Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas: «Basta de sangre en el nombre de Dios»

"Aplaudir al Papa no es suficiente, hay que entender la lección de la paz. Los que matan en nombre de Dios blasfeman su nombre y es inconfesable. Matar en nombre de Dios: ¡esta es una de las contradicciones más dolorosas de nuestro tiempo!", aseveró el arzobispo de Lingayen-Dagupan. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Asia News.

SOSTUVO QUE LA RELIGIÓN NO PUEDE SER CAUSA DE CONFLICTOS.

El arzobispo de Lingayen-Dagupan y presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Socrates Villegas, pidió que cese la "sangre en nombre de Dios" y aseguró que los que matan en nombre de Dios "blasfeman su nombre y es inconfesable".

El prelado sostuvo que Filipinas es "lo suficientemente grande para los cristianos y los musulmanes, siempre hemos convivido y compartido en paz". "Aplaudir al Papa no es suficiente, hay que entender la lección de la paz y la tolerancia. Basta de sangre en nombre de Dios. Los que matan en nombre de Dios blasfeman su nombre y es inconfesable. Matar en nombre de Dios: ¡esta es una de las contradicciones más dolorosas de nuestro tiempo! Esto ha significado que muchos se alejen de la religión. De hecho, cada vez que las agencias de noticias informaron de la muerte de civiles indefensos y niños inocentes a causa de los conflictos religiosos, se plantea la cuestión de si la religión es una parte o menos del problema. Esto sólo refuerza las tendencias laicistas", aseveró Villegas.

"Cuando la religión es culpada por el derramamiento de sangre y el caos, el Estado se esfuerza por proteger a la población y mantener la paz tratando de minimizar las manifestaciones públicas de símbolos religiosos y religiosas, aunque no suprimirlos. La religión no puede ser la causa de conflictos. No se puede justificar de ninguna manera los ataques a la vida humana, los ataques contra la libertad, delitos contra la dignidad de los demás. En el nombre de Dios, el más magnánimo y misericordioso, una invocación que es muy poderosa y hermosa, bien conocido por los musulmanes de todo el mundo, pero no desconocida por los cristianos", sostuvo Villegas.