Arzobispo de Estados Unidos denuncia que el secularismo impone «persecución sin sangre» a instituciones católicas
El presidente del Comité Ad Hoc sobre Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, William Lori, lamentó que "incluso entre los creyentes católicos existe la tentación de no dar el lugar que Dios merece". "Existen desafíos sobre las estructuras de pecado presentes en la sociedad y los ataques a las estructuras que ayudan al desarrollo integral de los seres humanos", aseveró.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.
AL INAUGURAR LA UNIVERSIDAD DE LA DIVINA MISERICORDIA.
El arzobispo de Baltimore y presidente del Comité Ad Hoc sobre Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), William Lori, afirmó que frente a las persecuciones estatales en contra de la conciencia de las instituciones religiosas a través de normas, como el mandato antinatalista, no deberíamos imaginar que "sólo porque no es sangrienta que no tiene víctimas", durante la la inauguración de la Universidad de la Divina Misericordia en Arlington, Virginia, el 19 de mayo pasado.
"La práctica de la Misericordia por parte de la Iglesia no significa un menor testimonio, ni una ilusión sobre las condiciones reales. La Misericordia no tiene que ver con hacer que el bien y el mal sean intercambiables o sólo un asunto de opinión. La Misericordia sin verdad es un engaño cruel y la misericordia sin amor es una sombra de sí misma", aseveró Lori sobre el actual intento de exclusión de la fe en las escuelas públicas, políticas del gobierno, leyes y decisiones judiciales en el país norteamericano. Asimismo, lamentó las heridas a la libertad en Occidente, donde el concepto de libertad es abusado hacia el libertinaje y la marginación de Dios.
El prelado afirmó que "incluso entre los creyentes católicos existe la tentación de no dar el lugar que Dios merece". "Existen desafíos a las estructuras de pecado presentes en la sociedad y los ataques a las estructuras intermedias que ayudan al desarrollo integral de los seres humanos. Estas incluyen sobre todo a la familia, que debería ser la primera escuela de bondad, virtud, oración y misericordia, pero también a las instituciones católicas como las parroquias, escuelas, universidades y agrupaciones. Sin embargo, estas son las mismas instituciones que están bajo ataque hoy. Sólo tenemos que pensar sobre la redefinición arbitraria del matrimonio y la familia o las políticas de bienestar contrarias a la familia. Si estas instituciones desaparecen o pierden su identidad para ceder al control oficial, la sociedad misma pierde su personalidad y su misericordia", sostuvo