Arzobispo de Irak pide en Cuaresma ayudar a familias cristianas que huyeron del Estado Islámico
El arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Warda, pidió en su carta por Cuaresma rezar y "buscar modos para ayudar a nuestros hermanos cristianos evacuados" que escaparon de los yihadistas desde Qaraqosh hasta Karameles, y se refugiaron en Erbil y en otras zonas del Kurdistán.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.
EVACUADAS HACE 18 MESES DE MOSUL Y LA LLANURA DEL NÍNIVE.
El arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Warda, exhortó de modo especial en Cuaresma, que comenzó "el 31 de enero, como está previsto en el calendario caldeo", a vivir la Misericordia y realizar "obras en favor de las familias cristianas", que huyeron del Estado Islámico cuando invadió Mosul y la Llanura del Nínive, en la noche del 6 y 7 de agosto de 2014. Hace más de 18 meses, centenares de miles de personas escaparon desde Qaraqosh hasta Karameles, que son en su mayoría cristianas, y se refugiaron en Erbil y en otras zonas del Kurdistán.
"Para la ocasión nuestras siete parroquias abrieron las puertas desde la mañana hasta la noche, para recibir a los fieles para las oraciones y las Misas. En cada iglesia hay también un sacerdote disponible para las confesiones. Y por todo el período cuaresmal se celebra una Misa a la mañana, a las once, y otra que se inicia a las 16.30 de la tarde, a la cual sigue un momento de oración. El tema principal de Cuaresma es la Misericordia. Pedí en mi carta pastoral que se rezase y buscar modos para ayudar a nuestros hermanos cristianos evacuados, y que viven ya desde hace tiempo entre nosotros", sostuvo el prelado caldeo.
Warda explicó que los jóvenes prepararon "un programa pastoral especial, para vivir el Evangelio en solidaridad con los evacuados", pero aun hoy "hay todavía 2.000 familias en las roulottes, acampados en los centros de acogida alrededor de Ankawa, el barrio cristiano de Erbil". "Su vida cotidiana es cada vez más difícil, en tanto crece la demanda de agua, electricidad, manutención ordinaria", afirmó. Pese a ello, con la ayuda de la diócesis caldea de santo Tomás de Detroit y de las Pontifical Mission Societies lograron abrir "una nueva escuela para evacuados y, sólo en este año, trescientas cincuenta muchachas pudieron comenzar el año escolar". "Mi objetivo y el de toda la diócesis es garantizar una vida digna a los evacuados, dando a ellos reparo, comida, educación y asistencia médica. No sólo en las necesidades inmediatas y cotidianas, sino también tratando de buscar un modo para desarrollar sus habilidades y capacidades, para vivir plenamente nuestra misión cristiana", aseguró.