Obispos de México difunden protocolo para la atención espiritual de los enfermos durante la pandemia
La Conferencia Episcopal de México presentó unas líneas guías en las que reiteraron que "la enfermedad y la muerte son momentos muy sensibles de la existencia humana que requieren ser acompañados con caridad fraterna y pastoral". "Esa misma caridad pastoral nos pide aceptar ciertas restricciones, cumplir responsablemente con algunas disposiciones y, en tiempos más críticos, aumentar nuestra prudencia y creatividad pastoral", aseguraron. Actualmente, 2 sacerdotes fallecieron por COVID-19 en México, y al menos hay otros 3 infectados.
Fuente: ACI Prensa.
DE MODO ESPECIAL DE AQUELLOS CON COVID-19.
La Conferencia Episcopal de México (CEM) difundió el 'Protocolo de atención espiritual a los fieles durante la contingencia sanitaria por el COVID-19', que presenta unas líneas guías destinada a los sacerdotes que en este tiempo de pandemia atiendan a enfermos, de modo especial a los afectados por coronavirus. El protocolo cuenta con textos sobre la asistencia espiritual y administración de los sacramentos a enfermos graves sin el virus, como también sobre los capellanes que deban administrar la unción de los enfermos a pacientes que lo tienen.
Los obispos reiteraron en el documento que "la enfermedad y la muerte son momentos muy sensibles de la existencia humana que requieren ser acompañados con caridad fraterna y pastoral". "Esa misma caridad pastoral nos pide aceptar ciertas restricciones, cumplir responsablemente con algunas disposiciones y, en tiempos más críticos, aumentar nuestra prudencia y creatividad pastoral. La prudencia es fruto de la experiencia pastoral madura y no improvisada, que genera una sabiduría práctica para tomar las mejores decisiones sobre la aplicación de normas morales y sanitarias en el caso particulaR", ratificaron.
Los prelados desearon que "este protocolo pueda inspirar formas de acompañamiento espiritual a los enfermos, a los difuntos y a sus familias en estos tiempos de emergencia sanitaria, donde cada obispo y sacerdote, evaluando cada caso, tomando en cuenta la situación de la persona enferma, considerando el contexto normado por la moral cristiana y las autoridades sanitarias, asuma responsablemente sus posibilidades y actúe en consecuencia, a imagen de Cristo Buen Pastor de sus ovejas". Hasta el 4 de mayo, el Gobierno de México reportó 24.905 casos y 2271 defunciones por coronavirus. Actualmente, 2 sacerdotes fallecieron por COVID-19, y al menos hay otros 3 infectados.