Francisco en Armenia: «El sufrimiento de los mártires es ecumenismo de sangre que trasciende divisiones históricas entre cristianos»
El Pontífice y el Patriarca aseveraron que "somos por desgracia testigos de una inmensa tragedia que sucede ante nuestros ojos: de innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas u obligadas a un doloroso e incierto exilio por conflictos con base ética, política y religiosa en Oriente Medio y en otras partes del mundo".
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
EN UNA DECLARACIÓN CONJUNTA CON KAREKIN II.
Francisco afirmó que "los mártires pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento constituye un ecumenismo de sangre que trasciende las divisiones históricas entre cristianos, llamándonos a todos nosotros a promover la unidad visible de los discípulos de Cristo", en una Declaración conjunta firmada con el Patriarca y Catholicós de todos los armenios, Karekin II, el 26 de junio pasado, durante su visita a Armenia, el primer país cristiano del mundo. El documento recordó la histórica visita de san Juan Pablo II en 2001 y aseguró que el "exterminio de un millón y medio de cristianos armenios es el primer genocidio del Siglo XX". Durante su visita al país, el Papa condenó el "genocidio armenio" y visitó el memorial de Tzitzernakaberd, donde pidió "que la humanidad no olvide y sepa vencer con el bien el mal".
"Las minorías étnicas y religiosas se han convertido en el objetivo de persecuciones y de tratamientos crueles, hasta el punto de que tales sufrimientos por pertenecer a una confesión religiosa se han transformado en una realidad diaria. Rezamos para un cambio de corazón en todos aquellos que comenten tales crímenes y en aquellos que se encuentran en condiciones de detener la violencia. Damos gracias a Dios por la continua y creciente cercanía en la fe y en el amor entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica en el testimonio común al mensaje del Evangelio en un mundo lacerado por conflictos y deseos de consuelo y esperanza. Somos por desgracia testigos de una inmensa tragedia que sucede ante nuestros ojos: de innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas u obligadas a un doloroso e incierto exilio por continuos conflictos con base ética, política y religiosa en Oriente Medio y en otras partes del mundo", afirmaron los líderes religiosos, en el texto donde condenaron el fundamentalismo y la persecución que sufren en la actualidad los cristianos.
El Pontífice y el Patriarca imploraron "a los jefes de las naciones que escuchen la petición de millones de seres humanos que esperan con ansia paz y justicia en el mundo, que piden el respeto de los derechos dados a ellos por Dios, que tienen necesidad urgente de pan, no de armas". Asimismo, plantearon que al ser cristianos "estamos llamados a buscar y desarrollar vías de reconciliación y de paz". Por otro lado, explicaron que "la secularización de amplios sectores de la sociedad, su alienación por aquellos que es espiritual y divino conduce inevitablemente a una visión desacralizada y materialista del hombre y de la familia humana", y sostuvieron que "la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica comparten la misma visión de la familia, basada en el matrimonio, hecho de gratuidad y de amor fiel entre un hombre y una mujer".