Cardenal de Nicaragua: «La Patria nos llama a trabajar unidos en paz y en reconciliación»
El arzobispo emérito de Managua, Miguel Obando y Bravo, fue mediador en los momentos bélicos y conflictos políticos que vivió el país en los últimos 50 años. Aseguró que únicamente pensaba en sanar heridas, evitar muertes, instar al diálogo y la reconciliación como la única forma de alcanzar la paz.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: El 19 Digital.
TRAS SER DECLARADO PRÓCER NACIONAL.
El cardenal y arzobispo emérito de Managua, Miguel Obando y Bravo, sostuvo que "la Patria nos llama a trabajar unidos en paz y en reconciliación", en el acto oficial, donde recibió la publicación de la Ley 924 que lo declara 'Prócer Nacional de la Paz y la Reconciliación', en manos del presidente de la Junta directiva de la Asamblea Nacional, René Núñez Téllez, el 10 de marzo pasado.
"Mi primer agradecimiento es para Dios, Creador del Cielo y de la Tierra, el que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida y en la misión que recibí, y en la razón de Él todas las vicisitudes que hemos vivido en nuestra historia tienen un profundo valor salvífico. Él nos constituye mensajeros de la Reconciliación y todo lo que ha sucedido ha sido en realidad para ayudar a la causa del Evangelio. Agradezco al valeroso pueblo de Nicaragua, verdadero artífice de la paz y la reconciliación y auténtico dueño de esta tan alta distinción de la cual soy solamente el depositario. Es mi deseo que Nicaragua sea una Gran Puerta Santa para que cada uno de nosotros experimentemos el amor a la patria que nos llama a trabajar unidos en paz y en reconciliación", enfatizó e purpurado de 90 años.
El prelado destacó que "el nicaragüense se distingue por su valor, su talento y su disposición para el trabajo". "A veces ha sido preciso cantar himno de guerra, ¿qué pueblo no lo ha cantado? Este pueblo puede bravamente presentar en su diestra el acero de guerra o el olivo de la paz, y hoy el país va adelante, y el progreso se hace notar", reflexionó. Obando, que fue mediador en los momentos bélicos y conflictos políticos que vivió el país en los últimos 50 años, aseguró que su deber de ciudadano nicaragüense le indicaba servir a la Patria sin importar los riesgos y que únicamente pensaba en sanar heridas, evitar muertes, instar al diálogo y la reconciliación como la única forma de alcanzar la paz.