Francisco: «La familia no es un problema, sino una oportunidad»

El Papa aseguró que "la familia nos salva de dos fenómenos actuales: la fragmentación y la masificación", al reunirse con las familias en la catedral de Nuestra Señora de Asunción en Santiago. "Se discute mucho hoy sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos. Creo que una de las posibles respuestas es: 'Dejemos un mundo con familias'. Es la mejor herencia", afirmó el Pontífice. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: VIS.

EN SU ÚLTIMA CITA DE SU VIAJE A CUBA.

Francisco aseguró que "la familia no es un problema, sino una oportunidad", durante su última cita de su viaje a Cuba, al reunirse con las familias en la catedral de Nuestra Señora de Asunción en Santiago, al recordar la importancia de los contextos familiares en la vida y en la predicación de Jesús. Afirmó que "la familia nos salva de dos fenómenos actuales: la fragmentación y la masificación.  En ambos casos, las personas se transforman en individuos aislados fáciles de manipular, y de gobernar. Y entonces encontramos en el mundo sociedades divididas, rotas, separadas o altamente masificadas".

El Pontífice recordó que en Argentina, muchas familias le comentaban que ''el único momento que tenían para estar juntos era normalmente en la cena, a la noche, cuando se volvía de trabajar, donde los más chicos terminaban la tarea de la escuela''. ''Era un momento especial de vida familiar. Se comentaba el día, lo que cada uno había hecho. Jesús elige estos momentos para entrar en nuestras casas y ayudarnos a descubrir el Espíritu vivo y actuando en nuestras casas y en nuestras cosas cotidianas. Es en casa donde aprendemos la fraternidad, donde aprendemos la solidaridad, donde aprendemos a no ser avasalladores. Es en casa donde aprendemos a recibir y a agradecer la vida como una bendición y que cada uno necesita a los demás para salir adelante. Por eso la comunidad cristiana llama a las familias con el nombre de iglesias domésticas", aseguró.

"Sin familia, sin el calor del hogar, la vida se vuelve vacía comienzan a faltar las redes que nos sostienen en la adversidad, las redes que nos alimentan en la cotidianidad y motivan la lucha para la prosperidad​… La familia es escuela de humanidad -reiteró – escuela que enseña a poner el corazón en las necesidades de los otros, a estar atento a la vida de los demás​. A pesar de tantas dificultades como las que aquejan hoy a nuestras familias en el mundo, no nos olvidemos de algo, por favor: las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad. Una oportunidad que tenemos que cuidar, proteger, y acompañar. Se discute mucho hoy sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos. Creo que una de las posibles respuestas es: 'Dejemos un mundo con familias'. Es la mejor herencia. Es cierto que no existe la familia perfecta, pero eso no impide que no sean la respuesta para el mañana. Dios nos estimula al amor y el amor siempre se compromete con las personas que ama. Por eso, cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas del mañana, verdaderos espacios de libertad, verdaderos centros de humanidad'', sostuvo el Papa.