Arzobispo de Francia buscará que el sacerdote martirizado por el Estado Islámico sea beatificado pronto

El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, sostuvo que podría omitirse el tiempo de espera de cinco años desde la muerte que se aplica en estas causas. Comparó el asesinato del sacerdote Jacques Hamel con el del beato Jerzy Popieluszko, martirizado por el régimen comunista en Polonia en 1984. "Es otra ideología la que mató al Hamel, pero es la misma fe cristiana que se vislumbra", consideró el prelado. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

"LA MUERTE DE HAMEL ES EL MÁXIMO TESTIMONIO DE SU FE EN JESÚS".

El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, afirmó que buscará que sea declarado beato pronto el sacerdote francés Jacques Hamel, que fue masacrado por el Estado Islámico mientras celebraba Misa el 26 de julio pasado, dado que las condiciones de su muerte concuerdan  con las que la Iglesia determina para casos de martirio. Como prelado local le corresponde comenzar con las investigaciones sobre las virtudes y fama de santidad del presbítero de 85 años. 

Sostuvo que podría omitirse el tiempo de espera de cinco años desde el fallecimiento que se aplica en las causas para ser proclamado beato. "Para los mártires, su fidelidad a la fe en el momento de la muerte toma el lugar de los milagros, que se exigen para las demás causas de beatificación. La muerte del Padre Hamel es el máximo testimonio de su fe en Jesús", afirmó Lebrun, quien comparó este caso con el del beato Jerzy Popieluszko, martirizado por el régimen comunista en Polonia en 1984 y beatificado por Benedicto XVI en 2010.

"Es otra ideología la que mató al Padre Jacques Hamel, pero es la misma fe cristiana que se vislumbra. En realidad hay dos preguntas. ¿Es un mártir? Creo que sí. ¿Se reconocerá su martirio? No sé todavía", consideró el prelado. Que Lebrun inicie al proceso antes de los cinco años requeridos no necesariamente significa que la Congregación para las Causas de los Santos aplique el mismo criterio, dado que agilizar o no el proceso continúa en manos del Vaticano.