Círculo Ánglico A: «En el Verbo hecho carne encontramos la fuente de la esperanza para la familia»
El Círculo Ánglico A del Sínodo de la Familia eligió como moderador al cardenal australiano George Pell, y como relator al arzobispo estadounidense Joseph Edward Kurtz. Este grupo criticó el 'Instrumentum Laboris', pues encontraron una "mentalidad excesivamente eurocéntrica u occidental en la redacción actual".
Autor: VenL. / Fuente: VIS.
"EN CRISTO ESTÁ NUESTRA CONFIANZA".
En Jesucristo, el Verbo hecho carne, encontramos la fuente de la esperanza para la familia en el mundo contemporáneo. De este modo la confianza en Él ha de ser la primera y la última palabra del sínodo. Es con los ojos fijos en Jesús que comenzamos.
El mensaje del sínodo debe anunciar la Buena Nueva de Jesucristo clara y atractivamente. Así recomendamos las palabras de Francisco, quien vívidamente comprometió a las familias en la Vigilia del Sábado para el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia con la invitación: “Tan grande era el amor (de Dios), que Él comenzó a caminar con la humanidad, con su pueblo, hasta que en el momento preciso vino y realizó la más alta expresión del amor — su propio Hijo. ¿Y dónde envió a su hijo? ¿A un palacio? ¿A una ciudad? No. Lo envió a una familia. Dios lo envió en medio de una familia. ¡Y pudo hacerlo, porque era una familia que tenía un corazón verdaderamente abierto!”.
Hemos hablado de una metodología adecuada en este documento, que ha de hacer referencia a la Sagrada Escritura y a la Tradición, como leemos los signos de nuestros tiempos a la luz del Evangelio.
Una gran preocupación se refiere a la descripción, sombría en exceso, del escenario contemporáneo. Debe prestarse más atención a la reflexión teológica sobre los fieles, los esposos que se aman, que a menudo viven heroicamente un auténtico testimonio de gracia en la familia.
Desarrollando las palabras para explicar el sentido de la “Buena Nueva sobre la familia”, hemos tratado de hablar menos de la “crisis” y más de “luces y sombras”. Hablamos de la vitalidad de muchas familias que son testigos de la belleza de la vida familiar e inspiran a otros en su compromiso con la vida familiar. Sin embargo, también hablamos de las muchas ilusiones en nuestro mundo contemporáneo, que lamentablemente conducen a un aislamiento radical. Así también hablamos de luchas y desafíos, que son parte de las sombras. ¡Qué importante es reconocer y dar apoyo a estas familias y potenciar su testimonio vivido!
Otra preocupación era una mentalidad excesivamente eurocéntrica u occidental en la redacción actual. Más bien estamos llamados a un tono cultural que es global y que está abierta a la riqueza y las experiencias reales de las familias de hoy, en diferentes naciones y continentes. Se estaba prestando gran atención a la familia que emigra, remarcando la especial generosidad de las comunidades de fe y de los gobiernos para dar la bienvenida a los regalos que son estas familias.
También destacamos la atención prestada a las personas con discapacidades y necesidades especiales y a sus familias. De especial interés fue el cuidado con el que se presentaron tanto los regalos como las luchas. La riqueza de esta sección puede servir como un paradigma útil para el tratamiento de otros temas en este documento.
También merece una mención especial el papel de las políticas públicas para fomentar la vida familiar de una manera que realmente haga honor al derecho natural de las familias a tomar decisiones que promuevan el bien común.
En resumen, mientras que los desafíos son demasiado evidentes, así también debemos sostener los puntos fuertes y las semillas de renovación ya presentes para que las familias puedan ser agentes activos de la Buena Nueva de Jesús. Conscientes de que la gracia de Cristo se recoge en las áreas de este documento dedicado a la vocación y misión de la familia, instamos a los delegados del Sínodo a anunciar la esperanza ofrecida por Jesús como la primera y la última palabra de este Sínodo. En Cristo está nuestra confianza.
Traducido al castellano por David Saiz.