Sobreviviente de pogromos anticristianos en India: «Perdí a mi marido, mi casa y mis bienes, pero no mi fe»
La sobreviviente y testigo de la muerte de su esposo en los pogromos anticristianos en Kandhamal, Kanaka Rekha Nayaka, dio su testimonio en el Congreso Eucarístico Nacional en India "Unas 100 personas armadas, nos insultaron y gritaron; tomaron a mi marido y lo ataron a un palo. Le pegaron de un modo salvaje y le intentaron obligar a negar de su fe cristiana, pero él les contestó: 'Pueden matarme, pero jamás seré hindú'. Después, le pusieron una cadena al cuello, lo arrastraron al menos un kilómetro, le cortaron las piernas y la cabeza", relató.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Actuall.
FUE LA PERSECUCIÓN MÁS VIOLENTA CONTRA CRISTIANOS, EN 2008.
La sobreviviente Kanaka Rekha Nayaka, con el cardenal Oswald Gracias.
La sobreviviente de la persecución más violenta contra cristianos en Kandhamal, Kanaka Rekha Nayaka, afirmó que perdió a su esposo, casa y bienes, pero no su fe, al dar su testimonio en el Congreso Eucarístico Nacional que se celebró esta semana en India, donde los cardenales Telesphore Toppo, Baselios Cleemis y Oswald Gracias, la bendijeron. Gracias, arzobispo de Mumbai, aseguró que estos testimonios refuerzan la fe de los cristianos y demuestran que Cristo está con ellos.
La cristiana, esposa de Parikhita Nayak y madre de dos hijos, fue testigo de la violenta muerte de su marido quien, al no querer renunciar a su fe, fue arrastrado con una cadena al cuello y decapitado. "El 25 de agosto de 2008 estaba con mis hijos en casa, cuando de repente, unas 400 personas entraron en mi aldea gritando eslóganes anti-cristianos. Llevaban tridentes, hachas cuchillos y pistolas, habían matado a dos amigos de mi marido, pero él logró escapar y huir al bosque", recordó, mientras ella huía al bosque con sus hijos. Después de pasar toda la noche en el bosque, fue a esconderse a casa de su madre Raika. La suya la quemaron. Además, su marido también se encontraba allí. Ambos debieron salir para buscar agua, y los hinduistas los volvieron a asaltar.
"Enseguida nos rodearon como unas 100 personas armadas, nos insultaron y gritaron; tomaron a mi marido y lo llevaron a un templo cercano y lo ataron a un palo. Le pegaron de un modo salvaje y le intentaron obligar a negar de su fe cristiana, pero él les contestó: 'Pueden matarme, pero jamás seré hindú'. Después, le pusieron una cadena al cuello y lo arrastraron al menos un kilómetro, le cortaron las piernas y la cabeza. Perdí a mi marido, mi casa, mis bienes pero no he perdido mi fe, Jesús es mi Salvador", relató entre llanto Kanaka, que logró escapar con sus hijos y fue a la comisaría para denunciar a los asesinos de su marido. La policía los detuvo, pero que actualmente están libres.