Cardenal Poli: «Los mártires de hoy soportan con dignidad insultos y ultrajes»
Unos 45.000 fieles participaron de la XV edición del Vía Crucis de la Avenida de Mayo que fue presidido por el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli.
Autor: VenL. / Fuente: La Nación.
SEMANA SANTA EN BUENOS AIRES; VIA CRUCIS MULTITUDINARIO.
El acto de fe, que inició a las 20.30 desde la Plaza Lorea, tuvo una alta concurrencia a lo largo de toda la emblemática avenida, en la que se recorrieron las 14 Estaciones del Calvario hasta llegar a Plaza de Mayo, para dirigirse a la Catedral metropolitana, que estuvo abierta hasta la medianoche.En la representación de las catorce estaciones que evocan la pasión y muerte de Jesucristo en la cruz se rezó por los cristianos perseguidos, a quienes se definió como "mártires de hoy que soportan con dignidad insultos y ultrajes", y hubo un llamado a reaccionar ante las organizaciones que explotan a jóvenes y pobres con "el cínico comercio de la droga". Asimismo, se pidió por las madres que "lloran y todavía buscan a sus hijas víctimas de la trata de personas" o pierden a sus hijos en guerras fratricidas.
La manifestación de fe fue precedida por la imagen del Cristo del Buen Amor, una talla de poco más de 1,80 metros también conocida como el Cristo de los Futbolistas, y una imagen de la Virgen Dolorosa, realizada en 1870. Un grupo de personas también llevó en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo, y un peso de 130 kilogramos, como "una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio". Como ocurrió en los dos últimos años, jóvenes de la arquidiócesis transportaron por la arteria porteña otra cruz iluminada con 140 luces. Este año también se incorporó a la procesión la cruz penitencial para los niños, como "símbolo de esperanza y unión para el país que viene".
Al llegar a Plaza de Mayo se representó la crucifixión de Jesucristo, teatralizada por un grupo de actores en un escenario a modo de Monte Calvario. Luego se realizó la ceremonia simbólica del entierro de Jesús.
Hacia las 22.30 la multitud se encaminó hacia la Catedral, no sin antes escuchar las palabras del arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Mario Poli, quien en un mensaje profundo pidió por "la fraternidad entre todos los argentinos… Cuando veníamos caminando vimos la imagen de un vínculo fraterno, al pie de la cruz queremos recuperar la fraternidad entre los argentinos. Así, no nos mataremos ni nos robaremos; tampoco nos acostumbraremos a ver, como cosa cotidiana, la muerte de un hermano, de un joven o de un niño", expresó.
Y agregó: "La cruz es el signo del amor misericordioso crucificado. Jesús recibió todo el odio del mundo y lo convirtió en amor, por eso Jesús abrazó la cruz antes de su muerte, para la redención humana, porque lo que no se abraza no se redime… Cuando no llevamos cruz, ayudemos a cargar las de los demás. Ésta es la docencia que hace la Iglesia todos los años. Que el Señor les conceda a todos una feliz pascua de resurrección".