Cardenal Brandmüller: «Quien exige insistentemente un cambio del dogma es un hereje, incluso si lleva la púrpura romana»

Una de las principales voces críticas de propuestas surgidas en el Sínodo extraordinario sobre la Familia del año pasado aseguró que "la práctica pastoral de la Iglesia no puede permanecer en oposición a la doctrina vinculante ni simplemente ignorarla".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: InfoCatólica.

"EL TEMA 'PECADO ORIGINAL' HA SIDO SUPRIMIDO".

El cardenal y una de las principales voces críticas de propuestas surgidas en el Sínodo extraordinario sobre la Familia del año pasado, Walter Brandmüller, afirmó que "quien exige insistentemente un cambio del dogma es un hereje, incluso si lleva la púrpura romana", y lamentó que el tema 'Pecado Original' haya sido suprimido y olvidado.

"Un arquitecto quizás pueda construir un puente más hermoso que los anteriores, pero si no presta atención a las normas de la ingeniería estructural, corre el riesgo de que su construcción se derrumbe. De igual modo, cada práctica pastoral tiene que seguir la Palabra de Dios si no quiere fracasar. Es impensable un cambio de la doctrina, del dogma. Quien, pese a todo, lo hace, conscientemente, o lo exige insistentemente, es un hereje, incluso si lleva la púrpura romana. Es evidente que la práctica pastoral de la Iglesia no puede permanecer en oposición a la doctrina vinculante ni simplemente ignorarla", aseveró Brandmüller, uno de los cinco cardenales que escribieron el libro 'Permaneciendo en la verdad de Cristo: Matrimonio y comunión en la Iglesia Católica', centrado en refutar la propuesta del cardenal Walter Kasper de abrir la comunión a quienes viven en adulterio.

Además, lamentó que el tema 'Pecado Original' haya sido suprimido. "El tema pecado original, con sus consecuencias, la necesidad de la redención a través del sufrimiento, muerte y resurrección de Cristo ha sido suprimido y olvidado en gran medida durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, no se puede entender la historia del mundo y la propia vida sin estas verdades. Es inevitable que hacer caso omiso de las verdades esenciales conduce a desórdenes morales. Se debe volver a predicar sobre este tema, y ​​con claridad", sostuvo.