Movimiento jasídico
El 22 de agosto pasado, 60 judíos jasídicos fueron arrestados por ingresar sin permiso a la tumba del patriarca bíblico José, en Cisjordania. Es uno de los principales movimientos religiosos, surgido en el siglo XVIII, dentro del judaísmo.
El jasidismo es una forma de judaísmo ortodoxo, que fue fundado por el Rabí Israel Baal Shem Tov, que nació en la actual Ucrania en 1698 y conocido por el acrónimo "Besht", en el siglo XVIII en Europa del Este. El Baal Shem Tov era un líder que cambió el pensamiento judío. Sus enseñanzas las transmiten actualmente, tanto sus seguidores directos y los que provienen de otras corrientes judías, de modo particular las que fueron influenciadas por sus pensamiento y que destacan la importancia de la comunión individual con Dios.
La meta mística jasídica se combinó con el enfoque usual en el estudio de la Torá, que es el nombre hebreo de los primeros cinco libros de la Biblia, y el Talmud, un catálogo de las tradiciones judías. Una característica de los judíos jasídicos es que ellos incorporan la canción y la danza en sus sesiones de oración. El jasidismo instruye a sus seguidores en formas de oración de supuesto éxtasis, que según enseñan cada seguidor utiliza para comunicarse con Dios mientras dice las oraciones apropiadas para la hora del día. Estas manifestaciones de alegría de la fe, que reemplazan al temor, son parte de la constante renovación espiritual buscada por cada creyente. Ellos creen que una persona debe dedicar sus actividades diarias, no importa lo mundanas que sean, a Dios.
En cuanto a su etimología y definición, la palabra jasid, es decir piadoso, es hebrea y proviene de la raíz bondad, que deriva en la palabra jasidut, que significa práctica de la piedad y la bondad. Las principales características de este movimiento son la influencia de la Cabalá -tradición mística que va acompañada por el estilo de vida altamente disciplinado de un judío religioso, viviendo la vida de la Torá-; la vida en comunidades tradicionales; y la observación estricta de la Halaja o aplicación de los preceptos de la Torá o ley judía.
Según indica eHOW en español, están encabezados por un rabino, un hombre considerado santo con autoridad religiosa y política sobre ellos. Estos rabinos provienen de dinastías que dirigieron a la comunidad durante varias generaciones, es por ello que los jasídicos buscan a sus propios líderes para resolver sus problemas, y no en la sociedad civil. En este sentido, estos conservan diversas tradiciones de sus fundadores de Europa del Este. Estas tradiciones implican ropa especial y accesorios, entre ellos sombreros y demás tocados en el pelo. Además, mantienen el yiddish como lengua propia.
El jasidismo, que se destaca por la minuciosidad de los mandamientos que la regulan, pide estudiar las Escrituras e incluso a investigar las enseñanzas místicas de la tradición de Cabalá, para lo que dedican 14 horas del día a su estudio. En el caso de las mujeres, para ellos estas son madres o esposas antes que cualquier otra cosa, por lo que se ocupan de tareas domésticas. Deben vestir de modo modesto, sin sobresalir con accesorios, peinados, o zapatos los cuales no deben hacer ruido al caminar. A tal punto es la discreción en su vestimenta, que muchas deben cuidar su cabello para que sea visto sólo por su esposo. Es por eso, que las jasídicas utilizan peluca para salir a la calle, según muestra un documental de National Geographic, donde explican que los matrimonios son asignados dentro de la comunidad, pese a que entre los esposos no se conozcan o tengan trato entre ellos. En las fiestas de estos matrimonios dividen a los hombres de las mujeres, con una tela, para que cada grupo festeje con la novia y el esposo por separado. De este modo, la novia baila con las mujeres, y el novio con los hombres, respectivamente.
En el texto '¿Silencio o ausencia de Dios? Ensayo sobre el problema de Dios en la obra de los pensadores judíos contemporáneos', se explica que a comienzos del siglo XX, el jasidismo no mostró mucho interés en promover la constitución del Estado hebreo, realizada por medio de emigraciones en masa a la Tierra Santa, aunque tampoco se opuso a ella. La postura neutral que tomaron determinó una nueva oposición por parte del judaísmo oficial, sobre todo del movimiento sionista. El jasidismo representa la corriente religiosa judía más importante de los siglos XVII-XX, interrumpida por el holocausto de la Segunda Guerra Mundial, pero continuada en el siglo XXI en diversos países del mundo. En Argentina, está presente 'Jabad Lubavitch', uno de los movimientos judaicos más dinámicos y en expansión, con casi 2.000 instituciones en todo el mundo, fundado por el Baal Shem Tov (1698 – 1760).
En su sitio, detallan que Jabad fue fundado hace 230 años, por Rabí Schneur Zalman de Liadí, autor del Shulján Aruj Harav y del Tania (1740 – 1812). En la actualidad está dirigido por las enseñanzas del Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendel Schneerson, que falleció en 1994. Era el séptimo líder de esta dinastía jasídica. Al respecto, el portal El País, recordó que "el rabino de Lubavitch, al que sus Jasidim atribuyen innumerables milagros y al que han obedecido ciegamente, ha sido visto a menudo como un hereje por fomentar de hecho el culto de su persona, algo repudiado por los mitnagdim u opositores ortodoxos".
"Hay tres cosas que todo judío jasídico debe tener: picardía, una botella de vodka y las enseñanzas en la cabeza. Los jasídicos somos judíos ortodoxos. En general, nos dejamos la barba porque, según la mística, la misericordia de Dios llega al hombre a través de ella. La típica ropa oscura que llevan los hombres no es obligatoria, si bien todos la usan. Nos distingue como judíos, algo que no es una carga sino una suerte, aun en épocas de grandes persecuciones", indicó el rabino Tzivi Grunblatt, director nacional de Jabad Argentina, el máximo exponente del movimiento jasídico local, en 1998 al diario La Nación, tras las Primeras Jornadas de Mística Judía y Jasidismo, que se realizaron en Buenos Aires en conmemoración del 300 aniversario del nacimiento del fundador de la corriente, Baal Shem Tov.
El 22 de agosto pasado, 60 judíos del movimiento jasídico fueron arrestados por ingresar sin permiso a la tumba del patriarca bíblico José, en Cisjordania. "Los disturbios comenzaron y empezaron a lanzar piedras contra ellos. Las fuerzas militares y policiales acudieron al lugar para rescatar a los miembros de Breslov al que pertenecían los asistentes y detuvieron a 32. Las llegadas no coordinadas son peligrosas para la seguridad", indicó la portavoz policial Luba Samri, al recordar que para los israelíes acceder al área A, donde se encuentra la tumba de José, sin permiso "es un delito".