Obispos de México y Estados Unidos rechazan la construcción del muro fronterizo

El presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Joe Vásquez, afirmó que la finalización de los dos tercios faltantes del muro "sólo hará que los migrantes, especialmente mujeres y niños, sean más vulnerables a traficantes y contrabandistas". La Conferencia Episcopal de México invitó "respetuosamente a hacer una reflexión más profunda acerca de los modos de como puede procurarse la seguridad, el desarrollo, la activación del empleo y otras medidas, necesarias y justas, sin provocar más daños de los que ya sufren los más pobres y vulnerables". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Ecclesia Digital.

HAY 1.000 KILÓMETROS LEVANTADOS DURANTE LA DÉCADA DE LOS 90.

Los obispos de Estados Unidos y México rechazaron la construcción del muro entre la frontera de ambos países, tras la medida firmada por el presidente Donald Trump, el 25 de enero. El muro abarcará aproximadamente unos 3.200 kilómetros, de los que ya hay unos 1.000 kilómetros, que fueron levantados durante la administración de George Bush. A mediados de los '90, la administración de Clinton no sólo autorizó la construcción de pequeñas porciones del mismo a lo largo de la frontera sino que desarrolló la legislación anti-inmigración que, más tarde, Bush y Obama aplicaron. 

La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) consideró que la finalización de los dos tercios faltantes del muro "aumentará significativamente la detención y deportación de inmigrantes y hará caso omiso de la sentencia de cumplimiento de la ley estatal y local sobre la mejor manera de proteger a sus comunidades". El presidente del Comité de Migración de la USCCB, Joe Vásquez, afirmó que "la construcción de ese muro sólo hará que los migrantes, especialmente las mujeres y niños, sean más vulnerables a los traficantes y a los contrabandistas". 

La Conferencia Episcopal de México (CEM) recordó que los prelados de la frontera norte de México y la frontera sur de Estados Unidos trabajan "desde hace más de veinte años, por la mejor atención a los fieles que habitan dos países hermanos, enmarcados propiamente en una sola ciudad; comunidades de fe atendidas por dos Diócesis como Matamoros y Brownsville, o Laredo y Nuevo Laredo, por ejemplo". "Invitamos respetuosamente a hacer una reflexión más profunda acerca de los modos de como puede procurarse la seguridad, el desarrollo, la activación del empleo y  otras medidas, necesarias y justas, sin provocar más daños de los que ya sufren los más pobres y vulnerables", aseguró.