Secuestran a sacerdote irakí en Siria cuando regresaba para celebrar Navidad

El custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, lamentó no poder incluso sostener "si aún está vivo" el sacerdote franciscano Dhiya Azziz que fue secuestrado cuando regresaba para celebrar la Navidad en Siria, tras haber pasado unos días con familiares que están refugiados en Turquía, después de que el Estado Islámico tomara su pueblo natal. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

SUFRIÓ UN SECUESTRO ANTERIOR EN JULIO.

El sacerdote y custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, lamentó no poder incluso sostener "si aún está vivo" el presbítero irakí y párroco de Yacoubieh, en Siria​, Dhiya Azziz, que fue secuestrado el 23 de diciembre cuando regresaba en un taxi junto a otros pasajeros para celebrar la Navidad, tras haber pasado unos días con familiares que están refugiados en Turquía, después de que el Estado Islámico tomara su pueblo natal

"Nos dimos cuenta de que fue tomado por alguien, pero no somos capaces de decir quién sea y, sobre todo, aún no somos capaces de decir, incluso si él todavía está vivo. Si supiéramos quién lo secuestro, podríamos tener una confirmación, pero no sabemos esto hoy. En estos días tratamos de iniciar el contacto, pero hasta ahora no es mucho más de lo que ya se ha dicho", aseguró, con la esperanza de "tener un poco de información". El presbítero secuestrado sufrió un anterior secuestro, el 4 de julio pasado y fue liberado 6 días después, pero Pizzaballa afirmó que esta vez la situación es muy diferente.

El custodio de la subprovincia de la orden franciscana, administrada por la orden de Frailes Menores, indicó que están en contacto con varios de los grupos que actúan en esa zona para saber si alguno está en posición de dar información, pero que no hubo resultados. "Hemos identificado el área de la toma, y ​​es un área de gran conflicto, la frontera entre los territorios bajo el control del gobierno y las fuerzas rebeldes. En esa zona hay muchos grupos activos, afiliados a muchas denominaciones diferentes y sin coordinación entre sí, cada uno va por cuenta propia, por lo que es difícil saber quién ha actuado. Es la primera vez que nos encontramos en una situación tan extraña", lamentó el fraile.