica pretende con su canonización en el Año de la Misericordia, para beneficio de la misma Iglesia y de la sociedad, es que el hombre de hoy entre en el discipulado existencial de la simple pero profunda sabiduría de vida de esta mujer ejemplar.
Agnes Gonxha Bojaxhiu, Santa Teresa de Calcuta, expuso en 1995 en un librito cuyo título original es A Simple Path, traducido al español como 'Camino de Sencillez', un itinerario de vida asequible a todos, y firmado con la más fidedigna de las rúbricas: su propia coherencia de vida. En él revela el fascinante secreto de su santidad entregada al servicio de los más pobres entre los pobres. Lo interesante es que se trata de un proyecto de vida completo y asumible por todos: Del silencio a la oración; de la oración a la fe, de la fe al amor, del amor al servicio, y del servicio a la paz.
El secreto de Madre Teresa no es su personalidad arrolladora, sino su oración, su fe católica, y su amor y servicio al prójimo en el amor de Cristo. Nada de métodos de autoayuda en los que todo lo hace nuestra mente, y se quiere ir del silencio a la paz sin pasar ni por el diálgo con el Dios vivo, ni por la fe en su revelación en Cristo, ni por la entrega desinteresada al prójimo sacrificando la propia comodidad.
Destacamos algunas reflexiones de la Santa de Calcuta que constituyen su verdadero legado a modo de brújula a un mundo que ha perdido hace mucho tiempo el rumbo bajo la desorientadora guía del relativismo, el ateísmo práctico y el individualismo; a un mundo saturado por una oferta ilimitada de caminos y encrucijadas, pero muy escaso de criterio y sabiduría para distinguir entre la buena senda y las engañosas.
Del silencio a la oración: "Todos debemos dedicar tiempo al silencio y a la contemplación, especialmente los que viven en ciudades grandes… Dios es amigo del silencio: necesitamos escuchar a Dios porque lo que importa no es lo que nosotros le decimos sino lo que Él nos dice y nos transmite".
De la oración a la fe: "Jesús es mi Dios, Jesús es mi Esposo, Jesús es mi Vida, Jesús es mi único Amor, Jesús es todo mi ser, Jesús es mi todo. Por eso nunca tengo miedo. Hago mi trabajo con Jesús, lo hago por Jesús, lo hago para Jesús y por tanto los resultados son de Él, no míos. Si necesitas un guía, sólo tienes que mirar a Jesús".
De la fe al amor: "Hay muchas personas en el mundo que se mueren por un trozo de pan, pero hay muchas más que se mueren por un poco de amor… Es imposible responder a esta necesidad a menos que podamos contar con la gracia de Dios para ayudarnos… Debemos amar sin esperar nada a cambio, hacer las cosas por amor, no por lo que puedan aportarnos".
Del amor al servicio: "La plegaria en acción es el amor, y el amor en acción es el servicio… Todos somos hijos de Dios; así que es importante que compartamos sus dones… ¡Pensemos en lo que hizo Jesús durante Su vida aquí en la tierra! La dedicó a hacer el bien.. Somos conscientes de que lo que hacemos no representa más que una gota en el océano, pero ese océano se reduciría sin esa gota".
Del servicio a la paz: "Cuando compartes el amor con los demás percibes la paz que se apodera de ellos y de ti. Cuando hay paz, hay Dios: es así como Dios toca nuestras vidas y nos muestra su amor llenando nuestro corazón de paz y alegría… Hemos nacido para ser felices y sólo podemos encontrar la verdadera paz y felicidad cuando estamos enamorados de Dios".