Francisco recomienda a los jóvenes redescubrir el valor del matrimonio

"Los cristianos, cuando se casan en el Señor, se convierten en un signo eficaz del amor de Dios. Los cristianos no se casan sólo para ellos mismos. Se casan en el Señor, en favor de toda la comunidad, de la sociedad entera", sostuvo el Pontífice. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: VIS.

"EL MIEDO AL FRACASO DE LA RELACIÓN ES EL PEOR ENEMIGO"

Francisco recomendó a los jóvenes redescubrir el valor del matrimonio y seguir el ejemplo de otros casados, en la audiencia general, en la plaza de San Pedro, luego de tratar en catequesis anteriores el plan originario de Dios sobre la pareja hombre – mujer.

"En realidad, casi todos los hombres y mujeres querrían una seguridad afectiva estable, un matrimonio sólido y una familia feliz pero, por miedo al fracaso, muchos no quieren ni pensarlo siquiera. Tal vez este miedo al fracaso es el mayor obstáculo para acoger la palabra de Cristo, que promete su gracia a la unión conyugal y a la familia. El matrimonio consagrado por Dios defiende el vínculo entre el hombre y la mujer que Dios bendijo desde la creación del mundo; y es una fuente de paz y bien para la entera vida conyugal y familiar'', aseguró el Pontífice.

El Papa aseguró que no es casual que el primer milagro de Jesús tuvo lugar durante las bodas de Caná, cuando salvó la fiesta al transformar el agua en vino. ''Este hecho nos recuerda el Génesis, cuando Dios concluye la creación con su obra maestra: el hombre y la mujer. Jesús empieza sus milagros con esta obra maestra, en un matrimonio. Y nos enseña que la obra maestra de la sociedad es la familia: el hombre y la mujer que se aman. Desde aquel tiempo muchas cosas han cambiado pero aquel 'signo' de Cristo encierra un mensaje siempre vigente. Hoy en día no parece fácil hablar del matrimonio como de una fiesta que se renueva con el tiempo, en las diferentes estaciones de la vida de los cónyuges. Muchos jóvenes tienden a abandonar el proyecto de un vínculo irrevocable y una familia duradera. Hay una especie de cultura de lo provisional, todo es provisional, parece que no haya nada definitivo. ¡No tengamos miedo de invitar a Jesús a la fiesta del matrimonio, ni a su madre María! Los cristianos, cuando se casan en el Señor, se convierten en un signo eficaz del amor de Dios. Los cristianos no se casan sólo para ellos mismos, se casan en el Señor, en favor de toda la comunidad, de la sociedad entera", sostuvo.