El Vaticano expresa su reserva ante términos como ‘salud sexual y reproductiva’ y ‘derechos reproductivos’
La Santa Sede envió un documento a la sesión de las Naciones Unidas sobre adopción de la Agenda de Desarrollo post 2015, titulado 'Transformar nuestro mundo: La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible' en el que aclaró que el género se establece “sobre la identidad sexual biológica que es varón o mujer” y que el aborto no puede ser considerado salud sexual y reproductiva.
Autor: VenL. / Fuente: ACI Prensa.
EN DOCUMENTO ENVIADO A LA ONU.
El Vaticano recordó en su documento “la centralidad de la persona humana” como sujeto responsable del desarrollo, el cual debe alcanzar a todos los seres humanos. Señaló que concuerda con muchos de los objetivos de lucha contra la pobreza y puntos del documento final de la ONU, sin embargo, expresó su reserva sobre algunos conceptos y sus contenidos, como los términos “salud sexual y reproductiva” y “derechos reproductivos”. Indicó que considera ambos términos como atribuibles a un “concepto global” que abraza al ser humano “en la totalidad de su personalidad, mente y cuerpo”, y que debe favorecer “el alcance de la madurez personal en la sexualidad y el amor recíproco”, así como el proceso de tomas de decisiones “que caracterizan la relación conyugal entre un hombre y una mujer en conformidad con las normas morales”. En ese sentido, rechazó que se pueda considerar dentro de estos conceptos al aborto o el acceso a esta práctica, por los métodos que sea; así como la regulación artificial de la natalidad.
Sobre el género, la Santa Sede indicó que comprende el término como fundado sobre “la identidad sexual biológica que es varón o mujer”. En ese sentido, confirmó sus reservas en algunos puntos de los documentos finales de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo) y sobre la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín). La Santa Sede también reiteró la importancia de respetar la “responsabilidad primaria” y los “derechos prioritarios” de los padres sobre la educación de los hijos, así como el “derecho a la libertad religiosa”. En ese sentido, la delegación vaticana recordó a la ONU la importancia de la “centralidad de la familia”, como “núcleo natural y fundamental de la sociedad”.