Francisco a la FAO: «La lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y el imperio de la ganancia»

El Papa reflexionó sobre la paradoja de la abundancia donde "hay comida para todos, pero no todos pueden comer". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

LOS HAMBRIENTOS DEL MUNDO PIDEN "DIGNIDAD, NO LIMOSNA".

Francisco sostuvo, en la visita realizada a la sede de la ONU para los Alimentación y la Alimentación (FAO), que la lucha contra el hambre requiere superar la lógica del mercado y la regla de la ganancia. Afirmó la existencia de la paradoja de la abundancia donde "hay comida para todos, pero no todos pueden comer, mientras que los desechos, los residuos, el consumo excesivo y el uso de alimentos para otros fines están ante nuestros ojos".

"Vivimos en una época en la que las relaciones entre las naciones están demasiado a menudo dañadas por la sospecha recíproca, que a veces se convierte en formas de agresión bélica y económica, socava la amistad entre hermanos y rechaza o descarta al que ya está excluido. Lo sabe bien quien carece del pan cotidiano y de un trabajo decente. Este es el cuadro del mundo, en el que se han de reconocer los límites de planteamientos basados en la soberanía de cada uno de los Estados. En esta perspectiva, espero que los Estados se inspiren en la convicción de que el derecho a la alimentación sólo quedará garantizado si nos preocupamos por su sujeto real, es decir, la persona que sufre los efectos del hambre y la desnutrición", aseveró el pontífice.

Asimismo, sostuvo que hoy se habla mucho de los derechos pero se olvidan los deberes. "Mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta de ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana. Nos pide dignidad, no limosna", aseguró.