Aseguran que la agencia de inteligencia de la Unión Soviética creó la Teología de la Liberación para destruir la Iglesia desde dentro
La Teología de la Liberación se presentó en Hispanoamérica a finales de los 60 y principios de los 70 como una apuesta evangélica que tenía una "opción preferencial por los pobres". Sin embargo, desde su nacimiento el marxismo impregnó casi por completo este movimiento en un contexto histórico de Guerra Fría y en una zona geográfica en la que el comunismo logró grandes cotas de poder, con consecuencias nefastas para la Iglesia.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Libertad Digital.
LO AFIRMÓ UN EX GENERAL SOVIÉTICO.
El ex general de la inteligencia soviética y el desertor de mayor rango del bloque comunista durante la Guerra Fría, Ion Mihai Pacepa, aseguró que el Comité para la Seguridad del Estado (KGB), es decir la agencia de inteligencia de la Unión Soviética, creó la Teología de la Liberación para destruir la Iglesia desde dentro. Pacepa fue un general soviético y jefe del espionaje de la Rumanía de Cauecescu durante la década de los sesenta y setenta. Desertó y se marchó a Estados Unidos convirtiéndose en el oficial comunista de más alto rango que huyó, siendo de gran ayuda para Estados Unidos durante la Guerra Fría.
"El nacimiento de la Teología de la Liberación fue el intento en 1960 de un súper secreto 'Programa de desinformación' aprobado por Aleksandr Shelepin, el presidente de el KGB, y por el miembro del Politburó, Aleksey Kirichenko, que coordinó las políticas internacionales del Partido Comunista. El KGB comenzó construyendo una organización religiosa internacional intermedia llamada Conferencia Cristiana por la Paz y cuya principal tarea era llevar la creada Teología de la Liberación al mundo real. En 1968 la Conferencia Cristiana por la Paz creada por el KGB fue capaz de manipular a un grupo de obispos sudamericanos de izquierda dentro de la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Medellín, reunión que tuvo un papel clave en el nacimiento de este movimiento", afirmó.
En ese sentido, Pacepa detalló cómo el KGB dio forma a la teología de la liberación hasta convertirla en el principal problema interno de la Iglesia Católica y al que se enfrentaron Juan Pablo II como Papa y el que fuera cardenal Ratzinger como prefecto de la Doctrina de la Fe logrando minimizar el daño causado y que podría haber llegado a extremos críticos. Sostuvo que estaba previsto que el KGB "tomara en secreto el control del Consejo Mundial de Iglesias con sede en Ginebra y lo usara como tapadera para convertir la Teología de la Liberación en una herramienta revolucionaria en Sudamérica". La 'Teología de la Liberación' se presentó en Hispanoamérica a finales de los 60 y principios de los 70 como una apuesta evangélica que tenía una "opción preferencial por los pobres". Sin embargo, desde su nacimiento el marxismo impregnó casi por completo este movimiento en un contexto histórico de Guerra Fría y en una zona geográfica en la que el comunismo logró grandes cotas de poder, con consecuencias nefastas para la Iglesia. Se extendió rápidamente provocando la prevalencia del marxismo sobre el cristianismo. Con el paso de los años se demostró su ineficacia aunque el mal es ya casi irreparable. Generaciones de sacerdotes y fieles perecieron ante ella, muchos perdieron la fe y abrazaron al "dios" político y las iglesias se vaciaron de manera vertiginosa.