Cardenal Ouellet: «La comunión espiritual puede ser un camino para quien no puede comulgar»

El prefecto para la Congregación de los Obispos y de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Ouellet, explicó los motivos por los cuales esta práctica es un camino para quien no puede recibir el sacramento de la Eucaristía. "La misericordia de Dios puede restablecer la comunión espiritual en las almas arrepentidas aún manteniendo un límite a la comunión sacramental, pues esa se adapta a la debilidad de los pecadores sin favorecer esta debilidad a expensas de la fidelidad de los otros miembros del pueblo de Dios", afirmó. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Religión en Libertad.

"ES NO SÓLO ACONSEJABLE, SINO DESEABLE".

El cardenal y prefecto para la Congregación de los Obispos y de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Ouellet, explicó los motivos por los cuales "la comunión espiritual puede ser un camino para quien no puede comulgar", en dos amplias contribuciones inéditas preparadas para el diario italiano Avvenire, tras afirmar que "la misericordia de Dios puede restablecer la comunión espiritual en las almas arrepentidas aún manteniendo un límite a la comunión sacramental, pues esa se adapta a la debilidad de los pecadores sin favorecer esta debilidad a expensas de la fidelidad de los otros miembros del pueblo de Dios".  

El prelado teólogo, que fue profesor ordinario de teología dogmática en la Pontificia Universidad Lateranense desde 1996 hasta 2002, aseguró que para los divorciados en nueva unión "la comunión espiritual, o comunión de deseo, es por lo tanto una práctica no sólo aconsejable, sino deseable", y sostuvo que la pastoral "debe profundizar aún más la vía de la comunión espiritual poniendo en claro su estrecha relación con la comunión eucarística y con la comunión eclesial". El análisis que realizó sobre la comunión espiritual a los divorciados en nueva unión se articula en dos reflexiones. En el primer texto, 'Comunión espiritual y comunión sacramental: unidad y distinción' examina lo que la tradición bíblica, patrística y teológica afirmó sobre la diferencia entre comunión espiritual y comunión sacramental, deteniéndose sobre todo en San Pablo, San Agustín y Santo Tomás y confirmado por el Concilio de Trento. En el segundo, 'Si la comunión espiritual es posible para los divorciados que se han vuelto a casar, entonces ¿por qué no lo es la comunión sacramental?' expone las razones por las que es justo que la Iglesia siga pidiendo "a los divorciados que se han vuelto a casar que se abstengan de la comunión sacramental, invitándoles sin embargo a practicar la comunión de deseo, la comunión espiritual". 

Ouellet explicó que el valor de la comunión espiritual en ningún caso puede ser considerada Eucaristía de "serie B", dado que la comunión sacramental y la comunión espiritual están profundamente vinculadas. Al hacer referencia a Santo Tomás, aseguró  que "hay un modo perfecto y otro imperfecto de comulgar: el modo perfecto identifica comunión sacramental y espiritual, donde la primera nutre a la segunda; el modo imperfecto es tanto el de la comunión sacramental sin el efecto espiritual por la falta de disposición, como el de la comunión espiritual de deseo sin la comunión sacramental a causa de cualquier impedimento". Sobre el motivo por el que la Iglesia pide a los divorciados en nueva unión que se abstengan de la comunión sacramental, aseguró que "el matrimonio sacramental es signo eficaz, sacramento de la alianza de Cristo con la Iglesia, allí donde la alianza conyugal esté rota, el respeto de la Alianza con Cristo impone abstenerse de la comunión sacramental". "La misericordia divina sobrepasa el orden sacramental y actúa en los corazones más allá de los obstáculos que los hombres pueden reconocer. Para volver a encontrar la gracia de Dios, antes de la absolución de los pecados y de la gracia eucarística, es necesario de hecho el arrepentimiento sincero y un camino de conversión que tengan un efecto de justificación también cuando las condiciones objetivas de las personas no pueden ser modificadas. También quienes viven en una situación irregular pueden experimentar la divina misericordia en un cuadro sacramental apropiado que respete el misterio de la Alianza: 'Lealtad y fidelidad se encuentran, justicia y paz se besan' (Sal 85, 11)", afirmó.