Círculo Ibérico B: «Las legislaciones nacionales e internacionales responden a un mismo patrón y pretenden imponerse»
El Círculo Ibérico B del Sínodo de la Familia contó con integrantes de Europa, África e Hispanoamérica. Ejerció como moderador el cardenal Robles Ortega, y como relator el arzobispo venezolano Porras Cardozo. Lamentaron la mala calidad de algunos de los materiales aportados en el Sínodo y pidieron "cuidar con más empeño el lenguaje de las traducciones que no siempre concuerdan con el original italiano".
Autor: VenL. / Fuente: VIS.
"PARTIR DE LA MIRADA DE DIOS".
En un clima cordial y fraterno, los padres sinodales, con la ayuda de los expertos y el acompañamiento de los auditores, hemos compartido en español y portugués, miembros de Europa, África y América Latina, la temática relativa a la primera parte: la escucha de los desafíos que afronta la familia. Cabe destacar la participación activa de todos los miembros del grupo. Se vio muy positivo la metodología compartida en este sínodo y la gran libertad y fraternidad con la que se trataron los temas. Se aludió a que la mayoría de miembros participaron también en el sínodo extraordinario, lo que facilitó el trabajo de grupo.
No hubo tiempo de analizar el capítulo 4. Y se solicita que haya tiempo para tratarlo más adelante porque hay temas de mucho calado.Como observación general que surgió a lo largo del intercambio, se pide cuidar con más empeño el lenguaje de las traducciones que no siempre concuerdan con el original italiano, y en ocasiones, se usan vocablos ajenos al español o portugués.
Se procedió, en primer lugar, a la lectura en voz alta de cada capítulo, para luego proceder a su revisión punto por punto. Después de una breve lluvia de ideas o puntos de vista, el moderador solicitó que se presentara por escrito cada modo propuesto para su discusión y posterior votación. En general, fueron mayores las coincidencias que las divergencias lo que permitió llegar a consensos y unanimidad. Cuando las proposiciones o modos al ser compartidos no gozaban de unanimidad, generalmente eran retirados por su ponente.
Recogemos las ideas principales en las que hubo mayor consenso.
1. Reafirmar la metodología empleada en el Instrumentum Laboris como la adecuada, y debe ser conservada.
2. El desafío: relacionar el Sínodo Extraordinario y el actual. Darle continuidad. Lenguaje de esperanza, la Iglesia del sí.
3. Sentido pastoral:
a) No hablar de la familia en abstracto, sino desde las distintas realidades de la misma; las mudanzas antropológicas son más profundas de lo que nos imaginamos (biotecnología, género). Es un reto lleno de esperanzas.
b) Preguntarnos por lo que hacemos y lo que debemos hacer. Evaluarnos a la luz del estilo Francisco.
c) La familia como sujeto de toda la pastoral. Necesidad de la formación.
d) No sentirnos dueños sino servidores de la familia. Convertir las leyes antifamilias en leyes muertas.
e) Deficiente iniciación cristiana y fragmentación de la pastoral. Realidad de la disminución de los miembros de la Iglesia.
f) Señalar las experiencias positivas: movimientos, catecumenado domiciliario, familias formadas y formadoras, apoyar programas de familia y bioética en las universidades y colegios.
4. Relación entre el ver y el actuar. El ver del Instrumentum Laboris tiene una dimensión ético-teológica. Partir de la mirada de Dios.
5. Realidades intercomunicadas:
a) La fe es débil y así no puede asumir el desafío. Fragilidad e inmadurez, sanación afectiva.
b) Descuido de Dios, indiferencia, así no hay capacidad de iluminar.
c) Las legislaciones nacionales e internacionales responden a un mismo patrón y pretenden imponerse.
d) Pasar de una espiritualidad individual a la de comunión, de lo contrario no se superan los problemas de la familia.
e) Revisar la autoridad y la obediencia, como fraternidad y servicio.
f) Ver la familia como un desafío cultural (ideología de género, nuevo orden mundial, lenguaje ambiguo).