Entrevista de archivo a Ignacio Arsuaga, fundador y presidente de Hazte Oír

En el programa radial de VenL emitido el 10 de noviembre de 2010, entrevistamos a Ignacio Arsuaga, presidente de HazteOír.org, sobre la visita de Benedicto XVI a España, sus mensajes en defensa de la dignidad de la persona humana y de la familia, y sobre la amplificación mediática de la protesta de grupúsculos disidentes.

Autor: VenL. / Fuente: VenL.

ARCHIVOS VENL.

Protestas minoritarias de laicistas radicales y homosexualistas

“Fueron en concreto dos concentraciones en contra del Papa…: una manifestación de grupos laicistas radicales, que quieren que los católicos, los cristianos, no expresemos en público nuestra fe, y por supuesto no quieren que el Papa venga a España. Yo creo que a esta manifestación debieron de acudir unas 2.000 o 3.000 personas, y luego hubo unos grupitos, unas pocas decenas de gays y lesbianas que lo que hicieron fue besarse en público, con el único objetivo de escandalizar y de conseguir ese minuto de gloria, frente a 400.000 personas que acudieron a la celebración en la Sagrada Familia en Barcelona, y en torno a 200.000 personas que participaron en Santiago de Compostela, en una plaza en la que solo cabían 20.000… En fin, desde luego España ha dado la bienvenida al Santo Padre. La inmensa mayoría del pueblo español está muy contenta de que haya venido. Le hemos escuchado muy atentamente y estamos seguros de que esta visita va a transformar el futuro de toda España, pero muy en particular a las ciudades de Barcelona y de Santiago”.

Mensajes del Papa

“Todos los ciudadanos… somos mayoritariamente católicos, pero todos los que estamos en estas batallas nos hemos sentido arropados por el Santo Padre. Hemos visto de alguna forma confirmados todos nuestros anhelos y… esos trabajos que hemos dedicado a defender la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, defender la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, abierta a la vida, o también esas batallas a favor de la libertad religiosa, frente a los intentos de los laicistas de acallarnos, de meternos en nuestras casas o en las sacristías. Todos estos temas y muchos otros los ha tratado el Papa…En el avión, cuando venía hacia España, mencionó ese anticlericalismo, ese `secularismo fuerte y agresivo´, decía el Santo Padre,…que vivimos hoy pero que le recordaba el de los años 30… un triste episodio aquí en España, la guerra civil. Y en esa guerra hubo asesinatos de sacerdotes, de religiosos, quema de iglesias. Por supuesto en España no estamos en esa situación pero de alguna forma ese enfrentamiento, esa disputa… tiene mucho que ver con ese anticlericalismo que se vivió aquí… En cuanto al tema de la vida, dijo el Papa en la consagración del templo de la Sagrada Familia en Barcelona: `la iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar… por eso la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales, para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización, para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado´. Todos estos mensajes y muchos otros nos han dado mucho qué pensar y seguiremos estudiándolos y analizándolos y rezando sobre todos estos textos en los próximos meses porque son muy ricos”.

"Un grupo pequeño de ciudadanos conscientes y activos puede cambiar el mundo"

“…Yo creo que es el paso de dejar de pensar que no podemos hacer nada, que las leyes, que las grandes decisiones políticas nos vienen dadas, y que somos en definitiva ciudadanos pasivos, que nos limitamos a votar… lo que establezcan las leyes de cada país. Por el contrario, que podemos cambiar las cosas si tomamos conciencia de nuestra fuerza. Desde luego los católicos en España y en Argentina somos una clara mayoría, los cristianos de todas las confesiones que defendemos en todos estos ámbitos los mismos valores, y todos los ciudadanos de buena voluntad que se unen en estas batallas, incluso los no creyentes, y que por lo tanto si nos movilizamos podemos cambiar… poco a poco… En países como Argentina o España, donde los ciudadanos tenemos costumbre a que sean los políticos los que deciden por nosotros… cuesta su tiempo que cambien las mentalidades de la gente, pero yo creo que ese es el ejemplo que podemos dar movilizándonos, saliendo a la calle, firmando un alerta, enviando un correo electrónico en Internet, escribiendo una carta al director, hablando con nuestro vecino, con nuestro compañero de trabajo, con un familiar sobre estas cuestiones… Uno de los lemas que utilizamos es una frase que pronunció Margaret Met: `nunca dudes que un grupo pequeño de ciudadanos conscientes y activos puede cambiar el mundo…´. En la medida en que tomemos conciencia, vamos a movilizarnos… Tampoco queremos imponer todas nuestras creencias, todos nuestros principios en el conjunto de la sociedad, pero por lo menos queremos tener una voz que sea escuchada y que sea tenida en cuenta en el debate político”.