Obispos de Canadá aseveran que es preocupante la pretensión del gobierno de Trudeau de ampliar aún más la eutanasia o el suicidio asistido

El presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, Richard Gagnon, indicó que los prelados del país ratifican "inequívocamente la creencia fundamental en la sacralidad de toda vida humana, un valor que compartimos con muchos otros en nuestro país, incluidas personas de diferentes creencias y ninguna fe en absoluto". "Nuestra esperanza es promover una sociedad en la que la vida humana sea recibida y tratada como un regalo, y apoyada frente a la vulnerabilidad y el sufrimiento físico, emocional y espiritual", afirmó.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

INCLUSO EN QUIENES NO TIENEN CERCANÍA DE LA MUERTE.

Presidente de la CCCB,Richard Gagnon. YouTube Archdiocese of Winnipeg.

El presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (CCCB), Richard Gagnon, aseveró que es "profundamente preocupante" la pretensión de ampliar aún más la aplicación de la eutanasia o el suicidio asistido incluso a casos en los que no hay cercanía de la muerte del paciente, lo cual trae evidentes riesgos, en una carta al primer ministro Justin Trudeau, frente a la propuesta de ampliación de los eligibilidad al procedimiento llamado con el eufemismo 'Asistencia médica para morir', con el que se elimina una vida humana o hay participación activa en un suicidio, acciones que "nunca pueden justificarse". 

"Afirmamos y mantenemos inequívocamente la creencia fundamental en la sacralidad de toda vida humana, un valor que compartimos con muchos otros en nuestro país, incluidas personas de diferentes creencias y ninguna fe en absoluto", aseveró Gagnon, en nombre de los obispos del país, al reiterar que "la eutanasia y el suicidio asistido no son la respuesta" ante el sufrimiento y la inminencia de la muerte. "Los intentos adicionales de ponerlo a disposición de menores maduros, enfermos mentales y discapacidades cognitivas son evidencia de que las salvaguardas actuales son inadecuadas y pueden ser legalmente cuestionadas y anuladas", denunció, tras indicar la experiencia de otros países donde se aprobo como falso remedio para la depresión, la eutanasia infantil y los abusos en contra de ancianos. 

Aseguró que en este punto de "la historia de Canadá, debemos preguntar, con integridad y honestidad, qué tipo de cultura estamos dejando a las generaciones futuras". "Nuestra esperanza es promover una sociedad en la que la vida humana sea recibida y tratada como un regalo, y apoyada frente a la vulnerabilidad y el sufrimiento físico, emocional y espiritual", afirmó. El prelado describió la labor de la Iglesia al respecto. "Visitamos a las personas mayores que están solas, aisladas, abandonadas e insuficientemente apoyadas por la atención médica y los servicios comunitarios. Escuchamos a quienes, atrapados por una crisis física o psicológica, no ven ninguna razón para continuar. Todas estas personas están en peligro por la eutanasia/suicidio asistido. Necesitan nuestro firme apoyo, nuestra defensa", ratificó.