La religiosa sobreviviente de la masacre de Yemen relata el secuestro del capellán y el ataque de los islamistas
La hermana Sally, sobreviviente de la masacre de Yemen, explicó que cuando el sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil "vio a los terroristas, lo primero que hizo fue consumir la Comunión que estaba en el tabernáculo para impedir que los agresores la tomaran". "Aunque residentes y voluntarios les rogaron no hacer daño a los sacerdotes y religiosas, hicieron caso omiso al pedido y les dispararon uno a uno", relató la misionera.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.
"LOGRÉ ESCONDERME DETRÁS DE LA PUERTA, ESTABA EN SHOCK".
La religiosa y única sobreviviente de la masacre de Yemen, Sally, sostuvo que, cuando los islamistas atacaron el albergue para ancianos y discapacitados donde sirven las Misioneras de la Caridad, el sacerdote salesiano indio Tom Uzhunnalil "estaba rezando en la capilla". La hermana Sally tuvo un encuentro en la localidad de Ramapuran, en India, el 28 de mayo, con dos parientes del capellán que aún se encuentra secuestrado, luego del ataque al albergue, en la ciudad de Aden, el 4 de marzo pasado.
"Entraron al lugar cuando se abrió la puerta para los visitantes. Ingresaron luego de matar a los dos guardias de seguridad. En ese momento el Padre Tom estaba rezando en la capilla. Cuando vi a los hombres armados en el lugar, traté de llamar al Padre Tom pero antes de que pudiera marcar el número entraron a la habitación donde yo estaba. Aunque entré en pánico logré esconderme detrás de la puerta del almacén. Vi luego a dos personas caer al suelo a una distancia de unos tres metros. La sangre salía de sus cabezas. Yo estaba en shock. Los atacantes disparaban sus armas con silenciadores. Entraron varias veces a mi cuarto preguntando a los residentes acerca del número de personas que vivíamos en el albergue. Pero no lograron encontrarme", relató la monja.
La hermana Sally explicó que "los terroristas lanzaron granadas al cuarto siguiente para obligarme a salir de mi escondite". "Cuando salí del cuarto unas dos horas después, había sangre por todos lados. Un niño que era pariente de uno de los residentes me dijo que vio a los terroristas llevándose al Padre Tom. Le habían cubierto los ojos, tenía las manos detrás. Cuando vio a los terroristas, lo primero que hizo el Padre Tom fue consumir la Santa Comunión que estaba en el tabernáculo para impedir que los agresores la tomaran. Aunque los residentes y voluntarios les rogaron a los terroristas no hacer daño a los sacerdotes y religiosas, hicieron caso omiso al pedido y les dispararon uno a uno. Todas las víctimas tenían heridas de bala en la parte derecha de la frente", relató la misionera.